El Ama Dablam, una montaña con tendencia a las complicaciones, en solitario. Jonás Cruces, Guía e Instructor de Alta Montaña, fotógrafo, coordinador y promotor de TodoVertical hace cima en la ya mencionada cumbre del Nepal, en un tiempo casi invernal y en una ascensión express sin compañía. Será porque pertenece a una extirpe montañera (su madre le inició en el monte y su hijo, de cinco años, escalaba el Naranjo de Bulnes en junio de este año), pero no se amilanó cuando en tan tardía época dos expediciones americanas (con más de una docena de componentes) se retiraban del ataque a cima por el intenso frío y la violencia del viento, dejando solo a Jonás.
Éste, aprovechando una tregua en el clima, ascendía desde el Campo 2 hasta la cumbre (6.856 m), saltándose los campos intermedios y realizando la ascensión en un tiempo inferior a las ocho horas. Tras superar la última arista, donde el viento soplaba hasta a 60 km/h, lograba la cumbre, sirviéndose de su actividad para realizar un tributo a Guillermo Mateo, desaparecido en enero en el Ama Dablam cuando se precipitaba al vacío mientras buscaba un lugar para establecer su vivac.
Jonás lo ha logrado de forma limpia, alpina, veloz y sin ningún tipo de apoyo externo, en una montaña que requiere un nivel de compromiso, técnica y experiencia que no todo el mundo puede asumir. Con una mochila de 18 kilos a la espalda, Jonás Cruces, escala una montaña con un recuerdo amargo y reciente, y espanta algunas nubes negras que se cernían sobre sus faldas.
Preparación y motivación
Cruces se encontraba descansando en Katmandú, de una expedición que él mismo guió al Island Peak (6.189 m), cuando decidió que el Ama Dablam en solitario era una buena idea. Desde muy temprana edad, Jonás, se educó en la montaña, escalando en Europa, Yosemite, Canadá, Perú y Chile. En Madrid, ha abierto o reequipado cerca de 30 líneas. Entrenado en el hielo y en las actividades invernales (Alaska, Suramérica, Himalaya y Karakorum), ha guiado montañeros desde las Castor y Pollux (4.228m y 4.091m) hasta el Stok Kangri (6.150 m, India) y ha firmado repeticiones de primer nivel.
Buscando un ejemplo encontramos la tercera ascensión a la vía Eslovena del 96 (900 m, MD/MD+) al Ranraplaca. Más de diez horas de escalada nocturna, completando casi 1.000 metros de pared, con tramos mixtos, pasos de 90º y acompañado por un joven alpinista mejicano, Emiliano Fernández. Aquella ascensión cerraba un brillante periplo por la Cordillera Blanca, donde también hacía cima en el Alpamayo (5.947 m), Artesonraju (6.025m) y Churup (5.447m). Esto ocurría hace siete años.
Fuente: todovertical.com, barrabes.com