El ochomilismo no deja de sorprender a propios y extraños. Una de las historias más sorprendentes y raras de los últimos tiempos convulsos de esta especialidad montañera se dio el año pasado, con la cumbre falsa de Christian Stangl en el K2 en verano y su posterior confesión pública. Ahora esa historia da un nuevo giro con el regreso del alpinista y skyrunner austríaco a la misma montaña, en una especie de expedición en busca de la redención.
La historia del año pasado
Christian Stangl había acudido al K2 con un grupo heterogéneo liderado por Gheorghe Dijmarescu, de quienes se separó por una serie de desavenencias qeu terminaron en enemistad declarada. El 13 de agosto, el austriaco anunció que había alcanzado la cumbre del K2 el día anterior en un ataque rápido en solitario de 70 horas.
Se da la circunstancia de que la semana anterior el alpinista y experimentado esquiador sueco Fredrik Ericsson había perdido la vida en un accidente en el Cuello de Botella (8.200 m) cuando apuraba con Gerlinde Kaltenbrunner las pocas opciones de cumbre que las condiciones meteorológicas en la montaña ofrecieron el año pasado. Gerlinde tuvo que superar el shock emocional en un complicado descenso.
El 14 de junio, uno de los compañeros y amigos de Gerlinde, el kazajo Maksut Zhumayev, cuestionaba la veracidad de la ascensión al no haber encontrado indicio alguno de su paso por la ruta, así como haber descubierto intactas sus pertenencias en C2 y C3. Tampoco Dijmarescu encontró trazas de Stangl en un intento que realizó esos días, en el que su compañero Zsolt Torok llegó al C2, donde tuvo que trabajar durante dos horas para desenterrar su propia tienda, cubierta por la nieve.
A medida que pasaban los días, se fueron conociendo otros detalles sospechosos: se encontró un campamento oculto entre unas piedras cerca del campo base donde se podría haber escondido Stangl, se descubrió que la fotografía de cumbre difundida por él mismo había sido falsificada… Hasta que Christian Stangl no pudo resistir la presión y salió en rueda de prensa para confesar que, efectivamente, no había alcanzado la cumbre. Pero negó haber mentido o inventado algo, sino que su explicación fue que “en el último intento, llegué a un estado de trance de la conciencia en el que estaba convencido de haber llegado al punto más alto de la montaña”.
Un año para reflexionar
Stangl ha tenido todo un año para reflexionar y tomar una decisión que no debe haber sido nada fácil y que vuelve a situarlo en el ojo del huracán de la polémica. De momento, sí se ha podido confirmar mediante testigos como el italiano Mario Panzeri e imágenes de vídeo que esta pasada primavera alcanzó la cumbre del Kangchenjunga (8.586 m) sin oxígeno.
El protagonista, que se halla actualmente en la aproximación hacia el campo base de la vertiente sur, no ha querido hablar sobre la expedición de este año, en la que comparte permiso de ascensión con el italiano Fabrizio Zangrilli, los polacos Kinga Baranowska y Jack Teler y el francés Bruno Buchet. En cualquier caso, será su cuarto año consecutivo en la montaña, después de la retirada forzada por la avalancha que mató a once personas en 2008, de ser frenado por la nieve profunda por encima del Cuello de Botella en 2009 y de protagonizar la citada polémica en 2010. Como en todas sus ocasiones anteriores, realizará su intento por el espolón de los Abruzzos, con lo que no coincidirá con la expedición de Gerlinde Kaltenbrunner, que progresa por la vertiente norte.
10 comentarios
Creo que todo el mundo merece una segunda oportunidad y la verdad, por mucho que se le haga de menos, este tío es un crack! tiene unas ascensiones increíbles…allá cada cual si no le cae bien, pero físicamente en la montaña es un crack, le pese a quien le pese, y q conste que a mi me defraudó mucho pero al cesar lo que es del cesar.
Por mí como si se la hace astillas en la luna. A quién puede importarle si este tío hace o no cumbre con o sin? A su abuelita quizá. Un mentiroso es un mentiroso. Y que esto sea noticia en desnivel, habiendo tantas otras cosas,…..produce vergüenza, de verdad.
es todo muy triste, es a lo que hemos llegado por esta estupida carrera por «las cumbres», de los 14, no importa por donde o como, pero se debe subir para lograr los sponsors necesarios para seguir en la farsa.-
Que no mintió, joder que entró en un trance y tal. A mí me pasó una vez que me creía que me lo había montado con la Kim Basinger y luego tuve que desmentirlo porque mis amigotes no se lo creían … Pasé una vergüenza !!
Pues a mi me importa un rábano si sube o baja, el caso es que mintió y puede volver a mentir cualquier dia, hay errores que no perdono. Haberlo pensado antes, ahora quiere reconciliarse para seguir teniendo quien le financie. Si no le hubiesen descubierto no hubiese dicho ni pio.
Pues no es por ser tocapelotas, pero no se aprecia muy bien qe eso sea la cumbre…A parte de que en ell Kangchen nadie pisa la misma cumbre por respeto a las creencias locales…Y conociendo los antecedentes del amigo…Pues podía haber hecho una panorámica 360ª de verdad, y no esa cutre con su careto tapando media panorámica…
Yo tambien opino como ORESUND. A mayor o menor escala, todo ser humano comete errores más o menos graves. Si este alpinista austriaco ha conseguido escalar el Kanchenjunga es muy posible que consiga tambien el K».
Se perdona a alguien cuando admite haber cometido un error. El cómico este (que no alpinista) no intenta enmendar nada, sino callar bocas al estilo «vieron? ya subí, a ver si se callan ahora». Aparte de esto, como digo, no ha admitido nada. Esa excusa de que entró en un estado de «trance»… por favor, si hasta a un político español le resultaría vergonzoso decir algo así. ¿Qué es lo siguiente? El Payasoiarzabal diciendo que se hizo los 14 en un momento de enajenación a causa de la dexametasona?
Entre lo del Lhotse, esto, lo de Richard Parks y otros temas relacionados con las expediciones comerciales… Que asco me da todo. Con lo bonito que es leer articulos de ascensiones competentes realizadas con buen estilo, sin buscar nada mas que la experiencia y satisfaccion personal
En esta vida, no hay nada tan noble como reconocer un error y enmendarlo. Si todo le sale bien, demostrará que sabe ser un caballero y el mundo del alpinismo deberá demostrar que sabe aplicar la virtud del saber perdonar.