El proyecto fuerte de Kilian Jornet en el Himalaya es el Everest, donde quiere culminar su reto Summits of my Life. Antes de ir a por él quería ascender el Cho Oyu con su compañera Emelie Forsberg. Era un objetivo ambicioso pues para ello disponían de solo dos semanas. Kilian quería compartir con Emelie el que podría ser su primer ochomil y, también, aclimatar para el Everest.
Sincero, como debe serlo siempre un buen deportista, Kilian explicaba hoy en sus redes sociales que cree que alcanzó la cima pero que no lo puede asegurar con rotundidad: «En algún momento creo que llegué a algo que me pareció que lo era. Honestamente, no estoy seguro porque lo único que veía eran mis pies; pero sé que, como mínimo, estaba muy cerca».
Hemos hablado con Carlos Suárez, quien ha ascendido este ochomil. Se muestra impresionado con el horario realizado por Kilian: salir a la una de la madrugada del campo 1 a 6.400 metos, alcanzar la cima situada a 8.201 metros (o sus alrededores) a las 3 de la tarde, estar de regreso en el campo 1 a las 6 de la tarde y de allí marchar al campo base. «Son casi dos mil metros de desnivel desde el campo 1 hasta la cima para desde ella regresar al campo base que -creo recordar- dista 11 kilómetros del pie de la montaña… es una barbaridad. Es un máquina».
Le hemos pedido también a Carlos Suárez que nos describa la cima del Cho Oyu: «Es un plató muy grande, ligeramente ascendente, que se puede tardar en recorrer -depende de la persona y del estado de la nieve- hasta dos horas para alcanzar la cima. En plan rápido, si eres una persona fuerte y la nieve está dura, puedes tardar 20 minutos, Kilian seguro que tarda menos… Siempre han dicho que estás en la cima cuando alcanzas un punto en el que ves el Everest y el Lhotse, aunque en mi opinión no es verdad del todo, pues desde que ves estas montañas hasta que llegas al final del plató aún te quedan unos diez minutos (dependiendo de la persona y condiciones de la nieve). No es una cima definida. El plató comienza a poco más de ochomil metros, son doscientos metros hasta la cumbre».
Este es el texto que Kilian han escrito contando su experiencia:
«¡Ya estamos de vuelta después de 10 días en el Cho Oyu! Emelie vuelve a casa para preparar la temporada de carreras y yo me centraré ahora en el Everest.
El año pasado nos inspiró mucho ver cómo Adrian Ballinger y Emily Harrington consiguieron llegar y escalar el Cho Oyu en solo dos semanas. Pensamos que nos encantaría probar y ver cómo afectaba a nuestro cuerpo la aclimatación y hasta qué altura podríamos subir.
«Me impresionó mucho la capacidad de Emelie»
Escogimos un ochomil con una aproximación accesible para poder llegar rápido. Tras participar en Mezzalama, solo tres días después estábamos en el campo base chino (4.900 metros). Al día siguiente alcanzamos el campo base avanzado a 5.600 m. Nos sentíamos muy bien, pero el tiempo no acompañó.
Después de 9 días, el 7 de mayo lanzamos el ataque, que empezó en el campo 1 (6.400m) a la 1 de la madrugada. Fue una noche muy fría y ventosa. Escalamos hasta los 7.500 metros y esperamos en una grieta hasta que salió el sol para poder calentarnos un poco. Seguimos y, en las bandas amarillas (7.500 m), Emelie decidió darse la vuelta. Se esperaba que el tiempo empeorase, que cayese nieve, y había una sección técnica sin equipar que estaba demasiado expuesta para meternos cansados como estábamos. Me impresionó mucho la capacidad de Emelie, pues escaló muy rápido, y nunca había estado a más de 6.000 metros.
«Honestamente, no estoy seguro porque lo único que veía eran mis pies»
Yo decidí seguir. Las bandas amarillas eran más técnicas de lo esperado, con hielo fino y zonas mixtas. Alrededor de los 8.000 metros empezó a nevar mucho y seguí desde la última sección de roca hasta el plató somital. Seguí avanzando sin visibilidad hacia lo que creía que era la cima. La del Cho Oyu no es puntiaguda, así que en algún momento creo que llegué a algo que me pareció que lo era. Honestamente, no estoy seguro porque lo único que veía eran mis pies; pero sé que, como mínimo, estaba muy cerca. ¡Estoy muy contento! Esto fue a las tres de la tarde.
