Esta es una historia poco conocida del alpinismo: tras el terremoto que asoló Nepal en abril 2015, que causó la muerte de más de 20 personas en el campo base del Everest, y miles de muertos en Nepal, 210 personas, que se encontraban en la parte superior de la montaña (en el c1 y c2) quedaron atrapadas, aisladas, pues no era posible descender por la Cascada de Hielo. En una operación de rescate sin precedentes (nunca -que sepamos- se ha rescatado a tanta gente a tanta altura: el campo 1 está a unos 6.100 metros aproximadamente), en el primer momento en que los helicópteros quedaron libres de otras labores de rescate de mas urgencia y pudieron volar al campo base, todas estas personas fueron evacuadas con gran rapidez y eficiencia. Tal y como nos explica Damián Benegas todos los vuelos de helicóptero fueron perfectamente organizados para que todo los alpinistas atrapados pudieran descender y, a la vez, evitar cualquier situación de caos o pánico.
Damián Benegas y su hermano Willy Benegas son los responsables de la agencia Benegas Brothers, una de las agencias organizadoras de expediciones al Everest más respetadas. A los pocos días del dramático terremoto de Nepal, y cuando se encontraba ya en Kathmandú, hablamos en profundidad con este experto guía argentino sobre lo ocurrido a partir de aquel momento en la montaña. Una entrevista que en aquel momento no vio la luz y ahora publicamos para difundir algunos aspectos poco conocidos de este rescate que destaca por la rapidez, eficacia y eficiencia con que se desarrolló. Tres helicópteros en alrededor de seis horas, perfectamente coordinados y organizados, rescataron a las 210 personas atrapadas en el C1 (6.100 metros aprox.)
«Fue una coreografía de logística con 3 helicópteros»
¿Dónde estabas cuando se produjo el terremoto?
A mí me sorprendió dos veces el terremoto. Una el día 25 y otra el 26, que no era una réplica, sino un terremoto distinto. Las dos veces me pilló en la Cascada de Hielo y sobreviví. La primera vez salíamos de la cascada y empezó lo que yo creí que era una avalancha del serac. Empezó a temblar todo y yo no entendía nada, no podía ser que la avalancha estuviese haciendo tanta presión sobre el serac. Después, a la tercera sacudida, me di cuenta de que era un terremoto. Había tres personas por debajo del serac, yo y tres más estábamos arriba y había otra persona en la escalera.
¿Tu hermano estaba contigo?
Llamé enseguida al campo base. Mi hermano Willie justo llegaba allí y se salvó de milagro porque se escondió detrás de una piedra. Luego me llamó y me dijo que el campo base era un desastre, no fue tanto una avalancha de nieve sino de viento, que fue el que tiró todo. Cayeron los seracs grandes que estaban encima del campo 2 del Pumori y cerca de la cumbre. Toda la fuerza tenía una sola salida y era en dirección al campo base del Everest. Willie dijo que vio la nube venir y tenía como mil metros de altura. Dice que fue como si alguien hubiera tirado una bomba en el campamento base.
«Sabíamos que el desastre en el campo base era tan grande que no habría manera de tener helicópteros»
Dices que a ti te sorprendió en la cascada de hielo.
Estaba a 6.046 metros según mi GPS, en la ruta nueva de la cascada. Sobreviví dos veces en la cascada, eso prueba que la nueva ruta es buena. Al segundo día, cuando llegué al c1 con todos los clientes, había mucha nieve. Eran las 2 de la tarde y nos juntamos todos lo jefes de expedición y decidimos pasar allí el día siguiente. Sabíamos que el desastre en el campo base era tan grande que no habría manera de tener helicópteros. Pedimos que todo el mundo se quedase en el c1, que los del c2 bajasen hacia nosotros.
Entonces un sherpa, Austin Malley y yo decidimos bajar para ver si podíamos abrir la ruta. Yo tenía mucha confianza en que no se había destruido mucho. Bajamos hasta 5.900 metros, hasta donde hay dos escaleras verticales y otra horizontal. Arreglamos el sector roto, al día siguiente nos levantamos temprano, salimos delante de todos, acabamos de arreglar otro sector y abrimos las rutas para el lunes, que era el día siguiente.
