La tercera (o segunda para quien tenga en cuarentena los catorce de Oh Eun-sun por las dudas sobre el Kangchenjunga) mujer en subir los Catorce, después de la coreana y de Edurne Pasaban, y primera sin oxígeno los ha escalado además en un estilo bastante ligero. En otra entrevista publicada en Desnivel 277, (en 2009 cuando ya sólo le faltaban Everest y K2) ya nos explicaba que su idea de cumbre pasaba por pisar sin duda el punto más alto y saber demostrarlo y que los propios alpinistas deberían ser los más interesados en la verdad; o su interés por escalar los Catorce sin oxígeno y sin porteadores de altitud (en un ochomil estuvo con un sherpa que llevó exclusivamente su propio equipo). Ahora, además de saber más sobre K2, Everest y otras expediciones, queríamos contrastar su opinión sobre algunas críticas que desde Italia –seguramente por su “competencia” con Nives Meroi– se pusieron negro sobre blanco en artículos publicados en internet o en el reciente On top de Reinhold Messner.
¿Cuál es tu primer recuerdo en la montaña? Las caminatas y escaladas que hacía con el sacerdote de mi pueblo en la Alta Austria. Hay muchos recuerdos imborrables, por ejemplo cuando tenía 12 años de edad, la primera escalada con cuerda en el Sturzhahn (III-IV grado ?).
Antes del Broad Peak en 1994, ¿cuál había sido la montaña más alta y/o difícil? Antes del Broad había escalado mucho en roca y en hielo en Dolomitas y los Alpes orientales. Mi montaña más alta era el Mont Blanc. Ya lo sé, no soy un buen ejemplo sobre cómo comenzar a escalar en altitud. ?
¿Has leído On Top de Messner? ¿Qué piensas sobre sus comentarios acerca de ti, Oh Eun-sun, Edurne? He decidido no leer este libro. No estoy interesada en él.
Alison Hargreaves no tocó las cuerdas fijas cuando escaló el Everest y Elizabeth Hawley inventó un concepto, «sin ayuda», para expresar que no estaba sola pero no había utilizado ayuda externa. ¿Has hecho lo mismo escalando tus ochomiles, no sola, sino con tus compañeros de cuerda?¿en cuántos ochomiles? Nunca subí sola, pero sí sin porteadores de altura siempre y, cuando fue posible, sin cuerdas fijas. En el Everest usé las cuerdas fijas, –que estaban colocadas– en el Primer y Segundo Escalón [el Segundo Escalón está equipado además con una escalera metálica, los únicos (que se sepa) que lo han escalado en libre han sido Oscar Cadiach, Theo Fritsche y Conrad Anker; los alpinistas chinos autores de la primera ascensión se ayudaron con un paso de hombros].
En el Dhaulagiri no usé las cuerdas fijas y en el Broad Peak tampoco. Ni tampoco en el Shisha Pangma [cara suroeste y descenso por la normal] ni en el Annapurna (ambos los subimos en puro estilo alpino). En el G1, Ralf, Hirotaka y yo fijamos una cuerda a lo largo del Corredor de los japoneses. Mis primeros picos de 8.000 metros los hice con unos amigos de Austria. En el Cho Oyu (entre C1 y C2) y también en el Makalu (hasta el Makalu La) fijamos algunas cuerdas.
En el Manaslu usé las cuerdas entre el C2 y C3 que un equipo noruego había fijado unas semanas antes.
[En el K2, su expedición equipó parte de la ruta hasta el C4 y después realizaron un duro «día» de cumbre final con vivac incluido ].
¿Cuáles fueron tus sentimientos y pensamientos cuando [por segunda vez] fuiste al corredor Hornbein y luego subiste por la normal? ¿Se trata de un éxito o un fracaso? En el primer momento sentí decepción, pero sólo teníamos dos posibilidades: dar por acabada la expedición, o cambiar a la ruta normal. Y también subí muy feliz por ahí. La cara norte seguirá allí y yo tengo la posibilidad de intentarlo de nuevo ?
Para Ralf y yo una expedición siempre tiene éxito cuando volvemos a casa sanos y salvos.
¿Cuál es tu opinión sobre esa ruta? ¿Algún consejo para los siguientes pretendientes? Es una línea muy bonita y muy directa. La próxima vez me gustaría intentarla a finales de verano / principios de otoño. En la primavera [primer intento] había gran cantidad de hielo azul en el principio. En nuestro segundo intento en 2010, después de las fuertes nevadas, las condiciones eran mucho mejores, pero caían muchas avalanchas. Ralf y yo nos sentíamos en peligro constante [también le pasó a Alberto Zerain, a quien de hecho le cayó encima una avalancha importante].
Explícanos cómo pudiste salir de la tienda cuando cayó la avalancha en el C2 del Dhaulagiri, cuando lo intentaste en 2007. En el arnés siempre llevo una pequeña navaja, regalo de Ralf durante un viaje de escalada por Dolomitas. Moviendo la mano muy despacio pude cortar el tejido de la tienda. Por suerte solo había 40 cm de nieve suelta sobre nosotros.
