El intento que estaban realizando Herve Barmasse y David Göttler de escalar la pared más grande del mundo (el Rupal del Nanga Parbat), un equipo de dos personas, en estilo limpio (sin utilizar cuerdas fijas), alpino y ligero, era sin duda una de las actividades más interesantes que se estaban llevando a cabo este invierno en el himalaya. No sólo desde un punto de vista puramente deportivo sino también, y sobre todo, de respeto a la montaña.
Así ha transmitido Herve Barmasse en sus redes sociales los motivos que les ha hecho tomar la decisión de abandonar:
«Un estilo que respeta a la montaña y en consecuencia al hombre»
«Nunca me arrepiento de ninguna experiencia que tengo y ciertamente no me arrepentiré de esta. Creo que podemos escalar la pared más grande del mundo (el Rupal del Nanga Parbat -8126 m-) en invierno y en un estilo limpio, ligero y alpino. Un estilo que respeta la montaña y en consecuencia el hombre. Evidentemente no es fácil pero el límite, si es que lo hay, es el buen tiempo que nunca llega… Y desde luego no son las capacidades mentales, físicas y fisiológicas de humanos y montañeros las que pueden aspirar a hacer algo mejor que llenar de cuerdas fijas nuestras montañas que ya están quedando cubiertas de plástico lo mismo que nuestros océanos.
Con David, en los pocos días que hemos tenido con buenas condiciones ascendimos más de la mitad de la pared con una mochila de poco más de 10 kilos, sintiéndonos bien, mejor de lo que me esperaba.
Evidentemente, en invierno hace frío, hay mucha nieve, pero gracias a estas características la escalada es aún más fascinante, bonita y comprometida. Y para mí, el alpinismo es y será siempre esto. Exploración y aventura. Pero ahora, con mucha amargura, tenemos que despedirnos de nuestro sueño porque los pronósticos a largo plazo prevén la llegada del Jet Stream (Corriente en Chorro) con vientos de 70 a casi 200 km/h. Y como sucede en la mayoría de las ocasiones, después de tan fuertes vientos se reanudarán las fuertes nevadas haciendo inútil la espera de los últimos 15 días de febrero. Por eso hemos decidido no aplazar el final de la expedición sino mantener el programa original y volver a Italia a finales de mes, para concentrarnos en los demás objetivos que tenemos para este 2022.
Un agradecimiento especial a todos los que habéis seguido, animado y hecho sentir parte de una gran familia, una comunidad que ama las montañas y las respeta. Os mando un abrazo desde Pakistán»
Por su parte David Göttler lo explicaba así:
«No haré nada de lo que me arrepienta».
«Creo firmemente que gran parte de lo que sucede en la vida es el resultado de las decisiones que tomamos. La suerte también está definitivamente en la mezcla, más aún en las opciones que la vida nos presenta: pero en última instancia, siempre hay opciones.
En el contexto de nuestra expedición invernal al Nanga Parbat, estas son algunas de las elecciones que hicimos desde el principio:
La primera decisión fue escalar en un estilo alpino muy ligero formando un equipo de dos personas. Sin cuerdas fijas ni campamentos fijos.
La segunda elección que hicimos antes de salir de casa fue que no nos pasaríamos todo el invierno sentados en el campo base esperando.
Ahora estamos haciendo nuestra tercera elección:
El pronóstico del tiempo a largo plazo confirma que no hay una ventana de tiempo decente en el horizonte. El Jet Stream se encuentra confortablemente estable justo encima de la cumbre del Nanga Parbat. (La Corriente en Chorro es un sistema de viento muy fuerte a altitudes muy altas que a menudo interfiere con la escalada en montañas de 8000 metros ¡pero que los aviones a menudo aprovechan cuando es viento de cola!).
Así que nuestra tercera opción es terminar nuestra expedición ahora. No es una decisión fácil, pero hemos pensado detenidamente, discutido sin cesar y escuchado nuestras emociones para poder tomarla.
¿Fueron estas las elecciones correctas? Para nosotros, sí. La primera elección, sin duda alguna. El segundo y el tercero: tal vez aparezca una gran ventana climática en un par de semanas que hubiera sido perfecta, pero hemos optado por no correr el riesgo de sentarnos interminablemente en el frío esperando esa pequeña oportunidad.
Estoy feliz con lo que he aprendido y con el tiempo que he pasado aquí. Ahora es el momento de seguir adelante.
He estado leyendo Musashi de Eiji Yoshikawa mientras estuve aquí, y me viene a la mente una gran cita: “No haré nada de lo que me arrepienta».