Cuenta una leyenda local que el último día de la Creación, cuando ya no quedaba mucha luz, Dios creó los pueblos negros. Es muy probable que no fuera el capricho de un dios, sino las duras condiciones ambientales de la zona –intenso frío en invierno y calor tórrido en verano– y la abundancia de pizarra y cuarcita en esta zona de la serranía arriacense las verdaderas arquitectas de esta fórmula constructiva que se ha instalado como seña de identidad de la Sierra Norte de Guadalajara.
El sendero GR 60 permite visitar media docena de pueblos que son fieles representantes de esta técnica y conocer el bello entorno donde se encuentran armónicamente integrados, y siempre bajo la atenta mirada del Ocejón.
El sendero es circular y suma 52 kilómetros. Está bien señalizado y aunque sus promotores lo dividen en cinco etapas, se puede cubrir en un fin de semana o en tres días aprovechando los alojamientos de los pueblos.
En este artículo se describe por tramos entre pueblos empezando por Tamajón, que puede considerarse la capital de la comarca.
TRAMO 1 TAMAJÓN-CAMPILLO DE RANAS
DISTANCIA: 18 km. DESNIVEL: +550 m y -520 m. TIEMPO: 5h 40 min
Aunque Tamajón es la puerta de entrada a la comarca de los pueblos de la arquitectura negra, es muy diferente de aquellos ya que sus casas están construidas con caliza, lo que permitió la edificación de grandes casonas, entre las que sobresale el Palacio de los Mendoza y la casona de los Montúfar.
Poca gente sabe que Felipe II acarició la idea de construir el monasterio de San Lorenzo aquí, en Tamajón, por la abundancia de piedra caliza de su suelo.
El viaje comienza por una pista orientada hacia poniente que comparte brevemente con el GR 10. La pista gira bruscamente al norte y se adentra en el sabinar de Tamajón. Tras algo más de tres kilómetros, el camino llega a la Ciudad Encantada, un pequeño laberinto de cuevas, pasillos, dolinas, tolmos y simas consecuencia de la erosión en las rocas calizas.
Allí está la ermita de la Virgen de los Enebrales, La Serrana, un lugar emblemático de la sierra. La tradición exige que permanezca abierta para refugio de los caminantes. No queda otro remedio que caminar un kilómetro por la carretera pues, cuando se construyó la presa de El Vado a mediados del siglo pasado, la carretera de servicio enterró el camino tradicional que unía las tierras altas con sus vecinas agalloneras.
En una pronunciada curva a la derecha un poste saca al caminante del asfalto. La senda se estrecha y en rápido descenso llega al arroyo de Valdelapuerta. Una sobrecogedora quietud envuelve estos solitarios barrancos. Entramos en el valle occidental del Ocejón. Este macizo es uno de los solo cuatro macizos pizarrosos de la península Ibérica.
Un poste devuelve a la carretera en el sitio conocido como Piedra Blanca, donde comienza la pista asfaltada que se dirige al embalse del Vado. El lugar recibe este nombre por la abundancia de cuarcitas blancas.
Desde este punto se disfruta de una amplia panorámica del valle, con el Ocejón a la derecha, la Sierra de la Puebla al oeste y, de frente, la Sierra de Ayllón.
El GR cruza el asfalto y entra en el antiguo camino de Majaelrayo, de ancha traza. Comienza en este punto un confortable descenso que lleva hasta el puente de la Venta, único vestigio de la presencia árabe en estas tierras, y punto de menor altitud de todo el GR.
Sobreviene otra subida que conduce de nuevo a la carretera; hay que tomarla a la derecha para cruzar un puente y retomar la senda que conduce hasta Campillejo, la primera aldea de arquitectura negra. Su taberna es un buen lugar para reponer fuerzas con alguna especialidad gastronómica.
De Campillejo se sale por la calle de la iglesia en busca de El Espinar. Hacia poniente se observa un frondoso melojar que se extiende al pie de la cumbre del San Cristobal; más allá, la Sierra de la Puebla, con sus crestones recortándose en el cielo.
