Se aproxima el momento de la verdad en la cara sur del Kangchenjunga (8.586 m), donde varias expediciones pretenden ascender a la tercera montaña más alta del planeta a través de la ruta normal. Allí coinciden la expedición de Carlos Soria con el asturiano Jorge Egocheaga y el leonés Martín Ramos. También hay un potente grupo italiano liderado por Marco Confortola, Marco Comandona, François Cazzanelli y Emrik Favre; el solitario finlandés Samuli Mansikka; el búlgaro Boyan Petrov (que ha llegado desde la cara norte, donde compartía equipo con Álex Txikon, en busca de un objetivo más asequible); la italiana Nieves Meroi; una expedición internacional de la agencia Seven Summits y un par de otros grupos con alpinistas coreanos y rusos, respectivamente.

Todos ellos han tenido que soportar estoicamente el mal tiempo reinante durante los últimos días, presenciando con resignación cómo se iba cargando de nieve la montaña día tras día. Sin embargo, parece que la meteorología vuelve a ser favorable y ya se empieza a escuchar hablar de planes de cumbre.
Lo cierto es que los 25 sherpas que han coincidido en el campo base han unido esfuerzos para equipar la ruta, que actualmente está muy avanzada. La expedición de Carlos Soria ha instalado ya los tres campamentos previstos (C1 a 6.200 m, C2 a 6.900 m y C3 a 7.500 m), y las cuerdas fijas ya llegan hasta ese campo 3, donde también se ha porteado cierta cantidad de cuerda para equipar el tramo alto de la montaña antes del ataque a cumbre, así como el oxígeno necesario para lanzarse a por la ansiada cima.
Ahora mismo, todas las expediciones están iniciando su última rotación en la montaña antes del ataque a cumbre. El objetivo para todos ellos es subir por encima de los 7.000 metros y a poder ser hasta el C3 para completar la aclimatación y descender de nuevo al campo base. Entonces ya sólo les quedaría esperar una ventana de buen tiempo lo suficientemente larga para salir a por el Kangchenjunga.
De momento, Carlos Soria subía este jueves 8 de mayo hasta los 6.000 metros como entrenamiento. El grupo italiano también abandonaba el campo base, para intentar alcanzar el C3. Por su parte, Jorge Egocheaga y Martín Ramos tienen previsto salir este viernes 9 de mayo a dormir al C1 y continuar subiendo dos jornadas más antes de volver al CB.
Parece ser que Samuli Mansikka, finlandés que coincidió con Carlos Pauner, Juanito Oiarzabal y Juanjo Garra en el Shisha Pangma, es quien lleva la aclimatación más avanzada, puesto que cargó personalmente ya su material hasta el C3 antes de las últimas nevadas.
Entrevista a Carlos Soria
«El día de cumbre tenemos pensado salir a las 7 de la tarde del día anterior»
Parece que todo va bien y tenéis muchas posibilidades de subir este año al Kangchenjunga, ¿verdad?
Ojalá. Lo que pasa es que ha habido un período bastante largo de mal tiempo, de varios días. Ha caído nieve, pero tenemos mucho tiempo y además este año tenemos la previsión de que el Monzón llegue más tarde, así que de aquí no nos vamos ni a tiros.
Tenéis ya toda la montaña equipada hasta el campo 3, ¿no?
Sí, sólo vamos a montar tres campamentos y tenemos muchísimo material arriba, está muy bien. Y luego aquí hay bastante gente. Montar las cuerdas arriba será complicado, pero tenemos fuerza suficiente para hacerlo, no va a haber problemas con eso. Lo que pasa es que ha estado cayendo mucha nieve arriba…
Pero tenéis un equipo muy fuerte…
Sí, tenemos un equipo muy fuerte. Estos días estuvieron comiendo aquí Jorge Egocheaga y Martín Ramos… Muy majos, muy agradables. Yo había coincidido alguna vez con ellos pero no los había tratado mucho… Estuvimos comiendo y pasamos un rato muy agradable.
Necesitáis cuatro o cinco días para hacer cima, ¿no?
Sí, aproximadamente eso. Después de la nevada, hay que esperar un poco, no puedes ir rápidamente. Ha caído nieve con muy poco viento arriba, y eso no es bueno. Hace falta que venga viento fuerte primero y se lleve la nieve de arriba.
¿Cómo está con respecto al año pasado el Kangchenjunga?
