Adam Bielecki y Felix Berg llevan años tras un objetivo ambicioso en el Himalaya de Nepal: abrir una nueva ruta en la cara noroeste del Annapurna (8.091 m). Ya lo intentaron en 2017 con Rick Allen; luego lo tuvieron previsto en 2019; y ahora vuelven a ponerlo sobre la mesa para esta primavera, acompañados por Mariusz Hatala.
No existen demasiados detalles sobre esta expedición, aunque sí está claro que tratarán de completar la ruta que ya iniciaron hace seis años y que lo harán manteniendo su filosofía y valores: en estilo ligero, sin oxígeno ni la ayuda de sherpas de altura.
Aclimataciones interesantes
Otro sello característico de las expediciones de Adam Bielecki y Felix Berg es que suelen incluir ascensiones de aclimatación también muy interesantes, a diferencia de la gran mayoría de himalayistas que prefieren foguearse en picos más asequibles. En 2017, Adam Bielecki, Felix Berg, Rick Allen y Louis Rousseau se midieron al Tilicho (7.134 m); que los tres primeros consiguieron coronar después de dos semanas y dos intentos de cima.
En 2019, la montaña elegida para la aclimatación fue el Langtang Lirung (7.227 m), en cuyo historial brillaban una única cima en 25 años y la muerte de Tomaz Humar. Adam Bielecki y Felix Berg permanecieron un mes en la montaña –renunciando al Annapurna–, pero no pudieron ir más allá de los 6.200 metros.
Su precedente en la noroeste del Annapurna
Curiosamente, en 2017, la cara noroeste del Annapurna era solamente un plan B por si les fallaba la cara norte del Cho Oyu, su objetivo principal. Las autoridades chinas se ocuparon de ello al no tramitar sus visados, con lo que Adam Bielecki, Felix Berg y Rick Allen volaron en helicóptero desde el CB del Tilicho a a los pies del Annapurna, donde instalaron su nuevo CB a 4.100 metros el 11 de mayo.
Tuvieron que esperar casi una semana una mejoría del tiempo, que inicialmente les brindó nevadas regulares cada tarde. El 17 de mayo partieron del CB y pasaron tres noches en altura, dos de ellas en incómodos vivacs. Se dieron la vuelta a 6.500 metros ante las condiciones de mal tiempo y el retraso que iban acumulando por su progresión más lenta de lo previsto. Habían ascendido casi 2.500 metros de desnivel, pero todavía tenían por delante otros 1.500 metros más antes de llegar a la cima.
La historia de la vertiente
La vertiente noroeste del Annapurna ha sido intentada al menos en diez ocasiones a lo largo de la historia, según los datos de The Himalayan Database, aunque solamente dos de ellas lograron su objetivo de plantarse en la cumbre. Algunos de los alpinistas que han pasado por ella la consideran incluso más lógica que la normal, que tiene un riesgo de avalanchas mucho mayor.
El primer éxito se lo llevó el 24 de abril de 1985 la cordada formada por Reinhold Messner y Hans Kammerlander, en una expedición que culminaría con la posterior cumbre también del Dhaulagiri. En 1988, los checos Josef Nezerka y Jindra Martis siguieron en buena medida los pasos de los surtiroleses para llevarse la segunda y –según los datos– última ascensión de esta vertiente.
Desde los años ’80 hasta la actualidad, la pared ha atraído a varios fuertes alpinistas, que han tenido que marcharse de vacío a pesar de sus esfuerzos. Es el caso de Jean Troillet, que fue en 1985 con Pierre-Alain Steiner pero no pasaron de los 5.600 m debido a las malas condiciones que encontraron… y que regresó en 2011 con Jean-Yves Fredriksen, para darse la vuelta al sentirse mal a 6.000 m.
El francés Patrick Gabarrou se quedó muy cerca de la cumbre (7.900 m) en 1986 con Pemba Norbu Sherpa, pero el viento les obligó a darse la vuelta. Todavía más cerca (7.950 m) se quedó en primavera de 2008 un potente equipo formado por los polacos Piotr Morawski, Piotr Pustelnik, Darek Zaluski y el eslovaco Peter Hamor, detenidos por una tormenta. Ese mismo otoño, el eslovaco Dodo Kopold y los checos Martin Minarik y Petr Masek subieron hasta los 7.500 m.
- Etiquetas: Adam Bielecki, Annapurna, Felix Berg, Mariusz Hatala