Kilian Jornet ha completado una aclimatación perfecta en el Cho Oyu (8.188 m). Su cuerpo ha podido ir ganando adaptación a la altura de forma progresiva y en poco tiempo ha sido capaz de lanzarse hacia la parte alta de la montaña. Ascendiendo según su particular estilo veloz en compañía de Emelie Forsberg, consiguió progresar hasta más allá de los 8.000 metros de altura y alcanzar el plató somital del Cho Oyu.

La mejor noticia de cara a su próximo objetivo en el Everest –más allá de si entre la niebla pisó el punto exacto de la cumbre o no– es que el rendimiento de Kilian en la montaña no se vio afectado por la altura. Así pues, el ultrarunner catalán está listo para enfrentarse a su desafío principal de la expedición: la ascensión exprés al Everest (8.848 m) por la cara norte desde el último lugar habitado, el monasterio de Rongbuk.
Él ya ha anunciaba ayer en sus redes sociales que se dirigía hacia el Everest, mientras Emelie Forsberg regresaba a casa para prepararse para la temporada de carreras por montaña. En el campo base de la vertiente tibetana lo espera su equipo de Summits of my Life, con el realizador Seb Montaz a la cabeza, ansiosos por dar el pistoletazo de salida a un proyecto que llevan años preparando.
¿Cómo se encontrará el Everest?
La situación en el Everest esta primavera se encuentra en un momentáneo stand by, tanto por el lado sur como por el norte. En la vertiente nepalí, que tradicionalmente inicia sus jornadas de cimas unos días antes que la tibetana, se esperaba que el equipo de sherpas encargados de fijar las cuerdas en la parte alta de la montaña la llevaran ayer hasta la cumbre, después de haber alcanzado el Balcón (8.400 m) el lunes. Sin embargo, comenzó a nevar y las temperaturas cayeron demasiado para que pudieran ir más allá del C4 y completar la tarea. En cambio, descendieron al C2 desde donde se prepara la estrategia para terminar la fijación de las cuerdas hasta la cima en cuanto el tiempo lo permita.
Del lado tibetano –el que más interesa a Kilian Jornet puesto que será por el que él tratará de ascender–, el equipo encargado de fijar cuerda ya habría alcanzado la cota 8.300 m, según el testimonio de Ralf Dujmovits. El alpinista alemán de 55 años busca en el Everest cambiar de lista de los 14 ochomiles con oxígeno a los 14 ochomiles sin oxígeno, en su séptima expedición a la montaña más alta del mundo. También él, desde su atalaya en el CBA (6.300 m) apunta que el mal tiempo se ha instalado en el Everest, con una intensa nevada.
De este modo, en ambas vertientes se espera que la cuerda fija llegue a la cumbre antes del fin de semana. Aunque habrá que estar muy pendientes de la meteorología, puesto que las previsiones actuales dan precipitaciones de nieve en todas las cotas durante la próxima semana, que algunos apuntan incluso como un inicio prematuro del Monzón.
Otro elemento a tener en cuenta será la cantidad de gente que intentará la montaña al mismo tiempo en cuanto se abra finalmente una ventana. Por la ruta normal de la cara norte, se calcula que podrían acumularse entre 200 y 250 personas, lo que podría obligar a Kilian Jornet a buscar una ruta alternativa menos frecuentada o bien a esperar a una segunda ventana de buen tiempo, una vez las expediciones comerciales se hubieran retirado tras haber hecho cima. La situación en la cara sur es todavía más preocupante, con entre unas 600 y 750 personas en la ruta normal según la fuente.