Ascenso y descenso en condiciones épicas

Denis Urubko y Pipi Cardell abren “Matsoni” una nueva ruta en la noroeste del Ushba

Denis Urubko y María “Pipi” Cardell han abierto una nueva ruta en la vertiente noroeste del Ushba (4.710 m.), en las montañas del Cáucaso, Georgia. La han llamado “Matsoni”, tiene 47 largos, 1.600 metros de recorrido y una dificultad de VII ED WI.3. Han realizado dos vivacs a la subida, y uno muy duro -por la tormenta- en el descenso.

“Matsoni”, en la noroeste del Ushba (47 largos, 1.600 m. VII ED WI.3) abierta por Denis Urubko y María “Pipi” Cardell del 6 al 8 agosto 2018 (3 días escalada y uno descenso).
“Matsoni”, en la noroeste del Ushba (47 largos, 1.600 m. VII ED WI.3) abierta por Denis Urubko y María “Pipi” Cardell del 6 al 8 agosto 2018 (3 días escalada y uno descenso).
| 8 comentarios |

Esta mañana hemos hablado con ellos y nos han contado cómo ha sido la escalada, realmente épica, pues el mal tiempo les alcanzó en los últimos largos y durante todo el descenso, que realizaron rodeados por la tormenta, con rayos cayéndoles muy cerca, sintiendo todo el ambiente cargado de electricidad.

La ascensión la llevaron a cabo entre el 6 y el 8 de agosto, el día 9 lo emplearon en el descenso. Un descenso al que también dio emoción el mal estado de las cuerdas, destrozadas por el granito tan abrasivo de esta montaña. Desde hace veinticinco años no se abría ninguna nueva ruta en el Ushba.

Días antes, escalaron la vía Gabriel Khergiani en la cara sur y Pipi sufrió la caída de una piedra que le dejó las costillas muy doloridas, piensa que puede tener una fisura o una rotura en el cartílago que une la costilla. A pesar de ello no dudó en acompañar a Denis en la nueva ruta que deseaban abrir. “No quería romper el sueño de Denis y acordé con el que si no podía seguir nos bajábamos. Finalmente aguanté hasta dos largos antes de la cima. La bajada me costó, pero nada que ver”.

La nueva ruta transcurre en la vertiente noroeste y lleva a la cima sur del Ushba (4.710 m.), en las montañas del Cáucaso, Georgia. La han llamado “Matsoni”, tiene 47 largos, 1.600 metros de recorrido vertical sobre hielo y mixto (más 400 metros de travesía) y una dificultad de VII ED WI.3 – en la escala rusa su grado es 5B-). Han realizado dos vivacs a la subida, y uno muy duro -por la tormenta- en el descenso. Subieron sin tienda, sólo con el avance, un saco ligero y una esterilla.

El nombre, “Matsoni”, se lo han puesto porque así se llama el yogur georgiano, y las condiciones que encontraron en la ruta se lo recordaba.

El año pasado Denis y Pipi abrieron una ruta en la sur del Pik Chapaev (6.372m.), Kirguistán, que bautizaron “Shashka” (2.000m, IV/4 M4 90°) que fue seleccionada para los Piolets de Oro 2018 aunque finalmente no ganó.

«El mal tiempo nos pilló arriba, metidos en todo el fregao. Y ya teníamos que seguir para arriba»

Esta es la conversación que esta mañana manteníamos con Pipi, en la que participaba también Denis, con quien también hablamos al final de la entrevista. Es la mejor manera de conocer cómo ha sido esta ascensión en estilo “Denis Urubko”: sin agua durante el día (Denis mantiene su teoría al respecto, que nos cuenta en la entrevista), con muy poca comida, limando los piolets y crampones en las reuniones, utilizando una técnica rusa peculiar de escalada en hielo…

Pipi…. ¿dónde te ha metido Denis?
¡Jaja! Vaya fregao Darío, tela. Ha sido muy duro debido a las condiciones, hemos pillado un día de buen tiempo y el resto malo. De hecho hemos encontrado gente que no habían podido hacer nada. A nosotros el mal tiempo nos pilló arriba, metidos en todo el fregao. Y ya teníamos que seguir para arriba.

