El alpinista Valentín Ruiz ha partido hoy, 2 de septiembre, a la cordillera del Himalaya para intentar hollar la cima de la sexta montaña más alta del planeta. Hasta aquí todo normal, pero la cosa cambia si añadimos que Valentín tiene una discapacidad del 62% debido a la amputación de su mano derecha.
Esta será la segunda vez que Ruiz intentará llegar a la cima del Cho Oyu, al que acudió en la primavera de 2009; en aquella expedición se quedó a 7.200 metros, cota que no pudo superar por culpa de la mala meteorología y las condiciones expuestas de la ruta.
Valentín Ruiz es un experimentado alpinista, en cuyo currículum se amontonan ascensiones como el Aconcagua, el Elbrus o el McKinley entre otros, añadiendo otras escaladas de dificultad en roca, como las que realizó en el Naranjo de Bulnes.
Los objetivos de la expedición, más allá del estrictamente alpinístico son varios; uno de los principales es tratar de motivar a otras personas con discapacidad, que se une al de contribuir a la superación de dificultades con un ejemplo práctico así como posibilitar la práctica del alpinismo a otros montañeros con discapacidad.
Según asegura Valentín en su web, “la cordillera del Himalaya ya no es un territorio vedado para discapacitados; el afán de superación hace que personas con algún grado de discapacidad sean capaces de asomarse a la vida y enfrentarla de cara demostrando que el mundo del deporte es apoyo fundamental para el logro de esa superación”.
Si hay alguna frase que resuma el espíritu de su estilo alpinístico en general y de esta expedición en particular, Valentín lo tiene claro, “las barreras sólo están en la mente”, y acaba sentenciando que “con una preparación sólida y una planificación minuciosa, se pueden conseguir grandes objetivos”.
Para poder hacer un seguimiento al minuto de su expedición al Cho Oyu, Ruiz ha habilitado un sistema en su página web que permite rastrear todos los movimientos que realice una vez llegue a la montaña.