La campaña Mountain Clean-up ha vivido esta primavera su tercera edición en Nepal. El ejército nepalí ha ejercido el liderazgo del proyecto, en colaboración con otras instituciones gubernamentales, patrocinadores, donantes y colaboradores entre los que destaca la aportación de la fundación Coca-Cola.

En un acto celebrado en el Hotel Yak & Yeti de Katmandú, fueron presentados los espectaculares resultados de una acción que se ha llevado a cabo a lo largo de casi dos meses en cuatro ochomiles: el Everest, el Lhotse, el Kangchenjunga y el Manaslu. En total, se han retirado 33.877 kg de basura de todas estas montañas. De este montante, 7.227 kg corresponden a basura biodegradable y otros 26.650 kg es basura no biodegradable.
La campaña involucró la necesaria participación de 87 personas en total desde su inicio el pasado 5 de abril y hasta su conclusión el 31 de mayo. El ejército ha destinado para ello un contingente de 30 militares entrenados para desenvolverse en altura y poder realizar la tarea con eficacia. Además, han estado asistidos por un total de 57 sherpas.
En el Everest y el Lhotse, los equipos han trabajado un total de 55 días, mientras que en el Kangchenjunga y el Manaslu lo han hecho durante 45 jornadas. Además de la recogida de la basura, el protocolo de actuación ha incluido también su clasificación por campos de altura, su verificación y su pesaje, antes de que fuera trasladada a Katmandú para su procesamiento.
Dos cuerpos recuperados
Además de la retirada de la basura, el equipo del Kangchenjunga recuperó también dos cuerpos de alpinistas fallecidos antiguamente en la montaña. Según fuentes locales, que no han ofrecido detalles concretos sobre la localización en la que fueron hallados, los dos cuerpos fueron trasladados inmediatamente a la morgue del Hospital del Distrito de Taplejung para proceder a su identificación.
Tendencia creciente
Nepal ha tomado consciencia de la necesidad de mantener sus montañas lo más limpias posibles, para no degradar el entorno y perjudicar la imagen del país ante sus visitantes, que son una de las principales fuentes de ingresos. La campaña Mountain Clean-up se impulsó por primera vez en 2019, ya con el ejército como principal actor.
En aquel primer año de funcionamiento, consiguió retirar 10 toneladas de basura. La Covid-19 obligó a suspender los trabajos previstos para 2020, pero en 2021 se volvió a actuar y se lograron recuperar 27,6 toneladas de residuos. La tendencia ha seguido al alza este año 2022, con la recuperación de esas más de 33,7 toneladas.
Esto demuestra el tipo de montañero y de agencias que pululan por esas montañas. Que cada uno se lleve su basura y sino que no vayan.