Que el Everest es mucho más que una simple montaña hace tiempo que se sabe. A lo largo de la historia, el pico más alto del mundo ha sido utilizado por múltiples razones, desde un laboratorio sobre el uso de oxígeno suplementario o no hasta un ágora donde defender los derechos de la comunidad sherpa.

En los últimos años, el Everest también se había convertido en un campo de pruebas para la introducción del helicóptero en diferentes fases de las expediciones: como principal garante de la seguridad de los expedicionarios, pero también para ahorrar a muchos de ellos las marchas de aproximación o incluso saltarse algún campamento incómodo, o para transportar mercancías al campo base… o más allá.
Estas prácticas han enriquecido a los compañías de helicópteros y han contribuido también a que las agencias puedan abaratar costes, ofrecer más servicios premium y hacer que los materiales lleguen de forma más rápida y segura a destino. Así pues, se han habituado rápidamente a su uso, con el resultado de que las estructuras de campo base son cada vez más extensas y complejas.

Demasiado ruido
En consecuencia, los vuelos en helicóptero por el valle del Khumbu han crecido de forma exponencial. Y las comunidades locales, que antiguamente obtenían un rédito con el alquiler de yaks y de la propia fuerza humana como porteadores, hoy en día solamente se quedan con el ruido de los aparatos sobrevolando sus casas en ambas direcciones.
Teóricamente, el aropuerto de Syangboche, en los alrededores de Namche Bazaar, es el último punto al que se puede llegar por vía aérea y los helicópteros solo deberían volar más allá de ese lugar para realizar operaciones de rescate o trasladar material crítico para las expediciones.
Así las cosas, las autoridades municipales de Syangboche han decidido pasar a la acción y cumplir la normativa a rajatabla, con el beneplácito del Distrito de Solukhumbu y del Parque Nacional Sagarmatha.

Toneladas de material frenadas
La cuestión es que las expediciones no encuentran ahora suficientes yaks ni porteadores para trasladar todo el material destinado al campo base, que se ha quedado detenido en Syangboche. La agencia 8K Expeditions, por ejemplo, ha cifrado en 7.000 kg de material la carga que tiene varada en Syangboche. Seven Summit Treks, por su parte, tendría unos 3.000 kg en Syangboche y otros 20.000 kg todavía más retrasados, en Nunthala.
Porteadores y yaks
Algunas fuentes informan sobre un aumento del tráfico de porteadores y yaks en el camino de aproximación al CB. Todo apunta a que las instalaciones del campamento se podrán montar antes de la llegada de los centenares de miembros de las diversas expediciones, cuya llegada está prevista que empiece a partir de la semana que viene.
En este sentido, el Departamento de Turismo de Nepal informaba hoy que ya ha tramitado un centenar de permisos de ascensión para el Everest, correspondientes a 83 hombres y 17 mujeres distribuidos en 12 expediciones. Vale la pena recordar que solamente los extranjeros necesitan permiso (no los nepalíes). La cifra es provisional y todavía va a crecer notablemente en los próximos días.

- Etiquetas: Everest, helicópteros
Magnifica decisión, actualmente solo falta que las agencias ofrezcan viajes en helicóptero hasta la cima.
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