Las expediciones a las grandes montañas asiáticas siguen casi frenadas del todo debido a la pandemia global de coronavirus. Los poquísimos alpinistas internacionales que se han arriesgado a viajar, no obstante, están obteniendo buenos resultados en sus aventuras. Es el caso del grupo organizado por la agencia Summit Climb al valle de Shimshal que, después de ascender a un cincomil virgen la semana pasada, ha vuelto a tener éxito con un pico sin nombre de 6.105 metros que tampoco constaba como escalado anteriormente.
La ascensión fue culminada durante el fin de semana, bajo unas condiciones meteorológicas perfectas, y conllevó una mayor exigencia que su anterior objetivo, de 5.770 m. Así lo resumían las redes sociales de la agencia, que apunta que todavía les quedan unos días más y que podrían intentar otras ascensiones no programadas (no es necesario sacar permiso para picos de menos de 6.500 metros en Pakistán):
Segunda cumbre virgen alcanzada hasta ahora, hoy a mediodía, por nuestro equipo de aventureros en Pakistán. Esta segunda montaña explorada por nuestro equipo tiene 6.105 metros de altura y la acción de cumbre de hoy ha sido más larga y técnicamente más exigente. Bendecidos con buenas condiciones meteorológicas, el veloz equipo está de regreso en el campo base, hambriento de más acción durante los últimos días en su aislado y pacífico valle. Enhorabuena, chicos!
Camino del Muchu Chhish
Mientras tanto, también en Pakistán, la expedición checa formada por Pavel Korinek, Pavel Bém y Jiri Janak ya está de camino al macizo del Batura, para intentar la primera ascensión del Muchu Chhish (7.453 m), el segundo pico virgen más alto del mundo en la actualidad. Durante los últimos días, han realizado algunas actividades de aclimatación a la altura y se han reencontrado con Essan, el guía local con el que ya trabajaron durante su reconocimiento del año pasado y que volverá a guiarlos a través de los intrincados valles de Hasanabad y Muchulchar.
El equipo checo ha superado el primer contratiempo de la expedición, un accidente de un dron que acabó con el aparato averiado y Pavel Korinek con una mano herida. Jiri Janak se encargó de reparar el dron mientras Pavel Bém curaba la mano de su compañero.
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