A sus 72 años Carlos Soria tiene claro que quiere ascender el Lhotse. No lo duda. Como no duda nunca partir de expedición a pesar de tener un presupuesto bastante escaso. Su máximo reto es adelantarse al inexorable correr del tiempo. Lo tiene claro: “A estas edades cada año que pasa es como si fueran tres años…” Nadie lo diría viéndole andar a un ritmo realmente juvenil.
El trekking del Everest es, posiblemente, uno de los más concurridos del mundo. La montaña más alta del planeta es un imán que atrae a excursionistas de todos los países y edades. El recorrido está plagado de lodges (alojamientos). Es la impresión que nos transmite Carlos cuando le pedimos una idea con la que resumir estos primeros días de trekking. “Es la cuarta vez que hago este recorrido y lo que más me sorprende es la cantidad de gente que lo está haciendo. También el gran número de lodges que se han construido. Es muy agradable para ir aclimatando tranquilamente, comiendo y durmiendo lo mejor posible. A pesar de estar el recorrido tan concurrido es muy bonito. Hay que adaptarse a los tiempos en que estamos viviendo y no pensar que todo tiene que seguir igual.”
Carlos comparte este trekking con tres amigos: Rafa Sánchez de la Cova, Pedro García Marquéz y Marta Pozo Salguero, que también estuvieron con el en el trekking solidario del Manaslu. Es una de las facetas de Carlos Soria: siempre está abierto a compartir la marcha de aproximación a la montaña que proyecta
ascender con quienes quieran acompañarle.
Otras facetas de Carlos Soria, que redescubrimos en este viaje: su pasión por madrugar y aprovechar el día (vivir con la luz del dia), saludar y hablar con todos los animales que se encuentra en la ruta (una de sus frases favoritas es: “Si se me hubieran dado las mujeres igual que los perros”… y que a pesar de haber viajado tanto a Asia lo que más le gusta es el arroz y no soporta la comida picante…
Como no había habitaciones disponibles en el lodge en el que se iban a alojar, el grupo ha dormido estos días en la habitación de los rezos. Un espacio amplio y confortable donde las figuras budistas, iluminadas tenuemente, han velado sus sueños.
Namche Bazar hace honor a su nombre: es un auténtico bazar con cantidad de tiendas, en las que predomina, lógicamente, la venta de material de montaña. Incluso hay alguna tienda oficial de marcas de montaña de prestigio. Comparar Namche Bazar con Chamonix o Zermatt quizás pueda parecerles a muchos fuera de lugar, pero tiempo al tiempo.
Carlos Soria y sus tres compañeros partieron esta mañana de Namche Bazar muy temprano, como le gusta a Carlos Soria, apasionado por vivir al máximo el día.