Sigue el compás de espera en el campo base del Dhaulagiri tanto para Carlos Soria y sus compañeros como para la treintena de alpinistas de distintos países de los que la mitad son españoles, entre los que se encuentran tres mujeres (Lina Quesada, Eva Zarzuelo y Rosa Fernández). El resto de los alpinistas de nuestro país son: los vascos Jonatan García e Iñigo Castiñeyra, los andaluces Fernando Fernández Vivancos, Pepe Saldaña, Juan Carlos Cantos y José Manuel Sánchez Galindo. Y el equipo de Carlos Soria, formado por Sito Carcavilla, Luis Miguel López Soriano y el médico Carlos Martínez. No podrá intentarla Francisco Javier Piris, compañero de Lina Quesada, que debido a sus compromisos laborales tiene que regresar estos días

En el campo base del Dhaulagiri se encuentran en estos momentos 30 alpinistas de distintos países: españoles (14), chilenos (Juan Pablo Mohr, Juan Luis de Heeckeren -fotógrafo- y Nicolas Mena -médico-), norteamericanos (Ryan Kushner y Nicholas Rice), surcoreanos (Mr Kim Mi Gon y Yun Uk Hye On), mejicanos (Mauricio López y Nadia Bonilla), china (Zijun Han), japonés (Hideki Nakayama), canadiense (Christopher Manning), indio (Debasish Blswas), polaco (Waldemar Kowalewski), serbio (Dragan Celikovic -médico-) y taiwanes (Lu Chung Han).
Hay otras dos mujeres, además de las tres españolas, la mejicana Nadia Bonilla y la china Zijun Han.
Sólo hay una posibilidad real de realizar un intento serio
La buena noticia, a la hora de equipar la montaña, es que la mayor parte de los sherpas (11) trabajan para Seven Summits, la agencia que organiza la expedición de Carlos Soria y ,también, de otros seis alpinistas de distintos países. Mikel sherpa, que es el sirdar de los seis sherpas de Carlos Soria y también de los otros cinco sherpas contratados de manera independiente por distintos alpinistas, lo ha organizado para que los 11 sherpas trabajen juntos equipando la montaña.
Por el momento han instalado cuerdas fijas hasta el campo 3. Hay sólo 3 sherpas más en la montaña, uno que acompaña a la pareja mejicana y otros dos a la expedición asiática. Todo el trabajo de equipar la montaña recae pues en los 11 sherpas de Seven Summits dirigidos por Mikel Sherpa (y, lógicamente, Carlos Soria, que es quién en definitiva transmite a Mikel la logística que piensa debe seguirse en la montaña).
Es clave no fallar en esa ventana de buen tiempo que permita intentar la cima. Sólo hay una posibilidad real de realizar un intento serio a la cumbre del Dhaulagiri y esto hace que Carlos Soria esté poniendo especial cuidado en los días previos a intentarla. El Dhaulagiri es una montaña complicada y peligrosa, y es seguro que si se hace un intento a cima y este fracasa muy alto, será imposible volver hacer otro esta temporada. Es lógico que, a sus 79 años, Carlos quiera asegurar la cima, no quiere repetir posibles errores de años anteriores, y por eso está prestando mucha atención tanto a la meteo como a la logística que seguirán durante la ascensión.
De entrada hay algo que no ha conseguido y para él era muy importante: montar el campo 3 muy alto, a unos 7.600 metros, para así partir el día de cima (que es un día muy largo) de un punto situado lo más alto posible, lo que le permitiría llegar antes a la cima y, también, estar antes de regreso en el campamento. Este plan casi seguro que no será posible y Carlos Soria y sus compañeros tendrán que pasar su última noche en el lugar en que habitualmente se monta el campo 3, a unos 7.200 metros, en un lugar bastante precario, nada cómodo, muy vertical, en el que la superficie de la tienda no llega a tomar contacto total con el terreno y se hace necesario dormir asegurado a las cuerdas fijas.
Para alcanzar la cima se necesitan cuatro días. El “problema” está en si se puede esperar una ventana de cuatro días de buen tiempo. Sería lo ideal, pero es difícil. En realidad con dos o tres días de buen tiempo podría ser suficiente para alcanzar la cima del Dhaulagiri y descender.
