Carlos Soria ha estado más cerca que nunca de alcanzar la cumbre del Dhaulagiri (8.167 m) este otoño. Alcanzó los 8.050 metros el pasado viernes 15 de septiembre, pero el equipo no acertó con el corredor correcto de acceso a la cima y tuvo que descender con las manos vacías. Once días más tarde lanzaba un segundo intento, pero las condiciones de la montaña habían cambiado irremediablemente, debido a las intensas nevadas caídas durante ese período. No hizo falta llegar al campo 1 para darse cuenta de que la temporada se había acabado, pues el Dhaulagiri se había comido literalmente todo el trabajo realizado: las cuerdas fijas estaban enterradas y los campamentos de altura destrozados.
Así las cosas, el alpinista de 78 años no ha tenido dudas: ha cancelado la expedición y se prepara para regresar a casa. Eso sí, ya tiene en mente que la próxima primavera volverá a Nepal y se instalará de nuevo a los pies del Dhaulagiri, el penúltimo ochomil que le falta para completar los 14×8000. Tendrá 79 años.
Si todo va según lo previsto, en otoño de 2018 su destino sería el Shisha Pangma (8.027 m), donde estaría en disposición de cerrar sus Catorce, convirtiéndose en la persona de mayor en edad en lograrlo… con diferencia.
Hablamos con él cuando todavía está en el campo base, al día siguiente de haber decidido abandonar su segundo intento al Dhaulagiri de esta expedición.
“La montaña está absolutamente imposible”
Qué pena, ¿no?
No me hables… Además, está haciendo un tiempo increíblemente bueno. Cuando íbamos, vimos que quizás iba a hacer mucho viento el día 30 y pensábamos intentar la cima el día 1, pero la montaña está absolutamente imposible.
Ha nevado mucho estos días y la montaña estaba muy mal, ¿verdad?
Nevó los días de atrás. Ahora llevaba dos días haciendo sol, pero la montaña está increíble y las tiendas del campo 1 destrozadas, con lo que imagino que lo que teníamos en el campo 2 y en el campo 3 estará mucho peor. Aparte del peligro que supondría cruzar la travesía tal y como está la montaña de nieve… y abrir huella, no teníamos ni cuerdas ni nada. Ayer no encontramos ni una de las pocas cuerdas que había hasta el campo 1. Tampoco se veían las grietas cuando los otros días había que dar vueltas para encontrar por dónde pasar… se hizo una huella bastante distinta, por la cantidad de nieve caída.
“Tengo otro récord: en las catorce montañas he estado por encima de 8.000 m”
¿Ahora ya no hay tiempo para volver a intentarlo?
No, ahora ya no se puede hacer nada. Bueno, podrías estar esperando hasta el día del juicio, pero hay que volver montar todo la montaña, las cuerdas… imposible. Es injusto. Ha sido muy duro.
Ha sido duro porque habéis rozado la cima. Os habéis agotado más que si la hubierais alcanzado…
Sin ninguna duda. Pero por lo menos tengo un pequeño récord que me deja a gusto: en las catorce montañas mas altas he estado por encima de 8.000 metros. No está mal.
Ahora habrá que volver, ya con 79 años.
Sí, sí, yo quiero volver. Sin ninguna duda.
¿Cómo estás ahora físicamente?
Estoy bien. He tenido un pequeño problema de próstata, pero con unos antiinflamatorios he vuelto a la normalidad. Físicamente, estoy bien. Ayer subí bastante bien. Subíamos todos y salimos nosotros los primeros, como siempre, porque nos gusta madrugar. Salieron luego sherpas. Salió Mikel [sherpa] conmigo, siempre viene conmigo, es un tío fantástico, educado, fuerte, buena persona… nos cogió en el Eiger, que estaba espantoso, con hielo en el barro, que eso es fatal para los tobillos. Otros dos sherpas nos alcanzaron mientras que otros, que venían más cargados que yo, tardaban más en venir. Entonces fue cuando me puse a pensar qué hacíamos allí, pues seguíamos subiendo peso sabiendo que no íbamos a poder ir a la cumbre. Además, los sherpas decían que la travesía no había quién la pasara. Esperando a los otros sherpas decidimos que nos bajábamos.
“Este año me entrenaré más fuerte todavía”
¿Estás decepcionado?
En absoluto. Después de haber estado al lado de la cumbre y haber podido subir ese día… Bajar, bajé mal, porque me duele la pierna izquierda; aunque bajé hasta el campo 3 sin ningún problema, nada más que con mucho sufrimiento. Este año me entrenaré más fuerte para ver si consigo poner en condiciones esta pierna.