Tras superar una pequeña rampa se llega a una pista que da acceso al gran melojar que se observó desde la lejanía. El camino continúa ganando altura hasta alcanzar el alto de la meseta central del valle. Este terreno está compuesto por un estrato de rañas arcillosas salpicadas con cantos rodados.
Ya se divisa Campillo de Ranas. Pero antes hay que pasar por la pedanía de El Espinar y la recoeta aldea de Roblelacasa, que presume de las mejores vistas del Ocejón. Menos de dos kilómetros separan al caminante de Campillo de Ranas, cuya iglesia se avista en el horizonte. El caserío es un perfecto representante de la arquitectura negra.
TRAMO 2 CAMPILLO DE RANAS-MAJAELRAYO
DISTANCIA: 4,3 km. DESNIVEL: +140 m y -70 m. TIEMPO: 1h 30 min
En la plaza de la iglesia un panel del GR ofrece las indicaciones pertinentes del próximo tramo. A la espalda de la iglesia se ubica el edificio de la escuela donde ahora, tras varias décadas de silencio, se vuelve a escuchar la algarabía de los niños. Campillo se abandona por una estrecha senda que baja al arroyo del Agua Fría, junto al que discurre la mayor parte de camino a Robleluengo.
Las hechuras del camino fuerzan a ir en fila india y a prestar atención para no tropezar con el escabroso firme. Caminamos por una comarca que se ha convertido en uno de los mayores y mejor conservados refugios de vida salvaje de toda Europa por su bajísima densidad de población, menor que la de un lugar tan remoto como la Patagonia argentina. Tras algo más de dos kilómetros se alcanza Robleluengo, pequeña aldea algo alejada de la carretera principal.
La traza sigue estrecha y se sumerge en un mar de jaras llaneando hasta Majaelrayo, histórico enclave ganadero que fue desde siempre conocido como Majada Vieja y que mantiene un interesante conjunto de arquitectura negra. El pueblo es escenario de una celebración famosa que hunde sus raíces en el medievo: la fiesta de los Danzantes.

TRAMO 3 MAJAELRAYO-VALVERDE DE LOS ARROYOS
DISTANCIA: 9 km. DESNIVEL: +550 m y -480 m. TIEMPO: 3h 50 min
El panel de inicio de ruta está situado en el aparcamiento situado en la entrada de Majaelrayo. El camino escapa del pueblo por su flanco oriental, alcanzando el inicio de la pista que lleva al hayedo de Tejera Negra. Pronto la abandona en favor del camino viejo a Valverde.
Las jaras van cediendo terreno a los robles que están reconquistando el territorio después de que en el siglo XIX prácticamente desaparecieran para convertirse en carbón vegetal y traviesas de tren.
Llama la atención la enorme extensión conquistada por la gayuba, que por estos lares alfombra el monte. En el collado que se abre al sur del Campichuelo comienza un largo descenso.
El paisaje está lejos de parecerse al que ofrecen las altas montañas, pero es abrumador. Poco a poco el camino busca el fondo del valle surcado por el arroyo de las Chorreras. Junto a un muro, parte la senda que se dirige al Ocejón.
Si decidimos llegar a la cumbre hay que sumar más de dos horas al horario indicado. Dos kilómetros más tarde, volveremos a encontrar otro desvío que propone llegar a la Chorrera de Despeñalagua, una sucesión de cascadas que suman 120 metros de desnivel. Su visita supondrá alargar la jornada en casi una hora.
El camino hacia Valverde gira a la izquierda y en tan solo 15 minutos entraremos en este típico pueblo de la arquitectura negra.
TRAMO 4 VALVERDE DE LOS ARROYOSALMIRUETE
DISTANCIA: 15 km. DESNIVEL: +460 m y -660 m. TIEMPO: 4h 20 min.
La plaza Mayor de Valverde de los Arroyos es uno de los lugares más característicos y representativos de la arquitectura negra. La plaza está presidida por una tosca y bella iglesia que alberga una antigua Cruz Procesional del siglo XVI y el característico campo de juego de bolos, una de las pocas licencia lúdicas que se podían dar los serranos.
