Carlos Soria está inmerso en su expedición al Dhaulagiri, uno de los dos ochomiles que le faltan para completar los Catorce a sus 82 años de edad. Y se ha encontrado con una situación única e inédita para él, a pesar de su larguísima experiencia en el Himalaya, en la que la pandemia de coronavirus se suma a las preocupaciones habituales de índole alpinística y meteorológica.
Hablamos con él en el campo base, donde su grupo permanece mientras otros tratan de ascender a pesar de unas condiciones de la montaña que él considera inaceptables y de la incertidumbre sobre los afectados de Covid.
Según los datos oficiales del Departamento de Turismo de Nepal, hay cinco expediciones en el Dhaulagiri esta primavera, con un total de 33 permisos tramitados. Entre sherpas y personal de apoyo en el campo base hay alrededor de un centenar de personas. Parte de ellas llegan al Dhaulagiri después de haber hecho cumbre en el Annapurna y de haber pasado una semana en Pokhara recuperándose… y coincidiendo allí con el pico de contagios por Covid que vive Nepal.
¿Cuál es la situación en el campo base del Dhaulagiri?
Carla Pérez y el ‘Topo’ Mena deben de estar en C2 e intentando subir a C3 para ir a la cumbre. Ellos son muy buenos y muy fuertes… Luego ha salido un grupo al C1 con la intención también de ir hacia la cumbre. A mí me parece una locura.
Hoy nos iban a llegar tests para hacer pruebas a los sherpas y todavía no han llegado. Han venido tres helicópteros pero ahora hace malo y no ha podido volar otro. Nosotros estamos aquí encantados. Lo que queremos es controlar lo del Covid; estamos con todos nuestros sherpas, todo nuestro grupo, y hay dos chicas también que están esperando a que venga otro helicóptero para sacarlas de aquí.
¿Cuánta gente ha sido evacuada ya?
Se han debido de evacuar más de veinte personas ya y faltan dos chicas por evacuarse. Ayer subieron tres sherpas que habían contratado para poner cuerdas y llegaron al C1 y se bajaron. De los tres, parece ser que dos estaban malos.
Hoy ha subido un grupo de gente y un grupo de sherpas. A mí me parece una locura y una barbaridad. Mucha gente van a dormir juntos todavía no se había hecho una PCR casi nadie… Me parece que es una locura, aparte de que la montaña no está para subir. Los ecuatorianos están acostumbrados a grandes dificultades, pero no sé lo que pasará. Tampoco sabemos si han subido del C2 al C3, que no hay cuerda puesta.
A nosotros nos gusta hacer las cosas bien y, ahora, lo principal es controlar lo del Covid. Porque encima el tiempo está malo; no ha parado de nevar ningún día y a mí me parece que la montaña está intocable, sobre todo del C2 para arriba, donde no hay nada de cuerda.
Quizás yo soy demasiado prudente, pero por eso llevo 67 años haciendo montaña, he hecho 48 expediciones al Himalaya, África, Alaska y a todas partes y sigo vivo, entero y con ganas de seguir yendo a la montaña. Quizás sea por eso.
O sea, que se junta una montaña que no está en condiciones con alpinistas y sherpas que salen del campo base sin saber si tienen Covid y que además tienen que convivir durante la ascensión en espacios muy estrechos donde es facilísimo que se transmita…
Exactamente. Se están jugando dos cosas muy complicadas. Yo creo que va a empezar a bajarse gente pronto. No hace muy mal tiempo, pero no es ideal: está nublado, no nieva pero no hay visibilidad y hace un poco de viento. Y en estos días el viento va a subir un poco más y, sobre todo, a nosotros nos parece que la montaña está absolutamente intratable.
Pero la gente se pone nerviosa y solo piensa en que está aquí y tiene que hacer la cumbre, porque es lo más importante. A mí me parece que lo más importante en este momento es conservar la vida por los dos lados: por el lado del Covid y por el lado de la montaña y las condiciones.
Quizás soy demasiado prudente, pero mis compañeros piensan igual que yo. Y también Mikel Sherpa -que es el jefe de los sherpas- piensa que es una auténtica locura.
Los que han salido hoy van con la intención de poner cuerdas; de parar en el C2 dos noches y aprovechar para poner cuerdas hasta el C3. Pero del C3 hasta la cumbre, que era la travesía del couloir, hemos hecho fotos hace unos días y está súper cargado de nieve y con cornisas… No tengo ni idea de lo que puede pasar. Esperemos que no pase ninguna desgracia y que la gente se dé cuenta y se dé la vuelta. De hecho, ayer, Jonatan García dijo que iba a ir hasta el C1 a recoger sus cosas…
¿Ha habido gente que haya ido para arriba con síntomas que pudieran ser de Covid?
Sí, esta mañana temprano, cuando han salido, se oían toses por todas partes. Las toses en la montaña son muy normales, eso no quiere decir que todos tengan Covid… La gente que más síntomas tenía se ha quedado aquí, desde luego. Muchos ya han sido evacuados, como los mexicanos.
