Apenas las expediciones comerciales acaban de cerrar el episodio de otoño 2022 en el Manaslu y el Dhaulagiri, y el foco de atención se comienza a desplazar hacia el oeste, en dirección al Cho Oyu. Esta es la siguiente montaña en su calendario ochomilístico, aunque el que hasta hace unos años se consideraba como el pico más fácil de los Catorce supone hoy en día un importante desafío.
De momento, hay que esperar a que se asiente la climatología. Las previsiones para estos días en el Cho Oyu no son tan malas como en el Manaslu y el Dhaulagiri, pero probablemente los alpinistas deberán esperar hasta la próxima semana para poder comenzar a trabajar en la montaña.
China no concede permisos
La principal dificultad, no obstante, no es técnica ni tampoco meteorológica o de condiciones de la montaña, sino más bien política o administrativa. La ruta normal de ascensión al Cho Oyu sube por territorio del Tibet y las autoridades chinas no han emitido permisos de ascensión a ciudadanos extranjeros desde el estallido de la pandemia de Covid-19.
Incluso antes las restricciones ya eran importantes y los cierres fronterizos, moneda de uso común. Lo vivió en sus carnes Nirmal Purja, cuando tuvo que anticipar su ascensión al Cho Oyu a septiembre de 2019 para llegar a la cima antes del cierre anunciado por China en octubre.
Los sherpas, a abrir ruta en la cara sur
Las agencias nepalíes llevan años hablando de abrir una nueva ruta en la vertiente sur, que discurra íntegramente por territorio de Nepal y no caiga en las arbitrariedades políticas de su país vecino. Se considera una apuesta estratégica, que permitiría ampliar la temporada turística de ascensiones.
El pasado invierno, dos iniciativas dieron los primeros pasos en esa dirección. Gelje Sherpa lideró un equipo que lo intentó por un lado de la vertiente, mientras que Mingma Dorchi Sherpa, de la agencia Pioneer Adventure, hacía lo propio por otro lado de la misma vertiente. Ambos grupos progresaron pero se quedaron lejos de la cumbre. Incluso se habló de la unión de ambos grupos hacia el final del invierno, aunque el mal tiempo no llegó a permitir que trabajaran juntos.
Este año, Gelje Sherpa ya anunciado que volverá en unos días al Cho Oyu para intentar rematar el trabajo. Eso sí, no ha precisado si lo hará por la misma ruta que ya intentó hasta los 7.550 metros o por otro itinerario.
Kristin Harila y Grace Tseng buscan los Catorce
También estarán allí Kristin Harila y Grace Tseng. Tanto la noruega como la taiwanesa tienen el sueño de completar los catorce ochomiles. Ambas llevan doce a estas alturas y solo les faltan el Cho Oyu y el Shisha Pangma. Ninguna de las dos ha obtenido permiso de ascensión para el Cho Oyu y, a sabiendas de que no pueden esperar más si quieren escalarlo este año, lo intentarán también por la vertiente sur. Coincidirán allí con el alpinísta húngaro Csaba Varga, que ha unas semanas anunció que intentaría la vertiente sur del Cho Oyu sin oxígeno.
Más difícil lo tendrán para completar su carrera por los 14×8000 en el Shisha Pangma. Este es el único ochomil que se encuentra situado íntegramente en suelo tibetano, con lo que resulta imprescindible recibir un permiso extraordinario de las autoridades chinas. Nirmal Purja lo consiguió in extremis en 2019, cuando todavía no había Covid-19. Kristin Harila mantiene todavía las esperanzas de conseguirlo y de batir el récord de Nims Dai ascendiendo los Catorce en menos de siete meses. Menos optimista es Grace Tseng, quien además lleva la bandera de Taiwan y ha dejado repetidamente opiniones críticas con China en sus redes sociales.

