Ocho mil caminantes se dieron cita el pasado 13 de diciembre en la Ría de Bilbao, desafiando el intenso frío que hacía, para abordar la XIX Subida al Pagasarri que organizaba, como es tradicional, el BBK.
Lo insólito del día fue, sin duda, la estampa nevada del monte, una imagen inédita en estos diecinueve años que se lleva celebrando la que es, sin duda, la marcha más popular de España. También, por primera vez en todas las ediciones, la marcha atravesó el Casco Viejo. Por eso, esta edición ha sido una de las más largas de todas: 14,5 km, pero también, una de las más suaves.
Pese a tamaña participación, el veterano alpinista Juanjo Sansebastián, cerebro y corazón de la Subida al Pagasarri, no estaba, sin embargo, del todo satisfecho: «había 9.600 inscritos.
Sin duda, las malas previsiones meteorológicas han hecho desistir a muchos. Pero el año pasado fuimos más de 10.000». Entre tanto aficionado anónimo se podía ver a algunos alpinistas consagrados como Alberto Iñurrategi y José Carlos Tamayo. Y una cifra para el libro Guinnes: en la cumbre se consumieron 1.500 litros de caldo caliente, y es que la temperatura de la cima -3ªC, llamaba a ello.