Karl Egloff y Nico Miranda ya miran a la cima del Makalu (8.463 m) de tú a tú. Los alpinistas y corredores de montaña ecuatorianos se sienten perfectamente preparados para lanzar un intento de ascensión exprés al quinto pico más alto del mundo. Para ello, están terminando de perfilar los detalles con la máxima precisión y tienen en mente hacerlo este mismo miércoles 11 de mayo, si se cumplen todas las previsiones.
En el audio que adjuntamos, Karl Egloff cuenta todos los detalles.
Entrenamiento y aclimatación hasta 8.000 m
En su última salida a la montaña, a finales de la semana pasada, Karl Egloff y Nico Miranda realizaron una especie de simulacro de ascensión exprés con la idea de tocar los 8.000 metros por primera vez. “Queríamos ver cómo nos iba con la vestimenta, con la comida, con la hidratación…”, explica el propio Karl Egloff, y todo les fue “muy bien”.
Partieron desde el CBA (5.700 m) a las doce de la noche y se sintieron “muy sólidos y muy bien” hasta más allá del campo 4 (7.600 m), donde comenzaron “a sentir muchísimo la altura y empezamos a movernos más lentos; fue un infierno porque te hundías hasta la rodilla y cada paso que dabas sentías un martillazo de la altura”. En esta ocasión se vieron obligados a abrir huella desde el C3.
Una vez superados los 8.000 metros de altitud, se dieron la vuelta para regresar de nuevo a la seguridad del CBA. No quisieron continuar hasta la arista somital para evitar que la tormenta prevista se desatara antes de que pudieran llegar a sus tiendas. Al final, realizaron el camino CBA – 8.020 m – CBA en un total de 19 horas.
Intento detrás de las comerciales
De cara a su intento de ascensión exprés al Makalu, calculan que podrían realizar la ascensión completa en unas 14 horas. Para ello, cuentan con aprovechar la ventana de buen tiempo que las previsiones meteorológicas auguran que esté abierta desde hoy mismo y hasta el miércoles 11 de mayo, pues a partir del 12 de mayo se esperan fuertes nevadas.
La idea de los dos ecuatorianos sería ascender hacia el final de esa ventana, por detrás de los más de treinta expedicionarios con los que compartirán ruta. De este modo, no se verían ralentizados por la acumulación de personas en pasos concretos y además podrían beneficiarse de una huella perfectamente pisada a lo largo de toda la ascensión.
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