El espeleólogo Cecilio López-Tercero ya se encuentra en un hospital de la capital peruana tras permanecer doce días atrapado a 400 metros de profundidad en la cueva Inti Machay. Los médicos han explorado sus lesiones y el diagnóstico que presenta es una rotura en la vertebra L3 en su parte anterior, la menos peligrosa. A falta de más pruebas, la vértebra dañada soldará sola, Cecilio tendrá que llevar una faja y guardar reposo durante 12 semanas, informa el blog que centraliza la información sobre el caso en España.
“El equipo de espeleosocorristas ha hecho bien su trabajo porque Cecilio no ha salido peor de lo que estaba”, constata el coordinador técnico del Grupo de Espeleosocorro de la Federaración Madrileña de Espeleología (FME), Agustín Rodríguez. Cabía la posibilidad de que el herido tuviera dos vértebras rotas y al final solo ha sido una. Aunque el diagnóstico es mejor de lo esperado, sigue siendo una lesión delicada que hubiera podido dejarlo parapléjico si las labores de rescate no se hubieran hecho con sumo cuidado.
El rescate de Cecilio no ha tenido el apoyo del Gobierno y se ha organizado con voluntarios y donativos
“Los espeleólogos hemos dado la talla. Hemos demostrado tener un gran equipo capaz de sacar a cualquier persona del sitio más recóndito del mundo”, se alegra Rodríguez. Detrás de estas palabras, hay doce días de esfuerzo incierto, de gestiones desconocidas y de gran solidaridad. El rescate de Cecilio no ha tenido el apoyo del Gobierno y todo el dispositivo se ha organizado a partir de personal voluntario y de donativos de particulares, que han superado los 70.000 €. La FME es una organización modesta y era la primera vez que se enfrentaba a un socorro de esta envergadura.
En un blog paralelo creado por los compañeros del club de espeleología al que pertenece Cecilio se detallan los ingresos y los gastos principales de la operación, que puede rebasar los 200.000 euros. El Ejército Peruano y el Consulado español en el país sí han cedido sus recursos.
“Ahora hay que dejar la cueva limpia, como si allí no hubiese pasado nada”
Los casi sesenta espeleosocorristas que han viajado hasta Perú para ayudar a Cecilio regresarán a España en los próximos días. Algunos ya han emprendido el camino de vuelta y otros aún tienen tareas pendientes que detalla Rodríguez: “Ahora hay que entrar en la cueva y recoger cuerdas, chapas y aparejos para cuidarla y dejarla limpia, como si allí no hubiese pasado nada”.
Además de rescatar a su compañero, los espeleólogos que han trabajado en la sima Inti Machay también se han preocupado de no dañar esta cueva milenaria que alberga huecos excavados, tejido vegetal y otros restos históricos. El propio Rodríguez ha coordinado desde España los recorridos más adecuados para llegar hasta el herido sin dañar la cavidad. Y en su rol de jefe, afirma: “Tengo muchas ganas de ir allí el año que viene para constatar que todo se ha hecho bien”.