Con la finalización de la acción en el K2 y la retirada de la expedición polaca anunciada por su líder, Krzysztof Wielicki, el pasado lunes, la montaña más alta de Pakistán se mantendrá virgen en invierno un año más. El K2 (8.611 m) es el único de los catorce ochomiles que no ha registrado todavía ninguna ascensión invernal. Las cuatro expediciones que se han desarrollado en la estación más fría del año se han ido de vacío. Las repasamos a continuación una por una.
Expedición polaca 1987-1988
La primera expedición que intentó la ascensión invernal del K2 estuvo dirigida por el histórico líder polaco Andrzej Zawada en invierno de 1987-1988. Aquel equipo estuvo formado por 23 alpinistas de nacionalidad polaca (13), canadiense (6) y británica (4). Ya en diciembre se instalaron a los pies de la montaña, donde tuvieron que llegar a excavar túneles para acceder a sus tiendas enterradas bajo la nieve.
Permanecieron 80 días en el campo base, de los cuales sólo registraron diez jornadas de buen tiempo. Sufrieron congelaciones, algunas de sus tiendas fueron barridas por el viento y sus cuerdas desaparecieron bajo la nieve… La mayor altitud que alcanzaron antes de retirarse fueron los 7.300 metros de su C3, en dos incursiones: la primera el 2 de marzo a cargo de los polacos Lerzek Cichy y Krzysztof Wielicki, y la segunda el 6 de marzo protagonizada por el británico Roger Mear y el canadiense Jean-François Gagnon.
Expedición polaca 2002-2003
Quince después, Krzysztof Wielicki se puso al frente de una expedición para regresar al K2 en invierno de 2002-2003, en la que él ejercía de jefe y alpinista a la vez. En aquella ocasión, optaron por la cara norte de la montaña y el equipo estaba compuesto por 19 alpinistas de nacionalidades polaca (15), kazaja (2), georgiana (1) y uzbeka (1), aunque los desencuentros entre los polacos y el bloque del este provocó varias deserciones a media expedición. Se marcharon el georgiano Gia Tortladze, el uzbeko Ilias Tukhvatullin y el kazajo Vassili Pivtsov, en medio de una tormenta mediática.
En esta ocasión, la vanguardia consiguió llegar hasta el campo 4, que Piotr Morawski y el kazajo Denis Urubko instalaron a 7.650 m. Los vientos huracanados no dieron tregua a la expedición, que se retiró tras un ataque a cumbre a finales de febrero, abortado cuando Denis Urubko y Marcin Kaczkan llegaron de nuevo a ese C4 para descubrir que había volado. Después de pasar una mala noche en la tienda de emergencia que llevaban, Kaczkan empezó a mostrar síntomas de edema cerebral, lo que llevó a los dos alpinistas a dar marcha atrás. En su camino, se encontraron a Wielicki, que subía desde el C3 donde había pasado la noche con bebida caliente y medicinas. Los tres descendieron juntos y no hubo más intentos.
Expedición rusa 2011-2012
La tercera tentativa, en invierno de 2011-2012, tuvo la firma rusa de su líder Viktor Kozlov y 16 miembros. El fortísimo equipo progresó muy bien durante el primer mes y medio de expedición, de nuevo por el lado sur. El 31 de enero, Ilias Tukhvatullin, Andrew Mariev y Vadim Popovich consiguieron fijar cuerda hasta los 7.200 metros. Sin embargo, aquel mismo día, su compañero Vitaly Gorelik se vio afectado por congelaciones en los dedos de ambas manos, coincidiendo con la llegada de mal tiempo. Las condiciones meteorológicas no permitieron su evacuación en los siguientes días, hasta que finalmente falleció y la expedición fue cancelada.
Expedición polaca 2017-2018
Krzysztof Wielicki ha pasado su tercer invierno en el K2 este año. Después de dos años de preparación, consiguió reunir la financiación necesaria y un equipo de primera línea, formado por los mejores alpinistas polacos del momento con experiencia en primeras invernales a ochomiles (Adam Bielecki, Janusz Golab, Artur Malek…) y otras expediciones invernales (Marcin Kaczkan, Marek Chmielarski, Rafal Fronia, Piotr Tomala…), además de Denis Urubko.
Se instalaron en el campo base el 9 de enero y comenzaron a trabajar en la ruta Cesen/Vasca. La progresión no fue especialmente rápida y se vio ralentizada por varios factores: operación de rescate de Elisabeth Revol y Tomek Mackiewicz en el Nanga Parbat, accidentes por caídas de piedras de Adam Bielecki y Rafal Fronia… culminando en un cambio de ruta hacia el Espolón de los Abruzzos tras la primera semana de febrero.
En esta ruta, el progreso fue más rápido, pero aún así solamente Denis Urubko y Adam Bielecki habían adquirido a finales de febrero la aclimatación suficiente para intentar la cima tras haber pasado dos noches en el C3 a 7.200 m. Urubko lanzó entonces un intento de cumbre en solitario y sin permiso de Wielicki, que lo llevó a marcar la punta de altura de la expedición en unos 7.600 m antes de darse la vuelta en plena tormenta. Aquello significó su marcha de la expedición. El equipo completo abandonó la semana siguiente, oficialmente debido a las condiciones desfavorables.
Futurología
El K2 invernal continúa siendo un objetivo tentador y una puerta de entrada a la historia del alpinismo. La expedición polaca de este año ha mostrado las debilidades del estilo pesado del alpinismo de conquista más propio de otras épocas, pero todavía nadie ha osado enfrentarse a esta montaña en invierno en un estilo más ligero y puro… ¿quizás más ágil y eficaz?
Lo quisieron hacer Denis Urubko, Adam Bielecki y Álex Txikon en invierno de 2014-2015 por la cara norte, pero la negativa de las autoridades chinas a expedir el correspondiente permiso de ascensión frustró la tentativa. Lo cierto es que ellos tres parecen los más capacitados para una tarea de tamaña magnitud, seguramente con la participación del pakistaní Ali Sadpara y quién sabe si por la virgen cara este a la que Urubko ya ha echado el ojo. De momento no hay nada en claro de cara al invierno de 2018-2019, pero el K2 invernal sigue ahí.