“El viento amaina, arrancamos hacia el C3 (6.700m)”, ha anunciado Alex Txikon por Twitter a las 8:00 de la mañana, hora española. Un rato antes de partir, Txikon también usaba las redes sociales para informar de las dificultades que había causado el viento, que soplaba muy fuerte y no permitía abandonar el C2 (6.100), ni siquiera salir de la tienda. “La noche ha sido una pesadilla. A ver si mejora el día. Aquí son las 10:35”.
Txikon y su equipo, formado por los pakistaníes Ali Sadpara y Muhammad Kan y el italiano Daniele Nardi, ya están en marcha hacia el C3. Según sus cálculos, pueden alcanzarlo en 5 horas, cuando ya sea de noche en el Nanga Parbat. Si el tiempo lo permite, quieren lanzar el ataque a cumbre el jueves. Es el segundo que intentan, pues a finales de febrero se vieron obligados a regresar al campo base debido al mal tiempo. Desde entonces, el equipo ha sufrido las bajas de los iraníes Mahmood Hashemi, Iraj Maani y Reza Bahadorani, que decidieron dar por concluida la expedición y regresaron a casa.
«El equipo ha tenido que lidiar con una meteorología muy complicada»
Este segundo intento por lograr la primera ascensión invernal al Nanga Parbat arrancó el pasado domingo (8 de marzo) desde el campo base y, de nuevo, el equipo ha tenido que lidiar con una meteorología muy complicada. Todos los avances hacia los campos de altura se han alargado más de lo previsto debido a las tormentas, que han dejado mucha nieve acumulada en la montaña. En el blog de Alex Txikon se detallaba ayer (martes) cómo había sido el avance hasta el C2:
“Han avanzado algo lentos y tensos al principio, porque tanto en la travesía dirección oeste que va hasta el primer córner (5.150m) como en los primeros largos del corredor que sube hasta la base del Muro Kinshoffer la nieve es todavía muy profunda, “hasta las rodillas”, detallaba Alex Txikon. Tanto es así que no han logrado desenterrar la cuerda fija, de modo que han ascendido hasta la reunión de los 5.600 m sin ella, trazando una nueva línea a la izquierda de la original: “En los últimos 20 metros hemos pasado miedo, el terreno se inclina mucho”, relataba el propio Txikon vía walkie minutos después de llegar a la citada reunión, hacia las 9:00 de la mañana.
“A partir de los 5.600 m el viento nos lo ha puesto francamente difícil, las fuertes ráfagas levantaban nieve constantemente»
A medida que han ido ganando altura la calidad del terreno (250 metros de desnivel a la sombra) ha mejorado. “La nieve apenas se abría 10-20 centímetros a nuestro paso». Pero ha entrado en juego el viento, que ha soplado con fuerza, provocando coladas de nieve que caían desde lo alto de la parte más occidental del Muro Kinshoffer alcanzando, en ocasiones, a los cuatro alpinistas: “A partir de los 5.600 m el viento nos lo ha puesto francamente difícil, las fuertes ráfagas levantaban nieve constantemente, y el Muro no dejaba de escupir. ¡Qué frío!”.
Finalmente, tras unos últimos metros de travesía dirección oeste, al sol y con nieve de nuevo más profunda, alrededor de las 14:30 de la tarde llegaban a la base del Muro Kinshoffer, a unos 5.900 metros de altura. A partir de este punto, 250 metros de desnivel en terreno mixto que han solventado con bastante facilidad y, sorprendentemente, escasos 50 minutos después los veíamos salir a la arista superior; no quedaban más que 75 metros para llegar al C2.
A las 16:00 recibíamos una nueva llamada, esta vez para comunicarnos que los cuatro estaban ya trabajando para acondicionar el C2 donde pasarán la noche satisfechos por el trabajo realizado y esperanzados con que el tiempo les permitirá (hoy, miércoles) seguir avanzando hasta el C3”.