Al día siguiente te sorprende una réplica muy fuerte…
Cuando empiezo a volver por la cascada se produce un segundo terremoto. Vi una cuerda que empezó a hacer como una ola. Se formó una grieta de 20 metros de ancho y 30 de profundidad en el suelo. La cuerda, que estaba atada, empezó a tensarse, saltó la chapa de arriba y me quedé en una isla, en un tótem. Logramos equipar una beta entre una isla y otra, después nos movimos y nos fuimos de ese sector que se había formado. Fue increíble, como estar en un pelotón de fusilamiento, que todos disparasen y cuando se termina el ruido darte cuenta de que todas las balas pasaron por tu lado y ninguna te dio.
«Logramos ser sumamente organizados y bajamos a 210 personas en un día»
¿Teméis por la seguridad de los clientes?
Teníamos miedo de las réplicas y teníamos miedo de llevar a los clientes debajo de la cascada, así que empezamos la logística para conseguir dos helicópteros en el c1. La gente estaba empezando a desesperar pero aceptó la planificación. Logramos ser sumamente organizados y bajamos a 210 personas en un día. Fue una coreografía de logística con 3 helicópteros.
¿Quién paga los helicópteros?
Contactamos a cada uno de los grupos que estaban en el campamento base y en el c1. Teníamos que saber de qué empresa eran, ellos tenían que llamar a la empresa de helicópteros y entonces se iniciaba el rescate. Willie preparaba una lista maestra donde estaban los nombres de cada una de las personas y qué compañía tenían. En el helipuerto había una persona con esa lista y cuando llegaba un helicóptero, era para tal grupo concreto. Nadie subía al helicóptero sin estar en la lista o sin ser del grupo. Así constantemente para mantener un orden. Nadie se subía sin estar autorizado. Así evacuamos a 210 personas. Cada vuelo llevaba a 2 personas.
La evacuación en helicóptero ha suscitado críticas…
Nadie, salvo que tengas contactos con las compañías, vuela gratis. No hubo mal uso de helicóptero. Había 210 personas que tenían que salir de allí, era también una emergencia. La compañía de helicópteros cobró y el Gobierno de Nepal recaudó impuestos por ello. He leído algunas críticas y los alpinistas son seres humanos igual. Son helicópteros privados. Para empezar, todo esto está autorizado por el Gobierno.
«El Gobierno no quiere decir que la montaña está cerrada, está usando el nombre de cierta gente para decir que se va a continuar subiendo»
¿Cuánto tiempo llevó la evacuación?
Había 3 helicópteros. Seis horas de vuelo aproximadamente, el tiempo ayudó mucho. Las compañías tenían mucha presión por parte del Gobierno para estar en otros lugares y por eso querían terminar la operación. Hubo algunas controversias. Los de Adventure Consultant quisieron bajar 12 vuelos de carga ese día y se armó jaleo porque eso suponía no evacuar a 24 personas. Ellos insistían en sacar material del c1. Es importante decir que el equipo perdió a 4 personas, así que quizá lo hicieron sin razonar.
Vosotros también sacasteis material del c1, aunque más tarde
Nosotros, el día 28, subimos al c1 a bajar la carga. Desmontamos el campamento de altura, lo que demuestra nuestra responsabilidad hacia la montaña. Nos cuesta más caro el vuelo en helicóptero que dejar allí los 143 kilos de material.
¿No era mejor que los helicópteros hubiesen ido a otra parte a ayudar?
Sí, pero también había responsabilidad hacia ese lugar. Preferíamos limpiar todo, cerrar la puerta de la cascada, dar por terminado el asunto y bajar. Los helicópteros estaban habilitados y estaban allí, no los habían llamado más y decidimos en base a eso. El Gobierno no quiere decir que la montaña está cerrada, está usando el nombre de cierta gente para decir que se va a continuar subiendo, así no tiene que lidiar con los permisos.
Ha hecho una declaración de que la montaña está abierta pero aquí todo el mundo decidió que se termina. Las razones son múltiples: por la parte moral están los sherpas afectados. Por la técnica, entré en la página web del Geological Survey y predecían hasta 25 o 30 réplicas en los próximos 30 días. Van desde grado 5 hasta igual o mayor categoría que el terremoto.
«Yo no volvería a subir cuando hay una previsión de réplicas»
¿Todas las expediciones estaban conformes con acabar la temporada?
Los clientes que van con las empresas más baratas son los que más pelean para quedarse. El año pasado sucedió lo mismo. Las empresas grandes decidieron irse y los otros no. El año pasado fue un tema estrictamente político, pero este no. Muchos sherpas han perdido sus casas o tienes familiares afectados, por eso se querían volver. Al mismo tiempo, nadie quería subir la cascada. Yo no volvería a subir cuando hay una previsión de réplicas.
