
Mientras el que podríamos denominar «grupo B» de la expedición (Gerlinde Kaltenbrunner, Ralf Dujmovits, Hirotaka Takeuchi) miraba al mundo desde la cima del Annapurna (8.091 m) el pasado viernes a las 4 de la tarde ascendiendo por la ruta francesa, Simone Moro y su compañero de fatigas Denis Urubko continuaban con su plan específico de abrir una ruta nueva por la cara Norte, con las dificultades, eso sí, de la meteo y la capa de nieve sobre la que pisaban, muy peligrosa. Pero el caprichoso estómago de Simone no estaba para demasiados experimentos, por lo que de mutuo acuerdo en el campo IV (7.300 metros) decidieron ascender por la vía normal. Cuando el reloj marcara la una de la madrugada del día 30 de mayo, llegaría el momento de Simone y Denis.
Boris trastocó los planes
Pero como en el Himalaya y dentro del Himalaya especialmente en el Annapurna no vale de mucho planificar las cosas con demasiado tiempo, surgió un contratiempo que alteró sensiblemente los planes del dúo. Boris, el componente más veterano de la expedición -nada más y nada menos que 70 años de edad- se había perdido en su intento de hacer cima, avanzando por la ruta equivocada, pero consiguiendo al menos la cima central del Annapurna (8.051 m.), que sólo ha sido alcanzada tres veces a los largo de la Historia. Boris se llevó un gran chasco cuando una vez pasó todo Denis le explicó que no había sido el único que había logrado la cumbre.
Cuando el resto de compañeros alertaron a Denis y Simone sobre el paradero desconocido de Boris, éstos decidieron descender en su búsqueda con las primeras luces del día, buscando el intento de cumbre por la noche, tentativa que se adelantó 4 horas, partiendo desde el campo IV a las 21h. La noche y el intenso frío se aliaron con el maltrecho estómago de Simone para forzar al italiano a desistir de lograr la cima cuando se encontraba entre 7.900 y 8.000 metros, a sólo una hora de esfuerzo para conquistar los 8.091 metros del Annapurna, para casi todos el más peligroso de los ochomiles de la Tierra.
¿Qué hará Simone?

Denis, cuya salud no se resintió en la montaña, se sobrepuso a las paupérrimas condiciones ambientales y consiguió pisar la cumbre en medio de la oscuridad. Boris se había perdido entre los seracs, y finalmente consiguió orientarse para descender seguro hasta el campo II. De momento, no hay constancia de que Simone vaya a probar de nuevo la cima, aunque seguro que querrá quitarse la espinita que se le habrá quedado clavada. Por su parte, Denis Urubko suma a su palmarés el noveno ochomil.