«Otro alpinismo es posible en Nepal». Y no lo dice un superclase mediático de las montañas después de haber abierto una ruta en estilo alpino y contárselo a medio mundo en conexiones diarias desde la misma pared. Lo dice Ángel Salamanca, montañero de 35 años de Boltaña (Huesca), quien desde Katmandú informa de su reciente ascensión junto con Jorge Martínez (29 años, de Madrid) de un pico virgen de 6.430 m que han bautizado como Boltaña.
Lo que define ese «otro alpinismo» es la escasez de recursos, tanto materiales como económicos. Sin porteadores, sin yaks, sin sherpas, sin contratación de logística alguna a ninguna agencia local. Solamente un vuelo a Katmandú, un viaje en autobús y un permiso de ascensión. El resto, por cuenta propia. Un estilo que han calificado como Alpinismo vagabundo, un nombre que también les ha servido para la nueva ruta que han abierto. Para los curiosos, la expedición les ha costado 1.500 euros por cabeza, incluido el vuelo.
«La gente con poco dinero pero con ganas también puede hacer actividades interesantes y sobre todo ir a montañas diferentes a las de todo el mundo. Se están masificando siempre las mismas montañas, mientras que hay otras olvidadas. En el campo base del Ama Dablam había 100 tiendas, y a su alrededor todavía hay siete u ocho picos vírgenes a los que nadie hace ni caso», señala Ángel Salamanca, quien cogió esta idea de expedición del catorceochomilista portugués Joao Garcia, con quien el año pasado abrieron ruta sin cima a otro seismil virgen de la región del Khumbu.
Crónica de Alpinismo vagabundo
Ángel Salamanca y Jorge Martínez se plantaron, pues, en Pangboche (3.900 m) con sendos mochilones de más de 20 kg a la espalda. Montaron un primer campamento a 4.800 m, el campo base desde el que atacarían la cima a 5.300 m y un campo avanzado a 5.600 m. «Aclimatamos en la misma montaña del tirón, montando el primer campamento, donde dormimos. Luego fuimos hasta los 5.300 m, dormimos y nos asomamos a 5.600 m para ver la montaña», explica Salamanca. A continuación lanzaron su ataque a cumbre desde esos 5.300 m.
Empezaron ese ataque el día 25 de octubre a la una de la madrugada y realizaron la ascensión y el consiguiente descenso en el día. Durante el descenso, pasaron por su campo base sólo para desmontar la tienda y continuar bajando hasta el vecino CB del Ama Dablam (4.600 m), situado ligeramente más al norte del pico Boltaña y adonde llegaron a las nueve de la noche.
«El pico está muy lejos, hay mucha morrena para llegar a él y un pedazo de glaciar muy largo», cuenta Ángel Salamanca. «El pico tiene una inclinación máxima de 70 grados, no es muy difícil técnicamente, pero psicológicamente sí, porque estás expuestísimo por unos seracs enormes y con avalanchas continuas de polvo y de placa; tuvimos un poco de miedo, pero salió bien», añade. Las condiciones meteorológicas fueron duras, con temperaturas de unos -15ºC con vientos fuertes que dejaron su testigo en Jorge Martínez, que sufrió quemaduras en labios y cara.
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- Etiquetas: angel salamanca, Nepal
21 comentarios
Jodo, el año pasado si no recuerdo mal el Equipo Nacional de Alpinismo puso nombre a un pico virgen en la misma zona y nadie dijo nada malo por eso. Por que ???