Tiene más nieve y está haciendo un poquito de peor tiempo. Al principio no ha estado mal, porque nevaba poco por las tardes, pero por las mañanas hacía todos los días muy bueno y podías hacer de todo. Pero ahora, tiene bastante más nieve que el año pasado; pero bueno, eso se pasará, hay tiempo todavía.
Aparte está todo tu equipo muy fuerte, ¿no?
Sí, sí, la verdad es que estamos bien. Subimos bastante deprisa y bien. Esperemos que esto nos dure.
El camo base está muy alto (5.500 m) y en estos campamentos se recupera muy poco relativamente, ¿no?
Sí, aquí te vas deteriorando, nada más. Pero bueno, comemos muy bien, tenemos un cocinero fantástico y un médico que nos cuida mucho, con lo que no hay ningún problema. Y es lo que hay, hay que esperar.
Este año, ¿has llevado más sherpas, pensando que ibas a estar solo en la montaña?
Sí, y eso nos da la confianza de que, por poco que colabore la gente, no nos importa. Somos autosuficientes.
La otra vez que estuviste en el Kangchenjunga, no había tanta gente, ¿no?
Había gente, pero creo que esta vez hay un poco más. Tampoco muchísima más, pero un poco más que la última vez, sí que hay.
¿Cuánta gente habrá en el campo base?
No sé cuánta gente habrá… Igual entre sherpas y cocineros, cuarenta y tantas personas o cincuenta.
¿Tenéis mucho contacto entre las expediciones?
Cuando nos vemos por la montaña, sí, la gente es muy agradable… Hay un coreano muy bueno y muy fuerte, que hizo la sur del Lhotse, y está con otros dos o tres coreanos, pero va a subir él solo. Es simpático y si nos vemos por ahí charlamos… pero luego tampoco hablan mucho inglés. Los rusos tampoco hablan prácticamente inglés parece ser… pero bien, cuando nos encontramos por ahí, muy bien, sin ningún problema. El ambiente es bueno. Es bueno sobre todo por los sherpas, porque los sherpas de cada expedición se han puesto muy de acuerdo.
¿Cómo te sientes con respecto a tus otras expediciones?
Muy bien, fantástico. La verdad es que estoy estupendamente, sin ningún problema. He andado muy bien, como siempre, en todo lo que hemos hecho.
«Tenemos muchas posibilidades de subir esta montaña… como siempre, vamos. También las tenía el año pasado»
La estrategia que sigues de hacer un trekking por otra zona para aclimatar antes, al final es muy importante, ¿no?
Formidable. Hemos pasado ahí unos días, nos hemos dado unas palizas, pero muy bien. Se vive muy bien, es fantástico. No solamente que te entrenas, sino que lo pasas muy bien, estás en un sitio muy agradable… Y hemos llegado aquí muy bien todos. Pero vamos a ver, la hora de la verdad es cuando pasen quince días, a ver qué pasa. Pero bueno, en principio tenemos muchas posibilidades de subir esta montaña… como siempre, vamos. También las tenía el año pasado.
Ahora es clave esperar una semana al buen tiempo y luego necesitáis cinco días, ¿no?
Eso es. Por lo menos cinco días. Y además hace falta que si cae mucha nieve se asiente un poco… Son sólo tres campamentos, pero…
¿Con tres campamentos, es mucho más dura la ascensión? Porque hace etapas mucho más largas, supongo…
Claro, sobre todo la del C1 es más larga, como mínimo hora y media más que el año pasado. Y la de subir a nuestro campo 2, que era el campo 3 del año pasado, tampoco es ninguna tontería. Son casi 800 metros de desnivel. Pero bueno, todo va a ir bien, seguro.
«No me preocupa nada. Estoy encantado de estar aquí y de tener la oportunidad de subir»
¿No te preocupa el cansaros más, al ser etapas más largas?
No, de momento no me preocupa nada. Estoy encantado de estar aquí y de tener la oportunidad de subir. Tengo muchas ganas de subir. Tengo ganas de que cambie el tiempo. Estoy aquí con un equipo estupendo de compañeros y de sherpas y tenemos toda la oportunidad del mundo de hacerlo. Luego pasará lo que pase, como siempre.
¿Del campo 3 a la cima también es más largo el último día?
Del campo 3 a la cima, no… Puede haber 50 metros arriba o abajo… Eso sí, ya tenemos pensado ya salir a las siete de la tarde.
A las siete de la tarde del día anterior…
Sí, eso es. Para intentar llegar a la cumbre entre las 8 y las 10 de la mañana.
O sea que va a ser más que madrugar, no dormir…
Sí, sí, pasar un rato en el último campamento nada más, y salir andando.