¿Os falló la previsión de la meteo?
Sabíamos que venía mal tiempo pero no tanto. La previsión no ha sido del todo acertada y nos pilló. También podíamos haber bajado pero decidimos seguir subiendo.

“Denis subía con la lima en el bolsillo e iba constantemente afilando los piolets y los crampones”

¿Cómo es la vía que habéis abierto?
Está en la vertiente noroeste. Comenzamos a subir por el glaciar, pero se veía peligrosísimo,  por eso cuando llegamos a la rimaya, decidimos irnos a la derecha, a la roca, y desde ahí salieron quince largos hasta que alcanzamos la nieve.

El primer vivac lo hicimos poco antes de la nieve. Denis eligió un sitio perfecto. Íbamos sin tienda, con el avance, que pegábamos a la roca y así nos protegíamos. También llevábamos un saco ligero y una esterilla. Como te decía, escogió un sitio increíble, un saliente de roca muy pequeñito, bajo el que nos metimos los dos porque las caídas de piedra eran impresionantes. De hecho, una rompió justo encima de la roca que nos protegía. No he pasado más miedo en mi vida. Toda la noche estuvieron cayendo piedras y más piedras.

Cuando nos despertamos de madrugada para seguir, vimos que aquello era un suicidio y decidimos esperar a que amaneciera para bajarnos. Teníamos claro que si venía una piedra no la íbamos a ver, que era muy peligroso.

Esperamos hasta las cinco, a que amaneciera, para bajar. En ese momento vimos que caían menos piedras debido al frío de la noche; hacía un buen día, así que nos dijimos: «Tiramos para arriba, aunque es tarde es buen momento». Desde ahí hicimos como medio largo más y llegamos a la nieve. Seguimos ascendiendo por la nieve y luego Denis se “enchufó” escalando sobre hielo de mala calidad. Subía con la lima en el bolsillo e iba constantemente afilando los piolets y los crampones.

(En este momento de la conversación Pipi le pregunta a Denis cuál es su opinión sobre aquel tramo) “Dice que para él eran las condiciones normales de un hielo de verano, con muchas piedras y polvo”.

“Denis utiliza una técnica rusa para escalar en hielo”

¿Afilaba los piolets y crampones en las reuniones?
Sí, sacaba la lima y lo hacía. Ha subido con un piolet que ha diseñado con Camp. Lleva unas hojas especiales. Utiliza una técnica propia para escalar en hielo. Usa una cinta plana que va de los pies a los piolets. Así hace más fuerza con los pies que con los brazos, va haciendo presión con los pies y como van atados con la cinta al piolet la hoja se clava con una fuerza impresionante, super agresiva.

¿Es como una especie de estribo que cuelga del piolet?
Sí, exacto.

¿Qué ventajas tiene esta técnica?
Avanza más rápido y se cansa menos. Ahorra energía en los brazos. Va clavando los crampones y entonces, cuando hace presión con los pies, el piolet se clava en el hielo. Dice Denis que es una técnica que ha utilizado toda su vida en Rusia. Probó a ver qué tal funcionaba con ese hielo y le fue estupendamente.

Me decías que estabais ya en la pendiente de hielo…
Sí. A veces caían unos pedrolos impresionantes pero los fuimos evitando. Denis es una bestia en la montaña, la forma en que se mueve, en que se orienta, en que decide,…es increíble.

El segundo vivac lo hicimos en una grieta, en una rimaya situada antes de la última pendiente. Ahí también nos protegimos, porque estábamos debajo de un serac enorme, y esa noche empezó la tormenta. Comenzó a nevar y caían unos rayos impresionantes. Decidimos que era más seguro continuar, porque desde el serac estábamos a trece largos del collado que daba ya a la última arista rocosa antes de la antecima.

