Carlos Soria está a punto de tomar nuevamente el vuelo que lo lleve hasta Nepal y, una vez allí, viajará hasta los pies del Dhaulagiri (8.167 m), la penúltima montaña que le falta para completar los catorce ochomiles. La otra es el Shisha Pangma (8.027 m) que, de hecho, era su objetivo inicial para esta temporada de otoño; pero la decisión de las autoridades chinas de no emitir permisos a los ochomiles tibetanos ha motivado el cambio de destino.
El Dhaulagiri es un viejo conocido de Carlos Soria quien, a sus 78 años, sumará su séptima expedición al séptimo pico más alto del mundo. Allí ha vivido innumerables experiencias, alguna tan trágica como la desaparición de Pepe Garcés en 2001. Esta misma primavera, hace tres meses escasos, consiguió llegar hasta los 7.700 metros de altura aunque se dio la vuelta con problemas estomacales. También estuvo allí el año pasado, justo después de alcanzar la cima del Annapurna, pero la parte alta de la montaña no estaba en condiciones. La vez que más arriba ha subido fue con Silvio Mondinelli como compañero, cuando ambos alcanzaron la travesía que conduce a la cima y se retiraron ante el elevado riesgo de aludes.
El veterano alpinista compartirá expedición con dos de sus compañeros habituales, Luis Miguel López Soriano y Sito Carcavilla. Además, contarán con el apoyo de seis sherpas para equipar la ruta, pues no está claro que vayan a coincidir con otras expediciones con las que repartirse el trabajo.
Hablamos con Carlos Soria mientras trata de terminar de hacer el equipaje y nos cuenta algunos detalles más de la expedición, que ha llegado precedida de una cuidadosa preparación.
“He estado entrenándome en el CAR de Granada y me encuentro muy bien”
Has estado en el CAR de Granada entrenando estos últimos días…
He hecho de todo. He hecho bicicleta en la pista para estirar las piernas cuando volvía de entrenar, he hecho mucha condición física, he hecho muchos desniveles: una vez hice 2.000 metros de desnivel, en tres ocasiones hice 1.700 m y varias veces el Veleta, que son 860 metros. El último día que hice el Veleta llegué a desayunar a las 9.00 horas de la mañana, tras salir a las 6.00 h de la mañana del centro.
Ha sido fantástico. Además ha hecho todos los días buen tiempo; todos los días durmiendo a 2.320 m y haciendo ejercicio de ahí para arriba. Me encuentro muy bien, he ganado mucha fuerza y mucha musculatura.
¿Ye de tus problemas de rodilla?
La rodilla, como siempre, me molesta un poco. Pero un poco menos que cuando volví, que llegué hecho polvo. Ahora mismo tengo las piernas musculadas y eso es lo mejor para que no te duela la rodilla.
¿Te encuentras mejor que en la última expedición?
La otra vez me encontraba fantástico… También sucede que hace un par de días me caí en la bicicleta y me di un golpe en el hombre y me hice unas rozaduras. Las heridas tienen buen aspecto y el hombro, con hielo, me ha mejorado; además, tengo un poco más fastidiado que de costumbre el dedo gordo de la mano izquierda, pero siempre lo he tenido mal. Pero, en general, me encuetro muy bien, no hay problema.
«EL CAR es algo que está entre un sanatorio, un monasterio y una cárcel, más o menos… un lugar fantástico para un deportista»
Cuando entrenas, siempre intentas hacer más en bici que otra cosa…
Sí, pero aquí en Sierra Nevada he hecho más subidas. Uno de los días que fuimos a hacer Veleta y Mulhacén, trepamos un poco por la cara norte con un amigo. Lo que más he hecho ha sido salir al monte y condición física. Un poco de bicicleta para calentar y relajar las piernas. Fantástico. Es el mejor sitio del mundo para entrenarse y hay muchísimos extranjeros de la élite de la natación, paralímpicos finlandeses y japoneses, remeros de Inglaterra y de España…
Un ambiente deportivo muy bonito para ti, ¿no?
Un ambiente fantástico. Y además, la comodidad: tienes un bufé para comer, para cenar y para desayunar, en el que siempre hay de todo. Sólo te tienes que preocupar de entrenar, descansar y comer, nada más. Como me dijo alguien, esto es algo entre un sanatorio, un monasterio y una cárcel, más o menos.