Un dolor que viene de un accidente de esquí que tuviste de chaval, ¿no?
En el año 1970.
¿Tu objetivo para este año será entrenar esa pierna?
Las dos, y mantener el fondo físico que tengo ahora. He llegado a tener en el campo base 92 de saturación de oxígeno y 46 pulsaciones, que no está mal a 4.600 m. Pero no cabe duda que las articulaciones van pasando factura cada día más.
Lo que más te molesta son las articulaciones y la pierna izquierda…
Sí. Y no subiendo, sino bajando. Bajando el Eiger, que son cascotes y se te tuercen los pies y las piernas, lo paso muy mal. En las condiciones que está ahora; esta primavera, no, que era un couloir en línea recta que se subía y ya está. Ahora es todo travesía entre cascotes, barro helado, barro suelto, placas de hielo… y la pierna sufre bastante.
En la montaña, ¿quién queda?
Están los italianos con el suizo, y el búlgaro. Se puede esperar cualquier cosa, creo que deben haber desaparecido las cuerdas del campo 2 al campo 3… Boyan [el alpinista búlgaro] es posible que sea capaz de subir porque es fuertísimo, pero se va a jugar la vida.
“No me queda más remedio que pasar página e ir hacia adelante”
¿La sensación final es que estás contento?
Hombre, contento… No me queda más remedio que pasar página e ir hacia adelante. Es una pena haber estado tan cerca, haber podido… te queda muy mal gusto. Pero no estoy desesperado, ni mucho menos.
De hecho, pudisteis haber hecho cumbre muy rápidamente, sólo 16 días después de haber llegado…
Hubiera sido fantástico, pero la mala suerte nos lo impidió.
Luego, volvías a intentar subir solo 11 días después del primer intento, y con 78 años. Gente mucho más joven no lo se lo plantearía.
Es cierto… Pero es que salió el sol dos días y verdaderamente te encuentras mucho mejor. Creo que podía hacerlo. Y ya teníamos otra estrategia, que consistía en montar un campo 4, para que el día de la cumbre no fuese tan largo.
“El Dhaulagiri es una montaña peligrosa por las avalanchas, muy complicada”
¿Cómo es el Dhaulagiri ahora que lo conoces casi hasta la cima?
El Dhaulagiri es una montaña muy complicada. Es peligrosa por avalanchas –quizás un poco menos que el Annapurna, pero por ahí anda–, tiene la travesía que es larguísima con una inclinación especial para que con una nevada se produzca una avalancha, y luego tiene un campo 2 que todos sabemos la cantidad de cosas que han ocurrido, y allí hay que dormir. Peligrosa y complicada. Peligrosa por las avalanchas y complicada por ese día tan largo con la travesía y las condiciones que puedes encontrar allí tan alto.
Y ya es así prácticamente desde que sales del campo base: ya en el Eiger hay peligro de caída de piedras, en la llegada al campo 1 han muerto personas…
En el Eiger te puede caer de todo. Si ha nevado mucho, en un corredor donde se acumula la nieve te puede caer una avalancha de nieve. Luego, piedras siempre puede caer alguna en cualquier momento. A Luis le dio ayer una en el casco. No muy grande y no venía de muy alto, pero … Siempre puede haber algo allí, en el Eiger, que es el único sitio de la montaña por donde pasas con casco, al ir y al volver. Luego, subiendo hacia el C1, cayeron dos avalanchas que no llegaron hasta nosotros, pero las ves…
Es una montaña que exige mucho esfuerzo cuando hay tan poca gente como la que estábamos ahora. Estábamos nosotros y… ayer Boyan abrió huella durante un buen rato, aunque normalmente quien ha puesto las cuerdas y ha ido delante ha sido nuestra expedición.
Nada más volver a casa empezarás a prepararte para la primavera…
Me voy a preparar como nunca, porque cada vez soy más mayor y necesito entrenar mas.
¿Has notado mucho la edad con respecto a otras expediciones anteriores?
Con respecto al año pasado y el anterior, no lo he notado mucho, pero desde que cumplí 65 años, cuando hice el K2, sí que lo noto un poco más. Pero me da mucha moral cuando subimos a algún sitio y hay gente, y veo que estoy en mi sitio, que no estoy haciendo en absoluto el ridículo.
La próxima primavera, si pudieras elegir entre Shisha Pangma y Dhaulagiri, ¿cuál intentarías?
Si duda, volvemos al Dhaulagiri. A pesar de todos los inconvenientes que he dicho, es precioso lo mires por donde lo mires. Y me apetece mucho subir. Además, en primavera es mejor intentar el Dhaulagiri que no el Shisha Pangma.