Parece que la temporada de expediciones a los ochomiles del Himalaya de la primavera de 2019 va ser una de las más interesantes de los últimos años desde el punto de vista del alpinismo más auténtico. Se han anunciado expediciones para intentar abrir rutas nuevas en la cara norte del Everest, en la cara noroeste del Annapurna o en la cara sur del Lhotse, y ahora se suma un nuevo proyecto, liderado por Horia Colibasanu y Peter Hamor, que tratarán de abrir la arista noroeste del Dhaulagiri.

El equipo estará formado también por el rumano Marius Gane y aplicará un estilo en el que no intervienen sherpas ni oxígeno embotellado. Actualmente ya se encuentran en Nepal, realizando la fase preliminar de aclimatación a la altura en la región del Annapurna. Tienen previsto iniciar el trekking de aproximación el 10 de abril e instalarse en el campo base hacia el 16 de abril.
Curiosamente, tanto Peter Hamor como Horia Colibasanu ya han escalado el Dhaulagiri, una montaña que los fascinó y que los ha inspirado para buscar un nuevo trazado.
La última arista virgen
El Dhaulagiri (8.167 m), conocido como la Montaña Blanca, tiene una característica forma piramidal, con aristas bien marcadas. De todas ellas, solamente permanece virgen la arista noroeste. De hecho, dos rutas que nacen respectivamente en la cara norte y en la cara oeste, enlazan con dicha arista a unos 7.600 metros y siguen por ella hasta la cumbre. Pero la arista noroeste no ha sido recorrida jamás de forma integral.
Se trata de un recorrido largo, de unos 7 km de longitud, y con uno de los desniveles más pronunciados del mundo: la escalada comienza a 3.700 metros de altura, con lo que hay que salvar 4.500 metros de desnivel para llegar a la cumbre. El tramo más complicado de toda la ascensión se concentra al principio, donde se eleva un contrafuerte rocoso bastante empinado de 1.800 metros de desnivel.
La segunda parte de la ruta, entre los 5.500 m y los 7.600 m, es la aparentemente más sencilla. A partir de los 7.600 m, se eleva el relieve conocido como los Picos de la Catedral, última dificultad antes de alcanzar la cumbre.
A lo largo de la historia, varias expediciones se han fijado en la arista noroeste del Dhaulagiri, aunque solamente ha habido un intento sobre el terreno. Fue el protagonizado por Valery Babanov y Nikolay Totmyanin en 2008. Los rusos escalaron los primeros 1.200 metros de desnivel antes de darse la vuelta a una altura de unos 4.900 m debido al mal tiempo, las grandes dificultades técnicas y la presencia de amenazantes seracs.
La desaparición de Quico Dalmases
Si Horia Colibasanu, Peter Hamor y Marius Gane tienen éxito en su tentativa, pasarán por el lugar en que Jordi Canyameres y Quicu Dalmases vivieron su trágica aventura en el Dhaulagiri en 1989. La cordada catalana ascendió en estilo alpino desde la cara oeste, pero no pudo ir más allá de los 7.600 m. Mientras Canyameres emprendió un épico descenso en solitario por la cara norte, Dalmases intentó llegar a la cumbre y desapareció en algún punto de la arista noroeste.
- Etiquetas: Dhaulagiri