Segundo abandono entre las expediciones que anhelaban este invierno conseguir la primera ascensión invernal del Nanga Parbat (8.125 m). Después de que Tomasz Mackiewicz y Elisabeth Revol se marcharan hace un par de semanas, ahora es la expedición rusa la que emprende la retirada.
Nickolay Totmjanin, Valery Shamalo, Serguey Kondrashkin y Victor Koval eran los únicos habitantes del campo base de la vertiente Rupal del Nanga Parbat este invierno. Han trabajado muy insistentemente en la ruta Schell de ese lado de la montaña y han realizado dos ataques a cumbre que los han llevado hasta el C4 (7.150 m). En el segundo de ellos, llegaron a resistir un par de noches a esa altura esperando a que amainasen los excesivos vientos en altura, infructuosamente.
Después de un épico descenso bajo unas condiciones meteorológicas deleznables y de reflexionar con tranquilidad en el campo base, han tomado la decisión de regresar a San Petersburgo, de donde todos son originarios. Lo comunicaban así este 6 de febrero a través de un mensaje de texto a Russianclimb.com: «Hoy es exactamente el 45º día desde que dejamos San Petersburgo y, desgraciadamente, el tiempo para nuestra expedición se acaba. La montaña está clara por fin, por primera vez en dos semanas, pero todavía hay cornisas de nieve en la cima debido al fuerte viento. Recogemos el CB y vamos bajando».
Actividad en la vertiente del Diamir
Los rusos abandonan pues cuando todavía queda mes y medio de invierno por delante. Un periodo que pretenden aprovechar los alpinistas que trabajan en la opuesta vertiente del Diamir. Por un lado, se encuentra Daniele Nardi quien, en solitario, tiene intención de ascender por el espolón Mummery. El italiano alcanzaba ayer su cota máxima de este invierno, los 5.600 metros, donde ha instalado el C3. Después de dormir en la base del espolón Mummery, tenía previsto continuar subiendo hoy.
Por otro lado, el resto de alpinistas del Diamir, que en principio estaban repartidos en dos expediciones, están trabajando coordinadamente para equipar la ruta Kinshofer. Por un lado, están Álex Txikon y sus compañeros pakistaníes Ali Sadpara y Muhammad Khan, y por el otro los iranís Reza Bahadorani, Iraj Maani y Mahmood Hashemi.
Según contaba ayer Álex Txikon, la parte baja de la montaña está muy cargada de nieve, lo que dificulta enormemente la tarea de abrir huella en este tramo de la ruta. A pesar de ello, y con muchos esfuerzos, habrían conseguido fijar cuerda hasta una altura de 5.800 m, después de haber instalado su C1 a 5.050 m. Están cerca, pues, del emplazamiento ideal para el C2, que previsiblemente tratarán de ubicar cerca de los 6.000 m.