El camino abandona el pueblo por coquetas callejuelas y alcanza el puente de madera que cruza el arroyo de la Chorrera. Este curso desagua la gran hoya norte del Ocejón lo que le garantiza un importante caudal casi todo el año.
La riqueza hídrica fue aprovechada en el pasado por varios molinos, batanes y telares que aportaron prosperidad a estas tierras. Tristemente ya no queda nada de ellos. Al poco de cruzar el arroyo, el camino se solapa durante escasos 50 metros con la carretera, abandonándola por un carril que parte a la derecha de la misma y sube por la Loma del Lomo buscando la majada de los Cardos.
En este tramo, el caminante avanza rodeado de un frondoso bosque de pino silvestre que más tarde da paso a las sabinas. El paisaje se abre, amplio, inmenso. El cómodo carril salta uno tras otros los barrancos labrados por los arroyos que nacen del Ocejón. Superado ya el ecuador de la etapa y cuando estamos a punto de salir a la carretera de Valverde, una flecha manda monte arriba por una empinada y ancha pista que enfila hacia el Cerro Poyato.
Alcanzado este, el camino empieza a perder altura. El robledal cede paso a las sabinas y enebros. La pista desaparece en una zona de pastos con un berrocal al fondo. Toca continuar por una senda que salva el afloramiento rocoso y baja sin complejos hacia la carretera de Tamajón a Valverde.
En la misma comienza un camino que sube al depósito de agua que abastece a Almiruete. Una vez allí, un rápido y zigzagueante camino nos depositará en la vieja carretera justo en la entrada del pueblo.
Las abigarradas casas de Almiruete están presididas por la iglesia románica del siglo XII con su alta espadaña. Durante el carnaval, los vecinos de la pedanía mantienen viva una de las fiestas más antiguas y originales que aún se celebran en nuestro país, la de los Botargas y Mascaritas.
TRAMO 5 ALMIRUETE-TAMAJÓN
DISTANCIA: 6,2 km. DESNIVEL: +80 m y -120 m. TIEMPO: 1h 50 min.
No será difícil encontrar la frondosa pista por la que nos alejaremos del pueblo. Arriba, la Peña del Reloj, con sus paredes de pizarra y cuarcita protege de los fríos vientos del norte al valle. El amplio camino guía hacia el sabinar de Tamajón, Lugar de Interés Comunitario (LIC).
Este bosque es un buen refugio de mamíferos y aves como el búho real, el azor y el gavilán y multitud de murciélagos. Sobrepasado el ecuador de la etapa, una señal informa para no errar en una encrucijada. Se debe girar a la izquierda ya que de frente y a la derecha siguen las rutas para BTT.
El camino se estrecha tanto que llega un momento en el que solo se puede caminar en fila india. Es importante no salirse de la huella, pues el terreno que se atraviesa tiene muchas simas.
La senda se agranda y termina convirtiéndose en una pista que desemboca en la carretera que enlaza Tamajón con Almiruete. Un solo kilómetro nos separa de Tamajón. El paisaje se aclara, desaparece el bosque y sólo permanecen algunas sabinas dispersas. En lontananza se avista la iglesia de la Asunción que da la bienvenida.
Datos técnicos
Distancia total: 52,5 km. Desnivel acumulado: +1780 m.
Mapas: hojas 459-2 y 4 del IGN. 1:25 000.
Logística: hay alojamiento en Tamajón, Campillejo, El Espinar, Campillo de Ranas, Majaelrayo, Valverde de los Arroyos y Almiruete.
Info: la topoguía del GR 60 está disponible en https://rutapueblosnegros.com donde también se puede consultar información de los servicios turísticos disponibles.
Observaciones: hay una variante señalizada que va directamente de Campillejo a Majaelrayo, distantes entre sí 6,5 kilómetros.
Track: https://desni.in/60
Nunca he entendido por qué este sendero bordea el Ocejón sin subirlo.