Alberto Iñurrategui, Juan Vallejo y Mikel Zabalza forman una de las cordadas más potentes de nuestro país. Una cordada en contínua búsqueda de proyectos innovadores y comprometidos que afrontan siempre en estilo ligero. Es un equipo sólido, que ha compartido muchas experiencias. Conversar con ellos es siempre interesante. Aprovechamos los momentos previos a su partida en el aeropuerto de Madrid Barajas para que nos transmitan algunas ideas sobre la nueva ruta que esperan poder trazar en el Paiju Peak. Una montaña de la que se tuvieron que retirar el año pasado.
«Unos cuarenta largos de roca y una última jornada comprometida de hielo y nieve hasta la cumbre»
¿Por qué el Paiju Peak?
Juan Vallejo: Es una montaña que siempre nos ha llamado la atención, es impresionante. Merece la pena intentarla, este año será nuestra segunda vez. El hecho de ser un pico virgen lo convierte en una gran oportunidad, pues en el mundo quedan pocas paredes como esta.
Mikel Zabalza: Esta montaña nos parece bastante grande, ya que el campo base está a 3.400 metros de desnivel. En comparación con las montañas a su alrededor no es muy alta, pero las dificultades que tiene son muy grandes, pues tiene unos 1.200 metros de pared vertical. Vamos a tener que escalar unos cuarenta largos de roca y a todo esto habrá que añadirle una última jornada comprometida de hielo y nieve hasta llegar a la cumbre.
Cuando terminéis de escalar el pilar de roca ¿queda todavía mucho terreno complicado hasta alcanzar la cima?
Alberto Iñurrategi: Queda otra ascensión. Esta ruta combina un big wall con una parte más alpina. Después de una pared de 1.200 metros, nos vamos a encontrar con unos 700 metros de hielo y nieve. Todo esto nos va a exigir otro planteamiento y vamos a tener que llevar mucho equipo.
«Se trata sobre todo de un reto técnico»
¿Es un objetivo difícil o un objetivo peligroso?
JV: Es difícil y en cuanto al peligro, éste es bastante controlable. Gracias a la experiencia del año pasado, sabemos donde no nos tenemos que meter. Se trata sobre todo de un reto técnico.
¿Cuáles son las claves de la escalada de esta nueva ruta al Paiju Peak?
MZ: Es difícil de decir. Lo que sí tenemos claro es que la estrategia que utilizamos el año pasado no fue la más adecuada. El acceso para llegar a la pared resultó extremadamente peligroso. Pensamos que con otra estrategia seríamos capaces de escalar esta montaña.
«El año pasado cometimos un error de estrategia pues disponíamos de muy poca información»
¿Qué «errores» cometisteis el año pasado?
JV: No teníamos medios para analizar bien la escalada. Fue un error de estrategia, pues disponíamos de muy poca información. Cuando se va de esta manera es cuando se suelen cometer los errores. Ahora queremos corregir estos pequeños fallos; llevaremos más cuerda y montaremos los campos de otra manera.
¿Lo más comprometido de la ascensión?
MZ: Lo más comprometido es el tramo final, el día en que tendremos que llegar a la cumbre, ya que es una vertiente sur de hielo y esto exige que madruguemos y seguramente las condiciones de la bajada serán malas.
Por la zona sur del Paiju Peak hay una vía de los italianos que es muy antigua que data de los años ochenta. ¿Qué sabéis de ella?
AI: Sabemos pocas cosas. Un equipo de seis italianos hizo una expedición en el año 1984 y escalaron la vertiente sur bastante más al oeste de donde vamos a intentarlo nosotros. Fue una gran ascensión para aquella época. Lo que desconocemos es si llegaron a la cumbre o si se quedaron en la cumbre del pilar. También sabemos que esta montaña tiene otra ascensión hecha por dos paquistaníes y un norteamericano en el 1976. En 1985 una expedición española también intentó subir.
«Nos decimos las cosas a la cara y no hay malentendidos»
Ya habéis hecho juntos otras seis expediciones. ¿Qué os mantiene unidos en situaciones difíciles como las que vivís?
MZ: Ya hemos perdido la cuenta de las expediciones que llevamos juntos. Da gusto ir con Alberto y Juan, nos une una gran amistad.
JV: Discutimos más de lo que la gente piensa. Pero de esta forma nos decimos las cosas a la cara y no hay malentendidos. Formamos una cordada muy homogénea y confiamos unos en otros. También sabemos que en momentos difíciles ninguno nos va a abandonar.
«Lo importante es escoger un reto interesante y motivador, que se aleje de las rutas normales»
Casi todo el mundo, cuando parte de expedición al Himalaya lo hace a un ochomil. A vosotros parece que la altura de la montaña no os importa tanto…
JV: La gente tiende a confundir altura con reto. Hay mucho objetivos que cumplir en montañas de ochomil metros al igual que en montañas de sietemil. Lo importante es escoger un reto interesante y motivador y que se aleje de las rutas normales. En todas las montañas podemos encontrar rutas de mucho nivel.
Lo que está claro es que siempre buscáis retos innovadores alejados de las rutas normales a los ochomiles…
AI: Nosotros también estamos metidos en esta dinámica. Hemos repetido más que hacer cosas novedosas. Hacer cosas originales exige una exploración previa y mucha información. Intentamos aprovechar cada viaje para sacar el máximo rendimiento. También hay que decir que es difícil encontrar oportunidades para ir a explorar y conocer.
En esta noticia que publicamos a su regreso el año pasado (2013) puedes leer un resumen sobre sus reflexiones, que resumimos en estos titulares:
Alberto Iñurrategui: “Las cosas no nos han salido como queríamos. Está claro que no acertamos con la estrategia. Es un proyecto de una gran envergadura y quizás hubiéramos necesitado intentarlo en un estilo algo menos ligero, con algunos metros más de cuerda fija para hacerlo con más rapidez.
Mikel Zabalza: «Es un Capitán metido en el Karakorum, una escalada artificial de Big Wall mezclada con escalada libre».
Juan Vallejo: «Atacamos la pared en un estilo demasiado ligero».