Miquel Mas y Marc Subirana han regresado este verano al Karakórum. Después del esfuerzo realizado el año pasado para intentar abrir una nueva ruta en el Latok II (7.108 m), han vuelto esta temporada para terminar el trabajo. Hoy mismo tenían planes de meterse en la pared para completar los 400 metros de la sección superior que dejaron pendientes.
Tres semanas de CB con mal tiempo
Según cuenta el perfil en redes sociales de Carlos Garranzo, que los ha estado siguiendo, Miquel Mas y Marc Subirana llegaron al campo base el 21 de julio, tras recorrer durante tres días de agotadora marcha el glaciar Biafo. Siguiendo la tónica de todo el Karakórum, el mal tiempo los acompañó durante la aproximación y también durante estas más de dos semanas que llevan instalados bajo la sombra del Latok II.

Su primera tarea fue ascender hasta 4.950 metros a pie de pared, donde instalaron un campo base avanzado. En los primeros diez días en la montaña, pudieron escalar durante tres jornadas, en las que la meteorología los respetó lo suficiente como para que pudieran llegar hasta el depósito de material que dejaron el año pasado a 5.700 metros. Aliviados, comprobaron que sus petates y la hamaca continuaban en su sitio.
Entonces marcaron una punta de altura de 6.000 metros, tras resolver 12 largos de escalada, y dejaron montados con cuerdas fijas los largos que van desde R5 hasta R12. Desde el depósito de material observaron que algunas de esas cuerdas parecían rotas. Reponer esas cuerdas iba a ser su siguiente misión… aunque primero se imponía refugiarse unos días en el CB ante la inminente llegada de más mal tiempo.
Aclimatación y listos
Ese mal tiempo se ha alargado hasta ahora. A pesar de todo, Miquel Mas y Marc Subirana han sacado el máximo partido de los periodos menos malos para meterse en la pared y adelantar su aclimatación. Comentaban a Carlos Garranzo que habían permanecido durante seis jornadas en la pared, aunque apenas pudieron escalar un día.

Eso sí, en aquellas horas de escalada aprovecharon para reparar dos cuerdas: una rota y otra muy dañada. También consiguieron llegar hasta los 6.000 metros, donde se encuentra la sección más compleja de la ruta, con pasos técnicos en desplome e incluso abrieron dos largos más.
Comprometidos con la pared
Tras recalar de nuevo en el CB, Miquel Mas y Marc Subirana apostaban por volver a meterse hoy en la pared, con vistas ya de cima. Sus planes pasan por una estancia larga en la vertical, que les permita ir resolviendo sin prisa pero sin pausa las dificultades que vayan apareciendo en esa parte virgen de la montaña. El objetivo es alcanzar la antecima (6.400 m) para completar la ruta.


- Etiquetas: Latok II, Marc Subirana, Miquel Mas