“No haremos trekking de aclimatación, sino que subiremos andando hasta el CB”
Vaya, que has estado feliz.
Absolutamente feliz. No he tenido que salirme de mi ritmo, tengo muchos amigos, he ido a cenar un par de veces con ellos… pero en general he estado descansando, durmiendo, entrenando y comiendo.
¿Has vuelto de allí hace poco?
Hace pocos días. Salí de allí el 13 de agosto, pasé por Alicante a ver a mis nietos y a la familia y llegué a casa el día 14. Y el día 14 fue cuando me hice daño con la bicicleta.
Os vais muy pronto de expedición. ¿Alguna vez has ido tan pronto?
Sí, para tener más tiempo y más oportunidades, por si acaso. Aunque con eso del tiempo y las montañas, nunca se sabe. Otras veces también he ido muy pronto, para hacer un trekking. Esta vez no vamos a hacer un trekking de aclimatación, sino que vamos a subir andando hasta el campo base y nada más.
¿Quiénes vais?
Vamos a ir los tres: Luis Miguel López Soriano, Sito Carcavilla y yo. No sabemos si va a haber más expediciones o no, pero no va a haber tanta gente como en primavera seguro.
“Vamos a llevar seis sherpas, porque habrá que colocar toda la cuerda”
¿Cuántos sherpas lleváis?
Vamos a llevar seis sherpas, porque habrá que colocar toda la cuerda y seguramente no habrá nadie en la montaña. No me subirá ningún sherpa a caballo, aunque es posible que sí me suban algo del poco peso que necesitaremos allá arriba. Al ir sólo tres, utilizaremos una sola tienda para los tres.
Tres es un número que aporta muchas ventajas para moverse en montaña…
Sí, con cuatro ya hay que llevar dos tiendas, otro infiernillo más para hacer agua. Es una pena que no venga el médico; hasta ayer mismo he estado pensando que podía venir, pero no ha podido ser por falta de presupuesto.
“En todo Nepal es mejor primavera que otoño, pero hay que estar allí»
¿No dijiste una vez que no volverías al Dhaulagiri en otoño?
Eso lo dije en el Manaslu y terminé subiéndolo en otoño… Aquí no lo había dicho. En el Dhaulagiri pasa lo mismo que en todo Nepal: es mejor primavera que otoño. Pero nunca es algo perfecto… Cuando hice la cumbre central del Shisha Pangma en otoño, me hizo un tiempo buenísimo. Hay que estar allí para ver lo que se puede hacer. Yo tengo mucha confianza en que voy a subir. No sé por qué pero la tengo.
Decías que no vais a hacer trekking de aclimatación, ¿así que toda la aclimatación va a ser en el campo base?
Sí, toda la aclimatación va a ser allí y en el camino hasta allí. Pero nosotros nos aclimatamos pronto.
“El Dhaulagiri es peligroso, tiene algunos problemas de avalanchas”
¿Qué es lo más complicado del Dhaulagiri?
Llegar a la cumbre, como en todas las montañas. Aparte de eso, el Dhaulagiri es peligroso, tiene algunos problemas de avalanchas en el campo 2 y también por debajo del campo 1. Y luego la travesía de ir a la cumbre no es ningún chollo. Pero bueno, es como es y así lo tenemos que aceptar.
La última vez tuviste problemas estomacales
Sí, una diarrea horrible y sin embargo subí muy alto. Menos mal que no seguimos para arriba, porque, con el cristo que se organizó, tampoco hubiéramos ido a la cumbre.
Quizás por eso tampoco esté mal ir poca gente…
Tan poca quizás no. No estaría mal que hubiera otra expedición o dos expediciones.
Lo que sí vais a echar de menos va a ser al médico, ¿verdad?
Sí, sobre todo porque es un buen amigo que siempre está al teléfono cuando nos hace falta para cualquier cosa, pero qué le vamos a hacer. La verdad es que hasta ahora, lo único que había hecho Carlos Martínez era ayudar a otras expediciones. Con nosotros, gracias a dios y a que nos cuida bien, no ha tenido ningún problema nunca. Siempre es bueno tener un médico, no sólo por si te pasan grandes cosas, sino incluso para pequeñas cosas. Y más un médico como Carlos, que ha cogido mucha experiencia en la montaña y es alpinista. Pero no ha podido ser. En la próxima, que ya habremos subido aquí y tendremos un patrocinio más amplio, seguro que vendrá Carlos.