Si en 2015 el fuerte viento y las temperaturas bajo cero provocaron que David Lama y Conrad Anker tuvieran que dar la vuelta a únicamente 300 metros de la cima, en esta ocasión fue un tema de salud el que impidió a estos dos escaladores alcanzar la cima del Lunag Ri (6.895 metros), uno de los últimos picos sin coronar que quedan en el Himalaya.
Contaban los dos escaladores tras el fallido primer intento que el Lunag Ri cuenta con la dificultad añadida de saber que cuando el sol da de lleno en la pared, la parte alta es más peligrosa por el riesgo de caída de rocas.
En esta ocasión no tuvieron ni la oportunidad de enfrentarse a este problema, ya que el infarto sufrido por Anker les impidió alcanzar la cima, como se puede observar en el vídeo que acompaña a esta noticia. Conrad Anker había empezado a sentir un dolor persistente en el pecho cuando estaban a 6.000 metros de altura.
A pesar de que descartaron que fuera por el mal de altura, decidieron descender pero el estado de Anker no mejoró. Tras el rescate en helicóptero y el traslado a un hospital de Katmandú, fue operado de urgencia y actualmente se recupera satisfactoriamente.
Tras la evacuación de su compañero, David Lama permaneció en el campamento y decidió realizar un último intento a la cima. En una entrevista que se publicará en el número de la revista Desnivel de febrero, Lama comenta que «a pesar de que el primer día terminé muy cansado, fue bien y pude descansar, pero la segunda jornada tenía partes más difíciles y tuve que subir y bajar muchas veces para asegurarme. Me quedé a 200 metros de la cima. El tercer día supe que si iba hasta la cumbre no iba a tener energía para bajar y, además, no tenía gas. En resumen: si quería sobrevivir tenía que bajar”.