Nives Meroi y Romano Benet conforman una de las parejas más admiradas y a la vez más queridas del himalayismo. Saltaron al foco de la atención pública durante la década pasada, cuando se desató la carrera por la primera mujer con los catorce ochomiles. En 2008, cuando hicieron cima en el Manaslu, sumaba 11 ochomiles, los mismos que tenían en esa época Edurne Pasaban y Gerlinde Kaltenbrunner, y más de los que había ascendido la coreana Eun-sun Oh.
Pero no sumarían el número 12 hasta mayo de 2014, cuando ascendieron el Kangchenjunga, una montaña de la que se retiraron en 2009 por unas molestias de Romano Benet que fueron el preludio de una grave enfermedad de la que tardó años en recuperarse. Nives Meroi pudo haber continuado hasta la cima en aquella ocasión, pero consideró que no tenía sentido hacerlo sin su marido, con quien ha compartido su vida y su actividad alpinística desde que se conocieron con 18 años (ahora tienen 54). Al tomar esta decisión salvó la vida de Romano pues lo que parecía mal de altura resultó ser una grave enfermedad que estuvo a punto de costarle la vida a Romano. Ambos lucharon juntos hasta que Romano logró superar su enfermedad (necesitó dos transplantes de médula) para regresar juntos, otra vez, a las grandes montañas.
Makalu, un viejo conocido
En el Makalu, conseguían ayer a las diez de la mañana el número 13. Partieron del campo base el lunes 9 de mayo y decidieron detenerse el miércoles 11 de mayo en el C4 debido a los vientos demasiado fuertes. Al día siguiente, el jueves 12 de mayo, proseguían la ascensión y conseguían alcanzar la cima. Juntos, como siempre. Las últimas noticias los situaban en fase de descenso, después de haber pasado la noche en el C4.
No era la primera vez que Nives Meroi y Romano Benet iban al Makalu. Estuvieron allí en otoño de 2007, y repitieron pocos meses después intentando conseguir la primera invernal uniendo su expedición con la de los kazajos Denis Urubko y Serguey Samoilov. Pero la montaña no se dejó y, durante la retirada en pleno huracán, Nives Meroi sufrió la fractura de una pierna.
Esta vez el Makalu ha sido más clemente con ellos y les ha permitido disfrutar de su cumbre. Ahora sólo les resta el Annapurna para completar la lista de los catorce ochomiles y cerrar así ese capítulo de su actividad alpinística. Una montaña peligrosa que ya han intentado dos veces anteriormente, en 2006 y en 2009. Serían la primera pareja en completar los catorce ochomiles juntos.
Para conocerles mejor te recomendamos este artículo que publicamos en diciembre 2015, a raíz de su visita a nuestro país para participar en la Semana Internacional Montaña de Guadarrama: «Nives Meroi y Romano Benet, una historia de amor y de alpinismo».
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Como veis, siempre hay formas de hacer Alpinismo con sentido; ejemplos como este nos hacen creer que todavía el alpinismo no ha muerto.
Todo un ejemplo de compromiso y enfoque. Lejos de las carreras mediáticas por ser la primera. ¡Olé!