En el epitafio de la lápida de Alex MacIntyre (1954-1982) puede leerse un proverbio tibetano que dice: «es mejor vivir un día como un tigre que una vida entera como una oveja». Y así fue la corta vida de este alpinista británico, que despuntó durante los años 70 y 80 en los Alpes y el Himalaya, como impulsor de nuevas técnicas de escalada en hielo y feroz defensor de la ética del alpinismo ligero en las grandes montañas.

Nació en Cottingham (Yorkshire), en el seno de una familia de origen escocés, aunque se inició en la escalada cuando se mudaron a Watford, en los alrededores de Londres. En aquella época ingresó en el London Mountaineering Club, bajo cuya disciplina solía realizar salidas de escalada de fin de semana al norte de Gales.
En 1972, comenzó sus estudios universitarios en la Universidad de Leeds, que durante la década de 1970 reunió a un importante grupo de escaladores, greñudos y osados, entre los que también se encontraban John Syrett, Brian Hall y John Powell. Alex MacIntyre tenía entonces el apodo de Alex el Sucio –en un juego de palabras con la película protagonizada por Clint Eastwood en 1971–, debido a su caótico estilo de vida.
Después de explorar concienzudamente el gritstone del vecino Peak District, Alex MacIntyre desplazó su actividad a Escocia, donde perfeccionó su técnica de escalada en hielo y su conocimiento de las condiciones invernales. De su actividad en aquellos tiempos destaca la ascensión en solitario de dos de las vías de referencia del Ben Nevis, Zero Gully (WI3 R) y Point Five Gully (WI4), en un día de marzo de 1975.
Conquista de los Alpes
Los escaladores británicos más adelantados de la época desarrollaron una nueva técnica de escalada en hielo que consistía en usar crampones con doble punta frontal, que les permitían llevar a cabo ascensiones de alta dificultad de forma más rápida y ligera de lo habitual hasta entonces. A mediados de la década de los 70, Alex MacIntyre y otros compatriotas desembarcaron en los Alpes e iniciaron su pequeña revolución, escalando vías que impresionaron a sus coetáneos franceses e italianos.
Hizo por primera vez en el día la Linceul a las Grandes Jorasses, realizó con el estadounidense Tobin Sorenson la cuarta ascensión de la Direttissima John Harlin a la cara norte del Eiger. De nuevo en la cara norte de las Grandes Jorasses, firmó la Petite MacIntyre con Tim Rhodes y William Todd y abrió con Nick Colton la famosa MacIntyre-Colton a la Punta Walker.
Foco en el Himalaya
A continuación, Alex MacIntyre cambió su objetivo prioritario de los Alpes a montañas más altas. En 1978, formó parte de una expedición anglo-polaca al Hindu Kush –liderada por Andrej Zawada y en la que también participaba el estadounidense John Porter y el polaco Woytek Kurtyka–, con la que hizo cima en el Kohe Bandaka y el Changabang. Las expediciones internacionales fueron lo suyo en los siguientes años, sin renunciar nunca a la estricta ética del estilo alpino. En 1979, fue de expedición de nuevo con John Porter, a la Cordillera Blanca (Perú).
El año 1980 estrena su experiencia en los ochomiles del Himalaya, con la expedición internacional que abrió una nueva ruta en la cara este del Dhaulagiri. Compartió aquella ascensión con los polacos Woytek Kurtyka y Ludwik Wilczyczynski y el francés René Ghilini.
En 1981, realizó dos intentos a la cara oeste del Makalu. Durante la temporada premonzónica fue con Kurtyka, y en el postmonzón se les unió también Jerzy Kukuczka, aunque no consiguieron culminarla con la cumbre.
En primavera de 1982, se integró en una expedición británica con Roger Baxter-Jones y Doug Scott, con quienes realizó la primera ascensión del Pungpa Ri (7.445 m) y la apertura de una nueva ruta en la cara suroeste del Shisha Pangma.
En otoño de aquel mismo año, mientras intentaba la apertura de una nueva ruta en la cara sur del Annapurna con René Ghilini y John Porter, una solitaria piedra caída desde centenares de metros más arriba le alcanzó en la cabeza provocándole la muerte a los 28 años de edad.
Próximamente Desnivel publicará la biografía que su amigo y compañero de cordada John Porter ha escrito sobre él, y que ha merecido el reconocimiento del prestigioso Premio Banff al mejor libro de montaña 2014 y el Premio Cross British Sports’15 como biografía del año.
Lectura obligatoria, y encima escrita por su colega.