Los valencianos Miguel Anta, Lluís Vernich, Javier Palomares y el navarro Alberto Urtasun habían planeado visitar este otoño las cumbres del Tibet, con el foco puesto como siempre en la ascensión de alguna ruta nueva en estilo alpino. «La idea inicial era ir al Tibet, pero el exceso de burocracia nos hizo cambiar de planes», apunta Alberto Urtasun. El destino cambió desde Tibet hasta Nepal, pero el objetivo continuó siendo el mismo: ascender una nueva vía en «estilo alpino muy ligero, intentando salir en el día o en non stop».
No tenían totalmente definida la montaña o la vertiente que iban a asaltar. «Una vez allí, las condiciones de nieve acumulada nos hicieron buscar diferentes planes», señala Alberto Urtasun. Su larga experiencia de casi 20 años en expediciones al Himalaya le dan un bagaje sobrado para reconocer las mejores condiciones para sus actividades.
Así fue cómo durante la segunda quincena de octubre dirigieron sus pasos al valle del Rolwaling y al Chukima Sano, una montaña de 5.970 metros de altura del macizo de Rolwaling. Una vez allí, se decidieron por la cara noroeste, donde vislumbraron un itinerario de carácter directo que debería llevarles hasta la cumbre.
«La escalada presenta largos técnicos de mixto y encontramos muy mala nieve en los últimos 200 metros, que presentaron largos de una exposición muy alta por la imposibilidad de aseguramiento«, describe Alberto Urtasun, quien recalca que en momentos como esos «tampoco te lo piensas mucho e intentas salir por arriba… los últimos cuatro largos nos costaron varias horas limpiarlos y escalarlos».
De todos modos, nada fue obstáculo suficiente para que no pudieran alcanzar la cumbre, después de superar dificultades cifradas en 90º y M4+. Una breve estancia en la cima precedió el consiguiente descenso. Para ello eligieron la virgen arista norte. En total, completaron la actividad en una larga jornada de 26 horas, entre la ascensión y el descenso.
Miguel Anta, Lluís Vernich, Javier Palomares y Alberto Urtasun bautizaron su nueva ruta con el nombre de Vagabundos del Dalbhat y este último la describe como «una apertura bonita, técnica, rápuda y ligera; como nos gusta». Además, también señala que el Rolwaling es «un valle con mucho potencial, pero muy cambiado después del terremoto. Este año, el Monzón ha sido muy fuerte y luego ha hecho más frío de lo normal».
Posteriormente, Javier Palomares y Alberto Urtasun probaron suerte con un nuevo recorrido en la cara sureste del Chekigo (6.257 m), abriendo un nuevo recorrido hasta 5.800 m con dificultades de V+ en roca y 80º. Se retiraron «por las malas condiciones de nieve y el cansancio acumulado».
Entre la amplia experiencia himalayista de Alberto Urtasun figuran ascensiones pioneras en diferentes sectores. Como el Karakórum pakistaní, donde abrió un par de vías en el valle de Charakusa en 2001. O sus varias expediciones al Himalaya indio: en el Iris Peak de la cordillera del Lahaul en 2005; en el valle de Miyar en 2013; o en el macizo Parbati en 2014. Los miembros de la expedición al Rolwaling 2016 se conocieron hace años a raíz de los planes de tecnificación de alpinismo.