Las labores de evacuación del espeleólogo madrileño Cecilio López-Tercero progresan con éxito y el herido ha avanzado hasta un nuevo vivac a -150 metros de profundidad. Hoy se cumple el duodécimo día tras el accidente en la cueva peruana Inti Machay, donde Cecilio quedó atrapado a 400 metros bajo el suelo después de golpearse la espalda y provocarse, según el parte provisional, lesiones en las vértebras lumbares L1 y L2. Él se encuentra estable y animado a juzgar por la carta que ha escrito a sus conocidos.
Desde que se conoció el accidente, la Federación Madrileña de Espeleología (FME) ha coordinado las operaciones de rescate y la recaudación de donaciones voluntarias con las que se están sufragando. Tras varias peticiones infructuosas a los organismos públicos, la federación ha remitido una solicitud formal a la Presidencia de Gobierno y a los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa para pedir apoyo logístico o económico para afrontar los gastos derivados del rescate y de la repatriación del todo el equipo humano y del material.
“Necesitamos que el Gobierno medie con las compañías aéreas para traer el material”
“El socorro no se acaba hasta que no vuelva el último voluntario a casa”, explica el coordinador técnico del Grupo de Espeleosocorro de la FME, Agustín Rodríguez. “Necesitamos que el Gobierno medie con las compañías aéreas para que nos ayuden con el sobrepeso que supone traer todo el material”. Hasta el pasado sábado, el dinero recaudado rondaba los 68.000 € (50.000 en concepto de donativos y 18.000 correspondientes a la cobertura por rescate de la póliza contratada por Cecilio). Frente a esto, la hoja de gastos superaba los 100.000 €.
Varias razones justifican la importante factura de esta operación: la zona donde se ubica la cueva es un área selvática de muy difícil acceso a 1.200 kilómetros de Lima desprovista de los recursos necesarios, por eso se han desplazado hasta allí muchos kilos de equipo de rescate. Por otro lado, las delicadas lesiones de Cecilio obligan a moverlo con mucha cautela, requieren mucho personal (han viajado hasta Perú 58 espeleosocorristas españoles) y mucho material para armar una infraestructura capaz de mover la camilla donde se encuentra en posición horizontal sin golpes bruscos. Dentro de una cueva estrecha, irregular y con zonas de agua y barro, no es una labor sencilla.
Será la familia quien corra con los gastos de su ingreso y tratamiento en el hospital
Ayer por la tarde llegó hasta la cueva el último equipo de voluntarios españoles con las piezas de material necesarias para equipar el tramo final de la cueva por el que debe salir Cecilio. Una vez fuera, un helicóptero prestado por el Ejército Peruano llevará al espeleólogo hasta un hospital y será su familia quien corra con los gastos de su ingreso y tratamiento. “La federación no va a poder apoyar en eso, los familiares están gestionando el caso con el seguro que tenía contratado Cecilio”, apunta Rodríguez.
Espeleólogo experimentado
Cecilio López-Tercero (40 años), conocido como El Pelos entre los asiduos de las cuevas, pertenece al Club GEODA de Madrid, es miembro de la Comisión de Espeleobuceo y fue jefe de Grupo de Espeleosocorro de la Federación Madrileña de Espeleología. Licenciado en Biología por la Universidad de Alcalá de Henares y en Bioquímica por la Universidad Complutense de Madrid, cuenta con una amplia experiencia en campañas de espeleología en España, Sudamérica y África.