Babanov se va al Dhaulagiri. Aunque esta vez no le acompañará Serguei Kofanov, con quien compartió oficiosamente el Grolla d´Or (Premios Saint Vincent 2008) a la mejor actividad de la temporada realizada por un guía, por su lucha durante ocho días y en estilo alpino en la arista Noroeste del Jannu (7.710 m). Para su actividad primaveral en el Himalaya, el ruso contará con Nickolay Totmyanin (San Petersburgo) y su plan pasa por abrir una nueva ruta en la Cara Oeste del Dhaulagiri (8.167) en estilo alpino.
Otra escalada ambiciosa y soberbia para un Babanov que hoy salía en dirección Kathmandu, donde se reunirá con la cronista del Himalaya, Miss Hawley. «Es una tradición y me alegro muchísimo de volver a reunirme con ella para charlar sobre la expedición y sus tácticas». Inmediatamente después, Babanov y Totmyanin se dirigirán a la pequeña villa de Beny. «Estamos realmente excitados por empezar la ascensión», reconoce Babanov.
Pared Oeste
«Y de repente allí estaba, imposible de describir con palabras, poderoso, increíblemente hermoso, el Dhaulagiri». Así fue como Kurt Diemberger definió la montaña en 1960, cuando acompañado por Peter Diener, Ernst Forrer, Albin Schelbert, Nawang Dorje y Nyima Dorje ascendían por su arista Noroeste y alcanzaban la cumbre principal por primera vez, pasando muy cerca de la pared Oeste, que rivaliza con la Rupal del Nanga Parbat como la pared más alta del mundo. A ella, en 1984, se lanzó un equipo checo de 20 alpinistas, llegando a una cima adyacente después de 60 días de épica escalada. Fueron Karel Jakes, Jan Simon y Jaromir Stejksal quienes completaron el itinerario, aunque Simon moriría durante el descenso.
Un años después otro equipo checo abriría una línea más directa por la pared, aunque no alcanzaría la cumbre. En el 88 otra expedición checa, con miembros italianos y rusos hacía cima por la arista Suroeste y ya en 1991 los kazajos llegan a los 8.167 metros por una línea que ascendía hasta la cumbre principal, aunque no tan directa como la que intentaban los checos en el 85.
También ha habido intentos españoles a la vertiente más voraz del Dhaulagiri. En 1989 se produce una tentativa catalana por la Checoslovaca del 84. Un intento en solitario de Francisco Dalmases, cuando su compañero Jordi Cañameres decide retroceder al último campo de altura, acaba con la desaparición del propio Dalmases cerca de los 8.000 metros.
Aunque el Dhaulagiri es uno de los ochomiles más ascendidos (su ruta normal es realmente franca) contiene un puñado de rutas difíciles y su pared Oeste es un auténtico hueso, al que ahora se enfretarán Valery Babanov y Nickolay Totmyanin, en alpino y, si la pared lo permite, abriendo una nueva ruta.
Babanov en acción
Valery, con 43 años, ha completado más de 600 ascensiones. Desmarcado de las grandes expediciones, Babanov ha escogido como filosofía la soledad, la velocidad y la limpieza. En 1990 realizaba su primera ascensión en solitario, algo que revolucionó su percepción de la montaña.
En 1997 hollaba su primer ochomil, el Lhotse (8.516 m), una ascensión a la que seguían algunas de las actividades más destacadas del alpinismo moderno en solitario: En el 99 la Cara Norte de las Grandes Jorasses, tras ella la nueva ruta de la Norte del Mount Kantenga (Alaska, 6.799 m), la primera ascensión del Meru (6310 m) o la pared oeste del Chomo Lonzo Norte (7.200 m), que le valieron nominaciones el Piolet d`Or en 1999, 2000, 2001, y 2003. En el 2002 lo ganaba por su ascensión al Meru.
Hace cuatro años firmaba la primera del Nuptse Este (7.804), por su Pilar Sureste y con un solo compañero. En 2005 abría una nueva ruta en la vertiente Suroeste del McKinley (6.200 m).