¿En qué situación estaban esas veinte personas evacuadas debido al Covid?
Estaban contagiados, no sabemos más. Unos se sentían mejor, otros se sentían peor, pero no sé… procuraban no salir de sus tiendas. Eso, los que habían dado positivo. Nos tenían pruebas PCR para hacer, pero ese helicóptero no ha llegado.
También hemos hablado con los militares, que han suspendido completamente la ascensión. Ha venido aquí un comandante, hemos hablado y nos ha dicho que estaba muy de acuerdo con nosotros, que ellos se van a dedicar a limpiar la montaña y que han evacuado a muchísima de su gente.
¿Vuestro equipo y staff se ha visto afectado por el Covid o por el momento vuestra expedición se mantiene limpia?
Por el momento, nuestra expedición se mantiene limpia. No hemos hecho pruebas y no lo sabemos seguro. De momento, todos nos sentimos bien y la cocina parece que también. Pensábamos hacer las pruebas hoy a todos, pero no han llegado.
Supongo que todo esto te está creando una tensión totalmente inesperada. A lo alpinístico, con un Dhaulagiri que ya es de por sí complicado a tu edad y con un implante de rodilla, además se une este tema…
Sí, este no es el lugar más cómodo del mundo. Por suerte, vivo con mis compañeros, que son dos personajes, igual que Mikel Sherpa, y estamos todos muy bien, muy unidos y tenemos bastantes medios: buenas tiendas para dormir solos y una tienda para comer nosotros solos.
Además, aquí hay una amenaza grande, que es que Nepal está absolutamente colapsado. Pretenden abrir los aeropuertos el día 15, pero ya sabemos cómo es todo eso. De aquí al día 15, según hayan ido los casos, pueden decir que no se abren los aeropuertos… Todo es incierto y es una situación que no tiene nada que ver con ninguna otra que hayamos vivido en la montaña; es una amenaza mucho más tapada que en otros momentos. Conocemos muy bien la montaña, sabemos cuándo debemos ir y cuándo no, pero esta situación nos supera un poco. Tratamos de hacerlo lo mejor posible, como siempre.
En circunstancias normales, ¿hasta qué fecha dura la temporada en el Dhaulagiri?
No hay ningún momento para eso. Según esté la montaña… si alguna vez viene un período de tres o cuatro días de sol… Pero hasta ahora, desde que estamos aquí, no ha venido nunca. Los cuatro días que estuvimos arriba nos nevó y el último de ellos, prácticamente todo el día. Eso va amontonando nieve a la que ya hay… Lo que tiene que cambiar es el tiempo, para que la montaña se ponga en un poco de mejores condiciones, no la fecha del mes de mayo. Si llega ese cambio, trataremos de poner algo más de cuerda, pero ya veremos. No hay nada seguro.
Con todo este panorama, ¿encontráis tiempo para seguir entrenando, haciendo vuestras salidas y manteneros en forma?
Estos últimos días, no, por todo este follón de los contagios, pero a partir de hoy sí vamos a movernos un poco más. Nos encontramos estupendamente. Cuando hemos estado arriba, nos hemos encontrado muy bien y ahora seguimos estando bien. Esperemos que esto no cambie.
Al principio, cuando fuisteis para Nepal, se decía que debíais pasar un tiempo de aislamiento, pero luego el país abrió sus fronteras y la gente no tenía que hacer ninguna cuarentena…
Así fue, nosotros llegamos pensando que tendríamos que estar al menos seis días confinados en un hotel, con todas las condiciones, muy abierto, habitaciones individuales… Luego, cuando estuvimos por el Khumbu, no tuvimos ningún mosqueo: utilizábamos la mascarilla y todo funcionaba muy bien. Pero, de repente, ha venido esta nueva ola a Nepal, parece que de la India y con una cepa un poco más rara, y está siendo duro y una tragedia bastante importante.
¿Tenéis noticias de lo que está pasando en otros ochomiles?
Sabemos que el príncipe de Bahrein puede que esté mañana en la cumbre del Everest, que ya parece que están las cuerdas casi puestas y todo.
¿Y la situación con el Covid es parecido en otros campos base?
Parece que donde más Covid hay es en el Everest. También hay más gente… Pero se dice que podría haber un 50% de contagios. Aquí no creo que hayamos llegado al 50%, pero no lo sé seguro.
Si alguien cree lo que se dice sobre la "cosa" y el Himalaya debería hacérselo mirar. Son trucos para mantener la "emoción" entre quienes lo tragan y degluten sin masticar. No tienen otro objeto que mantener el susto. No allí sino aquí.
Lo de esta temporada en el Himalaya con el Covid es vergonzoso. Culpa de todos. Los que han ido allí y los que les han dejado entrar. Es un escándalo.
Den positivo en sentido común, por favor. Y menos PCR, CVF, LKT o lo que se inventen.