El origen del nombre no se debe simplemente a un capricho literario para cautivar a los visitantes de este atractivo espacio natural. La Selva de Oza es realmente una hermosa masa forestal de hayedos y abetos que da cobijo a una variada fauna de animales salvajes.
Las auténticas culpables del embrujo de este bosque encantado son las hayas, que provocan extrañas sensaciones y sugieren divertidas visiones en la naturaleza.
Hace tiempo los bosques de la Selva de Oza llegaban cerca de las cumbres, hasta que los pastores de la zona necesitaron más terreno de pasto y talaron y quemaron los bosques para ampliar las zonas de pastoreo.
De todas formas, la Selva de Oza sigue siendo un bosque de verdad, un bosque donde se desarrolla totalmente el ciclo biológico de la vida y la muerte de los seres vegetales que lo forman, un bosque para caminar y disfrutar.
La excursión comienza en el límite del bosque con el terreno de la alta montaña. Subir hasta el lago de Acherito es un bello recorrido de montaña pero exige superar un fuerte desnivel. Hay que caminar despacio, llevar alimentos de avituallamiento y beber muchos líquidos para evitar la deshidratación.
¿De dónde salimos?
Carretera de acceso al refugio de la Mina.
¿Cómo llegamos?
Desde Huesca por la N-240 hasta Puente la Reina de Jaca y, después, por la autonómica 210, que recorre el Valle de Echo, hasta Siresa. En Siresa hay que continuar por la misma carretera durante 12 kilómetros, atravesando el estrecho desfiladero de la Boca del Infierno, para llegar al cámping de la Selva de Oza.
La carretera principal termina en la zona de acampada, pero la pista asfaltada continúa varios kilómetros hasta las inmediaciones del refugio de la Mina, donde comienza la excursión.
Depende de la afluencia de visitantes y de las condiciones de la nieve para que se pueda aparcar más o menos cerca del refugio.
FICHA TÉCNICA
Distancia: 8 km.
Fuentes: En la zona de acampada de la Selva de Oza y en el Refugio de la Mina. No hay fuentes durante el recorrido.
Desnivel: 600 metros.
Estación recomendada: Finales de primavera, verano y principio de otoño, antes de las primeras nevadas.
Duración: 4-5 horas.
Vegetación: Hayedos y vegetación de alta montaña.
Cartografía: MapaAlpina 1:40.000, Ansó-Echo.
¿Por dónde vamos a ir?
0-8 km
La excursión comienza en el refugio de la Mina cruzando el puente del río Aragón Subordán. Nada más atravesar el puente hay que girar a la izquierda y seguir por la pista forestal.
0,500-7,500 km
Al llegar a la altura del barranco de Acherito hay que girar a la derecha para comenzar la larga subida hacia el ibón (lago en los Pirineos aragoneses) de Acherito, dejando el cauce del arroyo a nuestra izquierda.
0,900-7,100 km
A la altura del barranco de las Foyas hay que desviarse a la derecha y abandonar el barranco de Acherito para seguir subiendo junto a este nuevo cauce de agua.
2,150-5,850 km
Se deja atrás un refugio de montaña y cuando las paredes del pequeño valle se cierran el sendero se divide en dos. Hay que seguir por el camino de la izquierda sin ganar altura, como siguiendo una curva de nivel, al pie de los impresionantes relieves del pico de Laraille.
4-4 km
El camino llega al bello ibón de Acherito. El lago se encuentra rodeado de cumbres y montañas con vistas excelentes de los bosques de la Selva de Oza. La vuelta es por el mismo camino.
¿Qué más podemos visitar?
Echo. Es la población que otorga el nombre al valle. En el siglo X fue cuna del condado de Aragón, bajo el gobierno del conde Aureolo. El conjunto arquitectónico de su trazado urbano es uno de los más atractivos de las poblaciones alto aragonesas. Algunos edificios destacados son: las casas Gastón, Chilico y Mazo; y la iglesia parroquial, que todavía conserva algunos elementos de sus orígenes románicos.
Cerca de la Echo se encuentra el monasterio de San Pedro de Siresa, declarado monumento histórico-artístico en 1931. Desde que fue mandado construir por el conde Aznar Galíndez I sido centro espiritual de la comarca chesa y universidad de algunos monarcas aragoneses, como Alfonso I El Batallador.