Nos caían avalanchas de nieve por los dos lados. Denis iba por el medio de donde caían las avalanchas, pero a veces también nos caían encima. A la vez había una nevada impresionante, con mogollón de ventisca. A veces a él le caía una avalancha y tenía que ir con cuidado porque se desequilibraba. Fue épico.

Empezó a mejorar un poco el tiempo; cuando llegamos al collado había parado de nevar. Desde el collado hasta la cima fueron cinco largos de roca. El primero era de mixto, lo hizo Denis, y luego fui de primera en la roca. Escalamos un largo de 6b. Íbamos exhaustos, muy cansados.

“Subimos estilo Denis: sin agua para beber, comiendo poquísimo y sin parar en todo el día”

Fueron muchas horas de actividad diaria.
El que menos 12 horas, el que más 20 de no parar, estilo Denis, de comer poquísimo y no beber. Estábamos ya agotados; esos cinco largos de roca fueron complicadillos. Yo me sentía bien pero la arista final la hizo Denis porque en la vía que hicimos antes, en la sur, la Gabriel Khergiani, que es la clásica, me cayó una piedra e iba con una costilla tocada. No sé si tengo una fisura. Escalé de primera los largos de roca hasta el más difícil, pero en el de 6b me pegó otro trallazo la costilla y ya continuó Denis hasta la cima por la arista. Llegamos a la cima a las nueve de la noche, pero había niebla y seguía nevando a ratos. Un frío y viento tremendo.

(Se escucha a Denis diciendo ¡Felicidad!) “Sí, dice Denis qué felicidad. Le sobra energía ¡Jajaja!”

Madre mía, eran las nueve de la noche y estaba super oscuro. Empezamos a descender siguiendo el recorrido que conocíamos de la otra ruta que habíamos hecho en la cara sur. Lo bueno era eso: que conocíamos la bajada. Aunque en la oscuridad era muy complicado encontrar el recorrido. Dejamos de bajar a unos 4.500 metros. Otra vez tormenta y nieve. Mogollón de viento, no veíamos nada con la niebla, los rayos caían super cerca y pensamos que teníamos que parar donde fuera.

Nos instalamos en un sitio super precario, nos tapamos con el avance de la tienda, pusimos la esterilla y no nos pudimos ni meter en el saco. Así pasamos seis horas de verdadero calvario, cubiertos por la nieve, tiritando y abrazados. Como vimos que el tiempo no mejoraba nos dijimos que o salíamos de ahí como fuera o nos quedábamos ahí. Y en medio de la nevada recogimos todo y empezamos a rapelar.

Denis iba primero, entre los dos intentábamos acordarnos del descenso, de dónde estaban las reuniones, pero con la niebla era super complicado. Caían rayos al lado. Parecíamos unos locos bajando así pero teníamos que salir de ahí como fuera. Todo estaba electrificado. Fuimos bajando poco a poco y decidimos que aunque nos tuviéramos que tirar las siguientes 24 horas no podíamos parar porque estábamos empapados y agotadisimos. No podíamos pasar otra noche así porque el saco estaba mojado. Había que llegar como fuera.

Nos tiramos veintitantas horas. Llegó un momento que íbamos muy rápido. La verdad es que funcionábamos super sincronizados haciendo las maniobras. Todo muy bien, muy correcto y no tuvimos problemas. Lo único eso: el frío, la falta de visibilidad y la nieve, pero no paramos. Como autómatas para abajo y llegamos las 22.00 a la morrena. Empaquetamos todos, nos quitamos los crampones y ya hasta el pueblo (Mazeri).

Llegamos al albergue donde estamos ahora a las 02.30 de la madrugada. Un poco odisea todo. Impresionante el agotamiento.

¿Cuántos días de actividad han sido?
Tres días subiendo, al tercero hicimos cima y parte de la bajada, y el cuarto, el día 9, el resto de la bajada.

Denis: “soñaba con escalar esta montaña desde hace mas de veinte años”

¿Han sido muchos rápeles de bajada?
A la subida 48 largos y 1.600 metros, y para descender un no parar de rápeles. Había veces que íbamos en ensamble, por camino más fácil, destrepando, hasta que volvíamos a enganchar los rápeles. Desde la cima era sobre todo mixto y luego, la última parte antes de llegar a la Morrena, destrepando por alguna pendiente de hielo.