[Estaba acampada al lado de la tienda de Ricardo Valencia y Santiago Sagaste, y en una entrevista anterior (Desnivel 277) nos explicó que la razón principal de haber sobrevivido seguramente habría estado en que ella (que se había integrado en la expedición aragonesa por enfermedad de su compañera) acababa de poner la tienda (en la que dormía con Javier Serrano) y la avalancha la arrastró, pero la de Ricardo y Santi había sido puesta tiempo atrás y su suelo estaría probablemente soldado a la nieve y no rodó sino que fue aplastada (en este C2 también falleció en las mismas circunstancias Chantal Mauduit y su sherpa Ang Tsering en 1998). A continuación excavaron para rescatarles pero los encontraron sin vida después de dos horas; después, ambos fueron ayudados por los compañeros que estaban en el C1].
¿Hubo algún ochomil que encontraras más difícil o más fácil de lo previsto? Cada ochomil me lo tomé muy en serio. Nunca sabemos cuáles van a ser las condiciones, y cada año podemos encontrar circunstancias diferentes.
¿Crees que habrías subido los Catorce Ochomiles sin Ralf? El Annapurna, el Shisha Pangma por la cara sur, el Hidden Peak y el Broad Peak los subí con Ralf hasta la cumbre y esos momentos son los que más me han gustado. Nunca se me pasó por la cabeza pensar cómo habrían sido las cosas sin él. Incluso cuando escalé con nuestro amigo David Göttler sabía que Ralf estaba mentalmente conmigo. Nos damos mucha energía uno al otro y esto también es porque permitimos que el otro haga lo que crea que es acertado hacer [tanto en el Everest como en el K2 Ralf renunció a intentar la cima durante la escalada final; en el Everest se quedó en el último campamento y en el K2 bajó hasta el CB]. Para responder en pocas palabras: también habría elegido escalar los Catorce Ochomiles sin Ralf.
Últimamente estamos acostumbrados a que hacerse de noche bajando de cima de un ochomil sea sinónimo de tragedia, pero no es así en ocasiones como vuestro descenso del K2 o el de Jordi Corominas en el día de cima de la Magic line, o lo que Wielicki denominaba «elemento del programa». ¿Cuándo puede uno permitirse hacer una cima tarde y bajar tarde? He bajado muchas veces de noche después de la cima porque quería llegar al campamento base o bajar tanto como pudiera. Así que estoy acostumbrada. Después de la cima del Everest, por ejemplo, Ralf y yo bajamos hasta el CBA de la normal y llegamos a la 1.30AM. En el K2 sabíamos, desde por la mañana, que se nos haría de noche así que llevábamos suficientes pilas de repuesto para las frontales. Si la oscuridad no te coge por sorpresa y estás preparado para ella, todo está bien.
¿Estás de acuerdo en que los años 80 fueron la Edad de Oro en los ochomiles? Si es así, qué ha ocurrido desde entonces? No es oro todo lo que reluce… incluso antes de los 80… para el primer ascenso sin oxígeno del Everest los sherpas portearon el equipo hasta el Collado Sur, por ejemplo.
En los años 80, los británicos y especialmente los polacos estuvieron muy fuertes, la mayoría de las primeras invernales fueron hechas entonces. O escaladas como la pared resplandeciente del G4 [la cara oeste)], por Wojciech Kurtyka y mi compatriota Robert Schauer que fueron hechas en un estilo muy pero que muy impresionante.
Después de los 80 las expediciones comerciales absorbieron el interés de los medios de comunicación. Por desgracia, el estilo y la calidad de las ascensiones eran menos limpios, al menos los de las expediciones que conseguían el interés del gran público.
¿Y estás de acuerdo con Ralf y Loretan [el primero al que oímos mencionar esta opción] en hacer dos listas diferentes, con oxígeno y sin oxígeno… aunque Ralf quede fuera de la mejor? Todo el mundo debería subir en el estilo que le gusta, siempre y cuando diga la verdad honestamente después.
Ralf no tiene ningún problema por no estar en la lista de los que subieron sin oxígeno. Él volverá al Everest la próxima primavera, quizá pueda cambiar de lista después de todo ?
¿Cómo te sientes después de haber subido los 14 8000s? Me sentí feliz, muy liberada y relajada, pero tenemos un montón de proyectos e ideas y es bueno poder abrirse otra vez a cosas nuevas.
¿Cuáles son tus próximos proyectos? Antes del Everest intentaremos un sietemil bonito y poco visitado. Después me uniré a Ralf, como si él se unió a mí en los últimos años en el K2, pero sólo hasta 8.000, no más.
¿Algún consejo para quienes quieran subir sus primeros 8000s? Tomaos vuestro tiempo y cosechar tanta experiencia como sea posible en montañas de menor altura. Y algo más: beber, beber, beber. Más cuanto más arriba.