Hubo suerte de que no hubiese más gente en la cascada
Sí, este año había un sistema premonzón, es decir, mañanas tranquilas y tardes con nieve. La cascada se abrió oficialmente el día 19. Tras cinco días de grandes nevadas, el día 17 subimos y terminamos de arreglar varias cosas. Aún faltaban dos tramos grandes donde había que colocar escaleras pero el 18 no se trabajó por el aniversario de los accidentes del año pasado. El 19 pedimos a las expediciones que nadie subiese por las cosas que faltaban y todo el mundo cooperó.
Abrimos todo hasta el c1 y ya fue en los días 20, 21, 22 y 23 cuando subieron casi 300 personas. Con eso quedó realmente abierto. Todo el mundo quería reservar zona en los campos de altura y subieron tanto sherpas como clientes. El 24 subió la gran mayoría y hubo un grupo, en el que me encontraba, que decidió no subir y reorganizar el tráfico. El 24 subieron 150 personas. El 25, que fue el día del terremoto, subieron unas 70 personas. Yo salí a las 5 de la mañana y el terremoto me pilló arriba.
«Si entre todos nos cuidamos, mantenemos una montaña más segura»
¿El comportamiento de la gente en el campo base fue bueno?
Sí, porque hubo muchos cambios el año pasado. Este ha habido muchas mejoras en la seguridad y trabajos coordinados con otras empresas. Todavía hay empresas a las que no les interesa nada el trabajo conjunto para la seguridad, entre ellas algunas nepalíes muy grandes. Hemos tenido muchas reuniones con los grandes líderes para hacer el trabajo, porque sabemos que no podemos involucrar a ciertas empresas, sería más dañino que positivo. Si entre todos nos cuidamos, mantenemos una montaña más segura.
¿Qué hicisteis para colaborar con Nepal tras el terremoto?
Marchamos a Suiza un par de días para recaudar fondos y regresamos a Kathmandú a ayudar. Centramos nuestra ayuda en el valle del Makalu. Era una carrera contra el tiempo por la llegada del monzón. Al margen del terremoto, este año iba a ser complicado por la meteorología. Estaba nevando un promedio de 20 cm por día. Simone Moro tuvo problemas, también Carlos Soria… Nuestro miedo era el monzón. [Tras el terremoto los hermanos Benegas y Edurne Pasabán se volcarón en ayudar al pueblo de Nepal. Os lo contamos en esta noticia.]
«El Everest es una montaña que todo el mundo seguirá queriendo subir»
¿Qué futuro le auguras al Everest?
Hay que separar lo del año pasado, que fue político, de lo de este año, que es natural. Yo pasé mucho miedo en la cascada pero ya estoy haciendo planes para el año que viene y hablando con mis clientes. Los sherpas están tranquilos también. El Everest es una montaña que todo el mundo seguirá queriendo subir. Sabemos que el año que viene será un año perdido en temas de reorganización porque no podremos tener el apoyo del Gobierno. Yo siempre he defendido que haya un control de gente y que se fije la cantidad máxima de personas por expedición.
¿Cuántas expediciones había este año?
Había 35 expediciones, unas 380 personas, números similares a los del año pasado. Contando con que hay casi un sherpa por cada persona, la población del campamento base puede fluctuar entre ochocientas y mil personas.
¿Es cierto que murieron varios sherpas en la cascada de hielo después del terremoto?
Hubo un accidente durante el terremoto de un sherpa que se hizo algo en el tobillo mientras estaba en la cascada, pero allí no pasó nada más grave. Eso demuestra que hubo cambios significativos con respecto al año pasado en la cascada de hielo. Repito: nadie murió en la cascada.
Se acabó la temporada y los sherpas perdieron el trabajo ¿Van a cobrar este año?
Nosotros tenemos una política en la que todos cobran su salario. Los clientes ya nos pagaron y ellos cobran, igual que pasó el año asado. Varias empresas están actuando igual.
¿Y a los clientes se les devuelve el dinero que han pagado por la expedición?
No, para eso contratan un seguro que cubre desastres naturales. Es una inversión que deben hacer.
Que bueno que aún en condiciones adversas, se mantenga la ética y respeto por la montaña… Esos sí son VERDADEROS montañeros!!! Mis respetos a estos guías…