¿Como afrontas el K2?
Con muchas ganas, porque aunque se me conoce sobre todo como esquiador demontaña, soy en realidad alpinista y escalador (risas). He hecho bastantescosas, en Alpes (la norte del Eiger este verano, el PilarCentral de Frêney), Dolomitasy Yosemite (The Nose, Salathé, North American Wall, Half Dome), además de unaexpedición al Nanga Parbat en 1990. Intentaré prepararme durante unos días enChamonix cuando acabe la temporada de esquí de montaña, aunque laaclimatación la haremos allí. Lo que sí tendré que hacer es ponerme a comerbollos para coger unos kilillos (risas), sobre todo porque durante la temporadade esquí siempre buscamos lo contrario, estar más «afilados».
Vais sin oxígeno…
Sí, sí…creo que ni siquiera llevaremos para uso medicinal.
¿Como te metiste en la expedición?
Estuve en el Nanga con Carlos (Soria), y desde entonces hemos estado encontacto. Me llamó para el Everest, pero yo estaba muy metido con la carreras,suponía bastante tiempo y me pillaba en medio de la temporada, y además no mellamaba demasiado por el tema de la masificación. Pero el K2 es diferente y meapetecía mucho más.
Sin locuras
En el Nanga casi consigues la cima…
Llegué al último campamento por la ruta Kinshofer, pero un dolor muy intensoen el pecho me hizo retirarme pensando que era un edema pulmonar. Al final fueuna rotura de fibras, con la mala suerte de que al día siguiente Pedro Nicolásy Carlos Soria hicieron cumbre.
¿Cuál será el principal obstáculo del K2?
Creo que será la altura, porque la ruta de ascenso (Cesen o el Espolón de losAbruzos) no creo que sea excesivamente técnica y seguramente esté equipada. Ysobre todo, que tengamos suerte con el tiempo, estemos en el lugar adecuado enel momento justo, y los días buenos nos pillen cerca de la cima.
Piensas en miedo, respeto…
Hombre, respeto siempre, y sobre el miedo, tengo un amigo que decía que eramejor tenerlo antes que ante el peligro. Creo que siempre debes tener el respetoque se merece esta montaña, pero una vez allí, tampoco puedes moverteatenazado por el miedo. Además, vamos con Carlos Soria que para todas las vecesque ha ido a ochomiles, tiene pocas cumbres, con lo que ha demostrado ser unexperto en saber cuando darse la vuelta. En ese sentido, tengo la seguridad deque no haremos locuras.