El K2 (8.611 m) no será escalado por la gran expedición polaca prevista para el próximo invierno. Lo anunciaba ayer su líder Piotr Tomala, en nombre del programa Himalayismo Polaco Invernal (PZH). La razón fundamental es la pandemia de coronavirus y todas las incertidumbres asociadas: los alpinistas no se han podido preparar adecuadamente, existen muchas dificultades para cumplir con una logística que debería empezar a funcionar desde ya mismo, y por encima de todo no se sabe cuál será la situación epidemiológica en diciembre ni si va a ser posible llegar al campo base para entonces.

En un comunicado publicado en la página web del PZH y titulado El K2 invernal debe esperar, se puede leer:
En el invierno de 2020 no habrá expedición del programa Himalayismo Polaco Invernal Artur Hajzer al K2. La razón para cancelar la expedición de este año al último ochomil que no ha sido escalado en invierno es la pandemia y las restricciones asociadas.
La razón principal de la cancelación son las restricciones actuales al tráfico internacional y la falta de certeza en cuanto a la posibilidad de llegar al campo base del K2 en diciembre de 2020. “La expedición al K2 es un gran desafío alpinístico, pero también logístico. Desde que regresamos de la expedición al Batura Sar, hemos estado monitoreando varios escenarios posibles, pero en este momento no podemos predecir cuáles serán las condiciones epidemiológicas en el mundo en los próximos meses. Tampoco podemos permitirnos arriesgar la salud de posibles participantes. Por lo tanto, la única decisión correcta y racional parece ser posponer el intento de ascender el K2 durante mucho tiempo”, dice Piotr Tomala, responsable del programa de Himalayismo Polaco Invernal Artur Hajzer.
Los planes y actividades adicionales del programa dependerán del desarrollo de la situación epidemiológica en Polonia y en el mundo. “Por supuesto, el objetivo principal sigue siendo el K2 invernal, pero somos conscientes de los desafíos a los que nos enfrentamos actualmente y del enorme esfuerzo que todos los días ponemos en la lucha contra la pandemia. Nuestra cumbre puede esperar”, resume Piotr Tomala.
Segunda cancelación polaca
Este será el segundo año consecutivo en que los polacos cancelan su expedición al K2 invernal. Su último intento data del invierno 2017-2018, cuando Krzysztof Wielicki dirigió un equipo liderado por Denis Urubko y Adam Bielecki. Tras aquella experiencia, que terminó con una sonora polémica entre Urubko y Wielicki, los polacos se dieron un invierno de paréntesis para conformar un grupo con más posibilidades y nombraron a Piotr Tomala como máximo responsable.
Sin embargo, en mayo de 2019, poco antes de la fecha establecida para dar a conocer los integrantes de la expedición, Piotr Tomala anunció un aplazamiento de un año. Consideraba que no había “suficientes alpinistas experimentados” que les garantizasen opciones de alcanzar la cumbre y planeaba varias expediciones de preparación para solventar esa falta. De ahí surgieron la expedición al Batura Sar del pasado invierno y el previsto reconocimiento al K2 de este verano, cancelado por el coronavirus.
Opciones para el grupo ruso-kirguís y los nepalís
La polaca era una de las tres expediciones que, antes del brote de coronavirus, habían anunciado su deseo de intentar el K2 el próximo invierno. De momento, no ha habido noticias de las otras dos: el grupo ruso-kirguís que logró los primeros Leopardos de las Nieves invernales y la iniciativa nepalí de Seven Summit Treks.
El K2 es el único pico principal de más de 8.000 metros que no ha sido escalado jamás en invierno. Hasta ahora, lo han intentado un total de siete expediciones y nadie ha llegado más allá de los 7.650 metros que alcanzaron Denis Urubko, Piotr Morawski y Marcin Kaczkan en 2003.