Un año más, la meteorología manda en el Manaslu invernal. Después de dos episodios de mal tiempo que han dejado grosores de nieve que se pueden medir en metros, todavía no está claro cuándo llegará la ansiada ventana de buen tiempo que les permita volver a trabajar la ruta en altitud con el nivel de seguridad mínimo exigible.
De hecho, los partes que manejan los alpinistas hablan de otro frente de tres días, con más nevadas. A medio y largo plazo, el viento y la nieve se mantienen como principales protagonistas de las previsiones. Las esperanzas están puestas ya hacia finales del mes de enero y la paciencia es la virtud obligada.
Lo sabe muy bien Simone Moro, que protagoniza su cuarto intento a esta montaña en invierno, y también Álex Txikon e Iñaki Álvarez, ambos en su segunda tentativa. Todos ellos llevan ya un tiempo en la aldea de Samagaun, pues consideran que todavía no es seguro regresar al campo base del Manaslu, debido al elevado riesgo de avalanchas.
De hecho, realizaron días atrás un vuelo en helicóptero para comprobar la situación de la montaña tras las recientes nevadas y concluyeron que la única decisión razonable era continuar esperando. Así resumía Álex Txikon sus observaciones, analizadas también por el equipo de la compañía Elur en Vizcaya:
Hay una cantidad enorme de nieve en la cascada y en las dos paredes, y no se aprecia ningún signo de avalanchas que hayan purgado de nieve la zona, lo que se traduce en un riesgo muy alto si subiésemos hasta allí. También hemos visto gran cantidad de nieve venteada en la zona del CB, lo que es peligroso. Está claro que tanta nieve no se asienta y estabiliza en cuatro días de sol.

También Simone Moro se expresaba en términos parecidos:
Todavía nos quedan 45 días de expedición y no queremos apresurarnos ni caer en la precipitación. Tras más de 20 expediciones invernales no quiero caer en la trampa de la fiebre de cumbre. Siento que este es el año apropiado, pero no el momento correcto.
Así pues, están sacando el máximo partido de su estancia en Samagaun, integrándose con la comunidad local y aprovechando las jornadas de buen tiempo para mantener su estado de forma realizando algunas salidas por los alrededores.
Stef Maginelle, Sofie Lenaerts, y Paula Strengell se marchan
Algo más de prisa tenían Stef Maginelle, Sofie Lenaerts, y Paula Strengell por apurar sus opciones antes de la llegada de la fecha de regreso que tenían marcada en el calendario, a finales de enero. De hecho, ellos sí regresaron al campo base del Manaslu durante unos días e incluso realizaron una salida para inspeccionar el terreno que los llevó hasta el C1 y un poco más arriba.
No obstante, allí se dieron cuenta de que el riesgo era enorme y que no iban a tener ninguna opción en el par de semanas que quedan para que termine el mes. Así pues, decidieron darse la vuelta y poner rumbo a Katmandú para regresar a casa.
También los acompañó durante un tramo el polaco Oswald Rodrigo Pereira, quien sí permanecerá todavía en la expedición, así como el grupo de sherpas de Seven Summit Treks.

Ja ja ja, pues no sé, pero estos de las expediciones invernales al final dan bastante guerra, tanta noticia para tan poca cosa. Que si no se puede, pues nada, pero que no se pueda no sé si es noticia. Eso sin hablar de la de CO2 que emiten todo el día volando en helicóptero, que les gusta ese cacharro más que a los borbones.
Ahora llegará Nims en helicóptero, hará cima al día siguiente, se hará una foto con la chorra fuera en la cima, bajará al campo base y les dejará un muñeco de nieve a Txikon y Moro. Y todo sin oxígeno suplementario.