A mí me ha parecido una montaña muy técnica. Hay que controlar todo muy bien, te hablo de las rutas que hemos subido, igual hay otras vías que son más compactas.
Por cierto, la traducción de Ushba es “fiesta de brujas”.

¿Cómo es el Ushba?
(Se oye a Denis que le comenta algo a Pipi) “Denis dice que soñaba con escalar esta montaña desde hace unos veinte años. Y que gracias a Dios ha tenido a esta estupenda compañera andaluza.”

Ahora es Denis quien se pone al teléfono para decirnos:
Para nosotros esta ascensión con este mal tiempo es un entrenamiento super bueno para el Cerro Torre y el G2, que son nuestros proyectos el año que viene.

Era muy importante comprobar la condición del hielo, las caídas de piedras, etc. Los seracs eran muy peligrosos y la previsión del tiempo era muy mala. La primera noche hablamos y decidimos continuar.

Denis le vuelve a pasa el teléfono a Pipi….
Por lo que me contáis ha sido una ascensión totalmente épica
Denis dice que hace como 25 años que nadie abría una vía nueva en el Ushba, se habían abierto variantes, pero una vía nueva no.
El principio, toda el tramo de roca de la primera parte lo disfrutamos. Es granito; lo hicimos muy bien porque antes de venir, en Italia, escalamos mucho en zonas de granito, lo que ha sido muy buen entrenamiento para la escalada aquí.

Empezamos la ascensión por esa pared de roca. Es cierto que nos llevó bastante más tiempo del que pensábamos y avanzamos bien pero con cuidado. El primer día no alcanzamos la meta que nos habíamos fijado, pero estábamos contentos, lo habíamos hecho todo correctamente. De la zona de roca no teníamos referencia alguna. Así que entre los dos analizábamos por donde subir. Estábamos super de acuerdo con la línea que teníamos que seguir.

El primer vivac que hicimos fue en la cornisa que te comentaba. Aparte de la caída de rocas el tiempo era bueno, no teníamos frío y hubo un atardecer muy bonito. Tuvimos dudas, en la madrugada, cuando nos planteamos bajarnos porque era jugárnosla sin ningún sentido.
Pero cuando pararon las caídas de piedras hacía buen tiempo. Nos dijimos “vamos a ver si conseguimos llegar arriba, aunque nos toque bajar con mal tiempo conocemos el descenso”.

El granito es tan cortante que el descenso lo hicimos con las cuerdas destrozadas. Pensé que en cualquier momento uno de nosotros se iba para abajo.

“Llevaba los pies de gato ajustados, sin calcetines, y los pies no los sentía, pero lo dimos todo”

Y, además, el descenso lo hicisteis con la tormenta…
La tormenta nos pilló subiendo. Cuando se empezó a poner muy malo eran las cinco de la tarde, y tuvimos que parar porque de ahí para arriba no teníamos un sitio donde vivaquear. Paramos debajo del serac. En realidad lo que nos quedaba era una pala con bastante pendiente de hielo hasta el collado y luego la arista final, que pensábamos que iba a ser más fácil. ¡Pero no veas los larguitos que había! Yo llevaba los pies de gato ajustados, sin calcetines, y los pies no los sentía, pero lo dimos todo. En la pala de nieve nos pilló un marrón: caían avalanchas y coladas de nieve…

¿Seguisteis subiendo a pesar de las avalanchas?
Sí. Descender por ahí era un locura, porque incluso para llegar al serac y a la rimaya hicimos un rapel pasando unas grietas que no veas. Era mucho peor bajar.

¿Tan arriba utilizasteis pies de gato?
Sí, en la arista escalamos un largo de 6b. Una travesía super fina con unos pasos desplomados. Si hubiera habido grieta suficiente como para hacerlo en artificial lo hubiera hecho con botas, pero llegó un momento que me tuve que desviar y hacer una travesía porque había un sitio por el que no se podía progresar ni en artificial. Lo tenía clarísimo: con pie de gato.