Es clave gestionar la espera sin dejarse llevar por el nerviosismo
El primer día de ascensión e incluso quizás también el segundo es posible ascender con una meteo no totalmente favorable. Pero a partir del campo 2 y, sobre todo, el día de cumbre, cuando se parte del C3, es clave que las condiciones meteo sean lo más perfectas posibles. La clave está en que, además de que el tiempo sea bueno, el viento sea lo más flojo posible. Por ahora, todos los días que el equipo de Carlos Soria lleva en el campo base (casi un mes), los vientos fuertes en cima han sido una constante. Unos vientos que tienen la ventaja de limpiar la montaña de las nevadas más recientes.
Y no hay que olvidar el descenso, que también hay que realizar, al menos en la parte superior de la montaña, con buen tiempo.
Los días en el campo base para Carlos Soria, Sito Carcavilla, Luis Miguel López Soriano y el doctor Carlos Martínez pasan tranquilos. Por las mañanas aprovechan para hacer alguna excursión por los alrededores para mantener la forma física. Las tarde son más relajadas descansando y leyendo. En estos momentos es clave gestionar la espera sin dejarse llevar por el nerviosismo o adoptar decisiones precipitadas.
Carlos Soria tiene claro que quiere alcanzar la cima del penúltimo ochomil que le falta para completar los Catorce. Pero también tiene claro que no quiere que ni sus compañeros ni los sherpas sufran ningún accidente. Un tema que Carlos siempre cuida con especial atención (en más de seis décadas de alpinismo y escalada jamás ha sufrido él ni ninguna persona de su equipo ningún accidente).
En el campo base la comida comenzaba a escasear porque las agencias prevén que las cimas se hagan lo antes posible y ajustan la comida para así reducir gastos. Carlos ha sido muy claro con Seven Summit. Si no se puede hacer un intento antes, permanecerá en el campo base hasta final de mes, hasta que el monzón ya no permita intentar la montaña. Seven Summit se ha comprometido a hacer llegar comida para que la expedición pueda permanecer en el campo base hasta esa fecha si es preciso.
“Me encuentro como mínimo con las mismas fuerza que otros años”
Aunque todo depende de que la meteo permita intentar la cima, por ahora todo pinta bien para Carlos Soria y sus compañeros. Parece que las condiciones pueden ser mejores que en años anteriores en que hubo nevadas más fuertes. La montaña está ahora un poco cargada por las nevada caídas recientemente pero la previsión de viento en los próximos días la limpiará. La meteo parece prever una ventana de buen tiempo próxima. Y lo más importante: Carlos Soria se siente fuerte (“Me encuentro como mínimo con las mismas fuerza que otros años”) y el ambiente en todo el equipo es fantástico, lo que hace que los días de espera pasen rápidamente. Sólo falta que llegue esa ventana de buen tiempo que permita alcanzar la cima del Dhaulagiri a este alpinista de 79 años de edad que será la persona de más edad en alcanzar la cima de este ochomil. Para Carlos Soria esto no es lo importante sino el hecho de poder vivir su sueño de toda la vida: ser alpinista.
Carlos tiene claro que está donde quiere estar: en la montaña. En una de las muchas conversaciones que estamos teniendo estos días lo resumía así: “Sabemos a lo que venimos, esto es así y nos lo pasamos bien. No tenemos tiempo de aburrirnos. Estamos haciendo lo que nos apetece y queremos hacer. Estamos donde queremos estar”.
Y Mikel sherpa, el sirdar de los sherpas, quien a sus 27 años tiene una sabiduría poco habitual a esta edad, explicaba así la filosofía que le guía: “En montaña ser fuerte no es suficiente. Los valientes aquí duran poco. Hay que ser valiente pero, sobre todo, inteligente”.
Así es el “juego” en el que está inmerso Carlos Soria, sus compañeros y el equipo de sherpas que les acompañan. Un “juego” complicado en una montaña difícil en la que hay que “jugar las cartas” volcando todo el conocimiento y experiencia de muchos años de alpinismo. Precipitarse en el intento y tener que abandonar impedirá, casi con total seguridad, hacer un nuevo intento.
Pecar de precavido puede impedir también que se alcance la cima. Es el “juego” del alpinismo, un “juego” en el que es preciso no solo volcar todo el conocimiento y experiencia sino también dejarse, en determinando momento, llevar por la intuición…
¿Ánimo y fuerza, Campeón!