Pendiente deseada por muchos y conseguida por dos equipos distintos con pocos días de diferencia. Las esquiadoras francesas Carole Chambaret y Tiphaine Duperier y su compatriota Boris Langenstein han completado el primer descenso integral con esquís del Laila Peak (6.096) y, unos días después, repetían el italiano Cala Cimenti y el suizo Matthias Koenig.
Situado en Pakistán, entre el Chogolisa y el Masherbrum, la cara noroeste de este seismil ofrecía un codiciado descenso de 1.500 metros y 50º que nadie había esquiado hasta ahora. A eso hay que sumar el plus de hacerlo en una de las montañas que más puntúa en cuanto a belleza. “No podía apartar la mirada de aquella aguja perfecta que se levantaba al fondo del valle glaciar”, escribe Ramón Portilla en el libro Historia de bellas montañas recordando la primera vez que vio el Laila Peak. “Los porteadores me dijeron que se llamaba Laila (la Hermosa, en árabe) y desde aquel mismo momento estuve seguro de que la quería subir”. Lo consiguió, por cierto, en el año 2013 después de varios intentos.
Llegaron a la cima en medio de unas condiciones perfectas
Esquiarla hasta su pie también ha estado en los planes de Duperier (30 años, esquiadora aspirante a guía), Chambaret (32, instructora de esquí) y Langenstein (33, guía de montaña). Los tres viajaron en abril al valle de Huse y establecieron su campo base en el Glaciar Gondogoro. El plan fue buscar una posible vía de retorno por la cara norte y alcanzar los 5.300 metros hasta en tres ocasiones diferentes. Cuando se les presentó el primer día de buen tiempo se pusieron en marcha y salieron del campamento a la 1 de la mañana. Era 11 de mayo.
Después de ascender 12 horas “entre pendientes y corredores de nieve, con tramos de mixto y hielo (contaba Chambaret en sus redes sociales)”, llegaron a la cima en medio de unas condiciones perfectas. “Hermoso tiempo, sin viento, gran momento feliz en la cima ¡¡y después un increíble descenso de 1.800 metros por nieve polvo!!”.
Dos semanas después, el día 25 de mayo, Cala Cimenti, Matthias Koenig y Julian Dänzer pisaban la cima del Laila Peak. Los dos primeros bajaron esquiando y se apuntaron el segundo descenso con esquís de esta bella montaña; su compañero perdió una tabla en la cumbre y no pudo seguirles. Unos días después, Cimenti y Koenig subieron hasta el C1 (5.100 m) para desmontar su tienda y parece que se les ocurrió una idea mejor: pasar la noche más arriba, a 5.700 m, y ascender la montaña que se encuentra al lado del Laila y que aún no tiene nombre. Llegaron hasta su cima y después bajaron con esquís.
Fantástico descenso desde una magnífica cumbre, !enhorabuena!