La expedición checa que intentaba la primera ascensión del Muchu Chhish (7.453 m) ha concluido sin cumbre. Pavel Korinek, Pavel Bém y Jiri Janak han abandonado el campo base y ya se encuentran en el camino de regreso hacia la civilización, después de un esfuerzo notable en una montaña que reserva dificultades importantes y riesgos a tener muy en cuenta.
Un sinfín de dificultades superadas
Lo cierto es que Pavel Korinek, Pavel Bém y Jiri Janak han superado un sinfín de dificultades en el par de semanas que han dedicado al pico virgen más alto del mundo actualmente. De hecho, su expedición ya comenzó mermada desde un buen inicio: debido a las circunstancias provocadas por la pandemia de coronavirus, solamente ellos tres se embarcaron hacia Pakistán, de un grupo originalmente compuesto por nueve alpinistas.
A pesar de todo, el 26 de agosto instalaron el C1 a 4.938 m. A continuación, tras recorrer un glaciar muy roto, completaron una peligrosa travesía sobre nieve y hielo, donde en 2014 quedó frenada la expedición que había intentado esta ascensión anteriormente. Los checos consiguieron superar ese punto crítico la semana pasada y montar su C2 a 5.700 m el 30 de agosto. Luego, siguieron hasta la arista principal que conduce a la cima e instalaron su C3 a 6.313 m, punto más alto jamás alcanzado en esta montaña.
Mal tiempo, terreno difícil y demasiado riesgo
No obstante, el terceto checo tuvo que asumir un compromiso mucho más elevado de lo previsto. Apenas pudieron pegar ojo durante las tres noches que pasaron en altura, pues los emplazamientos que hallaron para sus campamentos eran muy precarios. A eso se suma el terreno técnicamente difícil y expuesto, así como una meteorología poco benigna.
El descenso desde los 6.300 m no estuvo exento de épica y fue calificado más bien de “huida” por Pavel Korinek. Lo llevaron a cabo sumidos en polvo de avalanchas por encima del C1 y siempre bajo una copiosa nevada.
Tras reflexionar unos días tras su regreso al campo base y analizar todas las variables, optaron por la retirada. Los factores que pesaron en este sentido no fueron solamente esos peligros objetivos que ya habían afrontado, sino también unas malas previsiones meteorológicas a corto plazo y la dificultad técnica del terreno que todavía queda por explorar entre los 6.300 y la cumbre, más de mil metros más arriba, a 7.453 m.
Turno para Jordi Tosas y Philipp Brugger
En el trekking de descenso desde el campo base hacia la civilización, Pavel Korinek, Pavel Bém y Jiri Janak se cruzaron con Jordi Tosas y Philipp Brugger. El dúo tomará su relevo en el campo base del Muchu Chhish, que también es el objetivo de su expedición. En su caso, la idea es realizar una ascensión en estilo alpino.
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