Durante tres días, una máquina de café de las que se pueden encontrar en estaciones y aeropuertos, estuvo en la cima de Penyagolosa (1.815 m), techo de la provincia de Castellón y segunda altura de la Comunidad Valenciana. No cayó del cielo, ni siquiera vino con él. La subieron media docena de porteadores a los que se les hizo la noche en el camino, pues llevar hasta la cumbre la máquina de cien kilos no era un empresa fácil.
Todo formaba parte de una campaña publicitaria emprendida por la Asociación de Proveedores de Vending de España para promover las máquinas expendedoras de comida y bebida, conocidas en el sector como vending. La máquina, además de servir gratuitamente cafés a los montañeros que lo desearon, grabó con cámara oculta la reacción de estos. Con las imágenes obtenidas, la empresa ha montado un vídeo que puede verse en Youtube. En este vídeo se pueden ver imágenes grabadas con un dron lo que parece descartar el efecto sorpresa.
Según fuentes de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Comunidad Valenciana a las que hemos tenido acceso, la agencia de publicidad encargada de hacerlo consiguió un permiso de la Dirección Territorial de Agricultura de Castellón para grabar varias horas. La máquina, sin embargo, permaneció en la cumbre de Penyagolosa tres días por problemas para encontrar operarios que la bajaran. Este permiso se concedió sin conocimiento de la Consejería y, según aseguraba la fuente consultada, sería “improbable” que se concediera hoy.
Curiosamente, durante los tres días que la máquina de café estuvo en la cima no sufrió ningún ataque ni desperfecto. Tampoco rodó por las redes sociales a pesar de lo insólito del caso ni ha generado un movimiento de protesta entre ecologistas y clubes excursionistas como cabía esperar.