Ya están en marcha las primeras expediciones de este verano en Pakistán. Y no sólo eso, sino que empiezan a llegar los primeros resultados de interés. Los más madrugadores han sido los franceses Mathieu Maynadier, Antoine Bletton, Pierre Labbre y Sébastien Ratel, quienes consiguieron la semana pasada abrir una nueva línea en la cara suroeste del Latok II (7.108 m).

Según informa la página web de la Federación Francesa de Montaña y Escalada (co patrocinadora de la expedición mediante una beca), se trataba de “un proyecto que ya había sido intentado, ambicioso pero realista, por parte de este equipo muy activo en alpinismo, ya con algunos buenos éxitos en expedición (con nominaciones a los Piolets d’Or).
El ataque a definitivo a la ruta elegida duró tres jornadas, con dos vivacs en la pared, después de un período de aclimatación poco propicio debido a las inclemencias meteorológicas, en el que sólo pudieron pasar una noche a 5.800 m. A pesar de lo escasa de su aclimatación, los alpinistas decidieron aprovechar la ocasión que se les presentaba cuando recibieron por sms una previsión de una ventana de buen tiempo de dos días.
Ese mismo día, el sábado 2 de junio, Maynadier, Bletton, Labbre y Ratel partieron del campo base para vivaquear al pie de la pared e iniciar sus esfuerzos a primera hora de la mañana siguiente.
Tres jornadas en la pared
Partieron el domingo 3 de junio a las 6h de la mañana y dedicaron toda la primera jornada a ascender hasta una vira que habían localizado desde abajo. “Gran desilusión a las 20h: la vira identificada desde abajo es demasiado estrecha; deben pasar la noche sentados sobre el hielo y, para terminarlo de arreglar, nevará toda la noche…”
Tras esa mala experiencia nocturna, el cuarteto se conjuró para intentar regresar al campo base antes de la próxima noche… algo que no iba a ocurrir. Durante la segunda jornada de ascensión, tuvieron que emplearse a fondo con sus piolets para superar varios largos exigentes de dry tooling. A las 18 horas, y todavía a 6.800 m de altura, decidieron realizar su segundo vivac.
Al tercer día fue la vencida. Los despertadores empezaron a sonar a las 2h de la madrugada y doce horas más tarde alcanzaban la arista somital, ya por encima de los 7.000 m. Desde allí hasta la cumbre, sólo quedaban 100 metros de desnivel, pero la nieve profunda que se encontraron ralentizó sobremanera su avance. Tardaron cuatro horas en recorrer ese camino, hasta que a las 18h se reunieron todos en la cumbre del Latok II (7.108 m).
No tuvieron mucho tiempo para celebrar la cima, y en seguida se pusieron manos a la obra con los cuarenta rápeles que tenían por delante para deshacer el camino de 2.000 metros de desnivel hasta la base de la montaña. A las 10h de la mañana iniciaban la marcha de dos horas a pie que separa la base de la pared del campo base.