La temporada premonzónica de expediciones al Everest está a punto de comenzar. Las agencias ya han empezado a transportar cargas con materiales para montar el campo base a la región del Khumbu, los alpinistas ultiman su preparación antes de tomar sus vuelos a Nepal y todo el mundo está con un ojo puesto en las posibles consecuencias del coronavirus.
Mientras se produce un goteo de cancelaciones de montañeros procedentes de China, Japón y Corea, así como también de Francia, Alemania y España, en Nepal se calcula que la epidemia no afectará demasiado a los números en la cara sur del Everest. Las ausencias de estas nacionalidades se verán probablemente compensadas por los cambios de vertiente tibetana a nepalí que ya se están produciendo, debido a la incertidumbre que genera China, el foco originario de esta crisis. Actualmente, está previsto que haya 30 expediciones en la vertiente sur del Everest esta primavera.
Camino del campo base
Ajenos a la cuestión médica, los sherpas ya están camino del campo base del Everest para empezar a equipar la ruta normal de la cara sur. Según publica The Himalayan Times, un grupo de ocho Doctores de la Cascada partió ayer de Namche Bazaar y se espera que mañana 12 de marzo lleguen al CB para ponerse manos a la obra. Este equipo de avanzadilla está liderado por Ang Sarki Sherpa, e incluye también dos miembros de personal de cocina.
El plan de trabajo del grupo de Doctores de la Cascada pasa por realizar inicialmente una inspección de la Cascada de Hielo. A principios de la semana que viene, con la idea clara del trazado, comenzarían a instalar cuerdas fijas y escaleras allá donde fuera necesario para que los miembros de las expediciones puedan recorrer el caos de hielo con la máxima seguridad.
Los Doctores de la Cascada tienen como responsabilidad equipar el tramo de la ruta normal de la cara sur del Everest que va desde el campo base hasta el campo 2 (6.400 m). Su trabajo, auspiciado por la SPCC (Sagarmatha Pollution Control Committee) que también controla la basura en la montaña, se repercute a todos y cada uno de los montañeros extranjeros que intentarán el Everest y que deberá pagar una cuota de 600 dólares.
Doble carril de cuerdas fijas
A partir del campo 2 y hasta la misma cima, las cuerdas fijas dependen de las principales agencias de trekking, que asignan a algunos de sus mejores especialistas a una tarea crucial que se realiza en total coordinación entre ellas.
Este año, las autoridades nepalíes han incidido en las cuerdas fijas con medidas destinadas a evitar las masificaciones y embotellamientos que tan virales se hicieron el año pasado. De este modo, han decidido que la ruta normal de la cara sur del Everest cuente con doble carril de cuerdas fijas.
Una medida que nace entre interrogantes, puesto que los embotellamientos suelen producirse en pasos donde no hay un espacio obvio para instalar una segunda línea de cuerdas fijas.
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De acá a que hagan una ruta asfaltada hasta la cima y construyan allí mismo hoteles cinco estrellas no falta mucho.
El turismo en todo el mundo no es ninguna industria amigable con el ambiente sino todo lo contrario. Un cáncer para la Naturaleza, la fauna y el espíritu de aventura.
Doble carril, que poca vergüenza tienen