No me demoré y empecé a bajar. Cogí una vieja cuerda encontrada y monté un rapel por la parte más empinada de la zona amarilla. Llegué al campo 1 a las 6 de la tarde. Emelie ya había empaquetado nuestra tienda y se había marchado para abajo. Estaba helado y bebí algo caliente que me ofreció un alpinista. Después descendí hasta el base avanzado, donde me esperaba Emelie».
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- Etiquetas: Cho Oyu, Kilian Jornet
66 comentarios
Pues yo leo el artículo y no veo el problema en ningun sitio… y lo releo y tampoco… Joder, que ganas de generar polémica donde no existe!!! Puede que no te guste lo que hace, puede que te fascine, pero polémica, mentir o no aclarar… os juro que no veo donde. Lo que si veo y se comenta poco es el tiempazo que ha marcado. Ah, y al señor Bruce lee del comentario #10: Hay que tener mal gusto, poca sensibilidad y nula educación y respeto…
Elwood, él juega a otra cosa. En este caso la cuestión es el cómo, no el qué. Para muchos de nosotros, y apostaría que también para él, si hubo o no hubo cima exactamente es secundario en este caso particular. Pero bueno, allá cada cual con sus inquietudes y valoraciones. Y punto 😉
Para los que piden rigor Que sí, cansino, que nadie discute que es un máquina, que hace barbaridades, que está a otro nivel… Que sí, no sigáis con lo mismo. Pero a él, como a todos los demás, hay que pedirle pruebas. Y no ha aportado ninguna. Punto.
Elwood…enchufó el GPS…lo hizo… lo que ocurrió es que lo hizo tan rápido que no le dio tiempo a mirarlo, cuando ya lo había guardado…ser el mas rápido del mundo tiene sus desventajas…
Otro afectado por el sindrome «sensación de cima». Ya tenemos varios casos parecidos. Pronto podremos hablar de epidemia.
Por no hablar de que, si le importa la cima del Cho Oyu sólo por la propia cima, el día que le salga de los cojones se hace la normal jumareando como muchos otros alpinistas de «postín» y fin de la historia. Puede gustar lo que hace este tío o no gustar… pero lo que no se puede discutir es que él juega a otra cosa. Al loro… subir el Everest sin acampar ni vivaquear ni nada de nada, corriendo, … Es único en su especie.
Para los que piden rigor y seriedad, no estaría de más valorar que el GPS tiene un cierto margen de error que, a mayor abundamiento, se ve afectado por condiciones climatológicas severas (nieve y frío extremo, sin ir más lejos). Por lo tanto, si llegó al plateau somital es posible que, aún con GPS, con la señal debilitada por la climatología, los resultados del GPS sean imprecisos o no concluyentes y, por ello, prefiera no publicarlos.
¿Summits of my life es un proyecto personal? Pues vaya, será porque no lo ha publicitado y vendido. Un concepto muy extraño de lo que es personal. Me parece estupendo que se gane la vida así y que lo disfrute además pero que no nos lo quieran colar como algo «amateur» y desinteresado, es un profesional y va a sacar partido de ello. Por otra parte, va siendo demasiado habitual ese vago concepto de la casi cima, muy vigente desde hace un tiempo.
Sin pruebas, tiene la misma validez decir que ha llegado a la cima o al plató somital. Joer, que no es por criticar, es que lo único que tiene que hacer es enchufar el gps y mirar a dónde ha llegado. Así de simple. Que no cuesta nada. Si no lo hace, es que no llegó tan arriba.
Kilian en ningún momento ha dicho que haya hecho cumbre. En su nota en inglés dice claramente que estaba cerca pero que no puede asegurar haber pisado la cumbre, ¿cuál es el problema? la verdad es que no entiendo las críticas. Otra cosa es que Desnivel lo traduzca como «creo haber hecho cumbre» y que todo el mundo entre al trapo. En la nueva noticia ya hablan de que «llegó al plató somital del Cho Oyu», mucho más fiel a lo que el propio kilian dijo.