Este lunes ha empezado un nuevo asalto a la cumbre del Dhaulagiri (8.167 m), en el que toman parte Òscar Cadiach y Miguel Ángel Pérez. El catalán y el leonés han tomado el relevo de la expedición Torelló 8.0 que ha dado por finalizada su experiencia en esta montaña después de casi un mes de permanencia en el campo base.
Mientras los barceloneses se afanaban el domingo en recoger sus pertenencias del campo 1 (han acordado con Cadiach y Pérez dejarles allí una tienda montada, con provisiones y gas), el resto de expediciones hacían los preparativos para partir a primera hora del lunes con destino a los campos de altura y a la cima, si la meteorología lo permite.
Con Miquel Àngel Pérez y Òscar Cadiach, también han partido los italianos liderados por Mario Panzeri (busca su ochomil número 14), los miembros de la expedición comercial que estrenaron este año la cumbre del Annapurna, así como otros varios grupos que compartirán la ruta normal del Dhaulagiri a través de su Arista Noreste. Según informa el blog de Òscar Cadiach, el “probable día de cumbre se espera para el 18, 19 de mayo”.
Para conseguirlo, deberán sobreponerse a las dificultades que los alpinistas se encontraron en su anterior ataque a cumbre de la semana pasada. Entonces, unas previsiones meteorológicas dudosas se sumaron al hallazgo de las cuerdas fijas enterradas en el hielo de camino al C3. Òscar Cadiach todavía no había llegado al campo base desde el Annapurna, mientras que Miguel Ángel Pérez se quedó más abajo, completando su aclimatación.
Más grietas en el glaciar
Y mientras quienes todavía buscan la cima emprendían el camino ascendente, quienes ya han tenido que renunciar a ella –Eduard Rifà, Jordi Barniol y Gabriel Moreno- desmontaban sus tiendas del campo base, esperando a los porteadores para este martes 15 de mayo. En su última crónica desde el Dhaulagiri, comentan que “el deshielo ha ido abriendo grietas y ahora el camino hasta el C1 es más delicado”.
Además, constatan que “el glaciar también ha cambiado. El campo base está rodeado de agua y riachuelos por todos lados, cada día con más caudal”. Unas condiciones que tendrán que tener en cuenta en su descenso el resto de alpinistas.