Ha sido una gran aventura la que habéis vivido.
Mucha, mucha. Lo hablábamos y decíamos: “Esta escalada con buen tiempo sería muy distinta» nada que ver con las condiciones en las que hemos escalando en la parte final y en el descenso. La montaña con mal tiempo es un mundo completamente diferente.

Parece que lo más peligroso ha sido el descenso, ¿no? Con la tormenta…
En la subida ha habido tramos con momentos muy peligrosos por la caída de piedras. Luego, hasta el collado, era muy peligroso por las avalanchas y la tormenta que teníamos también ahí encima, La bajada fue muy dura también por la tormenta y la nevada constante, no veíamos nada.

Con las condiciones en las que la hemos hecho ha sido muy duro. Nos hemos quedado los dos super flacos, se nos iba cayendo el arnés. Denis iba todo el rato atándose las hebillas de las piernas porque se le iban quedando grandes. Ha sido una aventura increíble, ya de por sí esta montaña es exigente. Me sorprendí en la ruta que hicimos por la cara sur, la Gabriel Khergiani. Es una vía que de fácil no tiene nada.

“Bebíamos en el vivac y antes de salir, pero no durante la escalada, no hemos llevado agua ningún día.”

Increíble que notarais el peso que ibais perdiendo…
Sí, es que no hemos parado. Además Denis dice que hay que comer poco o nada cuando se está haciendo actividad y de beber lo mismo (para ahorrar peso y ganar tiempo).

En doce horas comíamos un poco, al empezar y luego al llegar. Igual nos metíamos un fruto seco en la boca, pero en veinte horas comíamos una o dos veces, y de beber nada. Salimos sin agua. Bebíamos en el vivac y antes de salir, pero no durante la escalada, no hemos llevado agua ningún día. A la bajada íbamos chupando las piedras. A la subida, si veíamos hilillos que caían, también, pero una vez alcanzamos la nieve ya no. Solo cuando parábamos.

¿Lo de ir sin agua por qué? En el vivac podíais rellenar la cantimplora y llevar agua para el día…
Es que ni siquiera llevábamos botella. Llevábamos la cocina para fundir agua cuando parábamos..

Denis y las cantimploras están regañados, son incompatibles…
En la vía Gabriel Khergiani sí la llevé. En las reuniones iba bebiendo unas gotitas, pero aquí no. Íbamos con el peso super contado, llevábamos unos mochilones, sobre todo Denis, que subía con una mochila sobrehumana. Yo llevaba también mucho peso para mi estatura, pero menos que él.

En la bajada, cuando ya empezaba a haber vegetación, encontramos unos arbustos con frutos rojos, parecidos a los arándanos. Casi ni los cogimos con la mano, directamente de la rama a la boca para refrescarnos, para beber algo, porque al final nos quedamos sin comida. La bajada fue entera sin comida, ya a cero.

En el albergue es increíble cómo nos han cuidado todo el tiempo. Llegamos a las dos y media de la madrugada y estaban super preocupados. Se levantaron todos; el abuelo, la tía, la señora de la casa… Enseguida nos trajeron ropa seca, zapatillas, calcetines y nos empezaron a preparar comida caliente y bebida. La gente de Georgia se ha portado superbien con nosotros. Han sido increíblemente amable, cariñosos y atentos. Estamos muy contentos.

«Llega un momento en el que el cansancio te hace dudar en maniobras muy sencillas, de una manera absurda»

¿Qué ha representado para ti esta ascensión?
Después de la vía que abrimos el año pasado en el Pik Chapaev, me dije que no iba a vivir algo más duro ni más difícil pero Denis me la ha vuelto a jugar ¡Jajaja!

Esta vía es mucho más técnica que la que abrimos al Pik Chapaev [“Saber” -2.000m, IV/4 M4 90°-]. Aquella fue dura por el frío y la altura, pero esta ha sido muy técnica, ha requerido muchísima concentración para no tener ni un solo fallo.

