La meteorología no ha dado demasiadas opciones a las expediciones que pretenden ascender algunas de las grandes montañas de Pakistán esta temporada de verano. El mal tiempo, con cielos permanentemente cubiertos y continuas nevadas, ha protagonizado la climatología de las últimas semanas de forma casi exclusiva.

Entre los damnificados por ello se encuentran los andaluces miembros de la expedición del Club Alpino Ama Dablam al Nanga Parbat. Tienen el objetivo de ascender a través de una nueva ruta o variante que arranca desde el glaciar Diama, pero hasta ahora la progresión ha sido escasa.
Tres días buenos
Los cinco integrantes de la expedición –Manuel ‘Lolo’ González, Enrique Osiel, Íñigo Delgado, Sergio Carrascoso y Carlos M. Santafé– llegaron a los pies de la vertiente noroeste del Nanga Parbat el día 11 de de junio. Días más tarde, conseguían alcanzar un collado situado a 5.350 metros, donde establecieron el campo 1. Apenas han podido ir más allá.
Las crónicas que han mandado desde la montaña cuando la tecnología se lo ha permitido han venido repletas de nieve y más nieve. Las acumulaciones han llegado a sepultar el campo base, que tuvo que ser restaurado, y han obligado a repetir una y otra vez el esfuerzo de abrir huella en cada ocasión en que se han atrevido a tirar para arriba. Además, han sido testigos de grandes avalanchas.
Según cuentan, han tenido dos o tres días buenos a lo largo de las más de dos semanas que llevan en el Nanga Parbat.
Nuevos planes para dos
En este contexto, Enrique Osiel, Íñigo Delgado y Carlos M. Santafé han abandonado la expedición, en la que solamente permanecen como alpinistas el experimentado Manuel ‘Lolo’ González y Sergio Carrascoso. Ellos dos están replanteando la logística para tratar de seguir adelante con su sueño. Juegan a favor las nuevas previsiones meteorológicas, que mejoran el tiempo experimentado hasta ahora, y el hecho de que todavía disponen de un margen de tres semanas para afrontar los objetivos.
Hoy mismo, tenían previsto subir de nuevo al C1 (5.350 m) y completar desde allí el recorrido del glaciar hasta unos 6.000 metros de altitud. En ese punto, colocarían una tienda ligera de dos plazas para realizar las funciones de C2. Estarían localizados frente al serac que deberían escalar a continuación para poder acceder al glaciar superior y seguir progresando.
Según comenta ‘Lolo’, no obstante, sus posibilidades dependen de un cambio en la meteorología y en las condiciones de la nieve: “Si en estos días no mejoran estos dos factores, la montaña nos está ganando la partida. Sergio y yo estamos dando lo mejor que tenemos, pero si allí arriba hay tanta nieve como parece, estamos perdiendo. Quedan días, así que no vamos a rendirnos. Hay partida”.