Mick Fowler y Victor Saunders tenían planeada una nueva expedición al Himalaya este otoño. Desde los años ’80, Mick Fowler ha protagonizado más de veinte expediciones a grandes montañas de Pakistán, India, Nepal o Tibet, entre otros destinos. Expediciones a destinos siempre sorprendentes, por lo desconocido para el resto de la humanidad, y siempre dotadas de un carácter personal e intransferible: dificultad, compromiso… aventura, en definitiva.
La preparación para la aventura pensada para este mes de octubre de 2018 progresaba perfectamente. No era una preparación fácil, pues Mick Fowler venía de un 2017 en que se le diagnosticó cáncer y tuvo que someterse a tratamientos de radioterapia y quimioterapia. La expedición pensada para 2017 quedó obligatoriamente pospuesta para 2018.
La página web de su patrocinador principal ha hecho un seguimiento exhaustivo del plan de entrenamiento seguido por Mick Fowler desde el mes de febrero. Aproximadamente un artículo al mes para comprobar cómo el talentoso alpinista a tiempo parcial (trabaja en el departamento de aduanas) nacido en Londres hace 62 años recuperaba una vez más el nivel para enfrentarse a un nuevo desafío vertical.
En el programa: un paseo con su perro por el bosque de Jug Hole en febrero, con bajada de emergencia a una sima a la que se había caído el perro; una carrera de 18 km de distancia y 1.500 m de desnivel en marzo; algo de escalada invernal en Escocia en abril; un frustrado intento de escalada en el Beinn Eighe escocés con algo de mountain bike en mayo; caminatas en el italiano Parque Nacional de Majella en junio; escalada deportiva en la zona de Abruzzos en julio; escalada en roca en el Ben Nevis en agosto; y algunas escaladas de cierto nivel a 4.000 metros en los Alpes en septiembre.
Todo parecía listo para emprender rumbo hacia el Himalaya cuando el último control de la enfermedad no dio el resultado previsto y acabó con Mick Fowler en el quirófano. Recién operado, el alpinista inglés ya bromeaba sobre la ética del oxígeno que le administraban en el hospital y volvía a planear los próximos meses para pasar de la cama al Himalaya.
Algunas expediciones de Mick Fowler
Es una lástima para la comunidad de aficionados al alpinismo que Mick Fowler no pueda ir de expedición este otoño. No solo desde una perspectiva humana, sino por el puro interés deportivo. El alpinista inglés ha puesto en el mapa innumerables nombres de picos desconocidos hasta entonces.
Pocos habían escuchado hablar del Siguniang (Sichuan, China) cuando lo escaló en 2002 por su cara noroeste con Paul Ramsden para llevarse el Piolet d’Or el año siguiente. O del Shiva (Himalaya indio) y su espectacular proa cuando en 2012 la ascendió también con Paul Ramsden y se adjudicaron otro Piolet d’Or. O del Gave Ding (en un valle remoto del extremo oeste de Nepal) escalado en 2015 también con Paul Ramsden y que también valió otro Piolet d’Or. Son la única cordada con tres Piolets d’Or.
No fueron premiados pero también quedarán para siempre en la memoria colectiva e inspirarán a otros aventureros, montañas como las pakistaníes Spantik (con Victor Saunders en 1987) y Hunza Peak (con Caradog Jones en 1991); las indias Kishtwar Kailash (con Steve Sustad en 1993 por la cara noroeste y con Paul Ramsden en 2013 por la cara oeste), Arwa Tower (con Steve Sustad en 1999), Hagshu (con Paul Ramsden en 2014) y Sersank (con Victor Saunders en 2016); las nepalís Taweche (con Pat Littlejohn en 1995) y Mugu Chuli (con Dave Turnbull en 2011); o las tibetanas Kajaqiao (con Chris Watts en 2005) y Manamcho (con Paul Ramsden en 2007).
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2 comentarios
We'll be waiting for your awesome climbs! Be strong Mick.
Pues a recuperarse, majo. Que a este aún le queda guerra que dar.