En cada paso teníamos que tener mucho control, había una tensión brutal. Llega un momento en el que el cansancio te hace dudar en maniobras muy sencillas, de una manera absurda. Dudas, por ejemplo, de si estás pasando bien las cuerdas por el descensor. Tienes que estar en una alerta constante porque es muy fácil tener un fallo en cualquier tontería que te puede costar super caro. Para mí ha sido un aprendizaje brutal.

¿Has cruzado una barrera que no conocías?
No me podía imaginar hasta qué punto mi cuerpo podía aguantar y funcionar.

¿El descenso que ha sido tan arriesgado como en el Pik Chapaev?
No, porque como decidimos no bajar por la misma vía, que era peligrosísima, hemos bajado por la cara sur, y la cara sur no es de hielo como la ruta por la que hemos subido. Es todo de roca, y había pitones, trozos de cuerda pasados por roca. Una bajada normal hasta llegar al tramo final; antes de llegar a la morrena había que descender 400 metros de nieve, pero eso lo hicimos sin hacer rápeles. Destrepamos los dos encordados descendiendo de cara a la pared.

Denis Urubko: “Es una de las escaladas que me ha consumido más energía”

Le pedimos a Denis, que ha seguido la conversación interviniendo en varias ocasiones, que se ponga al teléfono para conocer sus impresiones.

Denis, ¿qué ha sido para ti esta escalada?
Estoy muy feliz de hacer equipo con María, que reacciona de una manera muy parecida a mí y con quien comparto las mismas emociones. Es muy valiente y estoy muy feliz por ello. Para mí es muy bueno e importante haber escalado esta montaña por segunda vez porque estoy buscando la felicidad de mi compañera y veo que va en paralelo con conseguir muchas otras cosas.

¿Ha sido una de tus escaladas más difíciles?
No puedo decirte si es de las más difíciles pero una de las que me han exigido más energía. En tres días hemos consumido mucha energía.

¿Cómo es esta montaña?
Fue explorada hace 200 años por alpinistas alemanes. Es el gran símbolo de las montañas del Cáucaso. En Georgia dicen que aunque escales el Everest sino escalas el Ushba no eres alpinista. Porque el Ushba es la montaña más importante para los Georgianos.

Me ha parecido extraña la técnica que utilizas para escalar con el crampón y el piolet.
No es extraña, en Rusia es muy utilizada.

¿Porqué ese estilo tuyo de ir sin agua?
No es mi estilo, es normal porque así llevas menos peso y gastas menos tiempo y gas en hervir el agua.

¿Cuál es vuestro siguiente proyecto?
Planeamos irnos a escalar a Patagonia en diciembre y enero.

Comentarios
8 comentarios
  1. Enhorabuena Pipi y Denis.. A por el siguiente proyecto. Drink water my friends.

  2. Muy bien pipi. Otra gran azaña. Solo recordarte que lo de colgarse de los polos se dice escalada artificial, nada que ver con la apertura de este tipo de vías en libre. Seguro que de is sería capaz pero ya serían demasiadas cargas y demasiado riesgo si algo falla.

  3. «Nos hemos quedado los dos super flacos, se nos iba cayendo el arnés. Denis iba todo el rato atándose las hebillas de las piernas porque se le iban quedando grandes.» Tremendo!!!

  4. una curiosidad: ¿Denis y Maria son solo compañeros escaladores o son también compañeros en la vida ?

Ayudarnos a difundir la cultura de la montaña

En Desnivel.com te ofrecemos gratuitamente la mejor información del mundo de la montaña. Puedes ayudarnos a difundir la cultura de la montaña comprando tus libros y guías en Libreriadesnivel.com y en nuestra Librería en el centro de Madrid, o bien suscribiéndote a nuestras revistas.

¡Suscríbete gratis al boletín Desnivel al día!

Estamos más ocupados que nunca y hay demasiada información, lo sabemos. Déjanos ayudarte. Te enviaremos todas las mañanas un e-mail con las historias y artículos más interesantes de montaña, escalada y cultura montañera.